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Análisis AP | fortalezas, medidas o errores del primer año

Primer año de PP y Vox en Elche: agilizar proyectos, gestos, contradicciones y oposición fiscalizadora 

30/06/2024 - 

ELCHE. El pasado 17 de junio se cumplió un año desde la toma de posesión de Pablo Ruz como alcalde. El retorno del Partido Popular a la vara de mando tras el periplo de cuatro años de Mercedes Alonso. Un primer mandato intenso en el que no ha faltado de nada, desde polémicas, dimisiones, cruces agrios con la oposición, agilidad en los proyectos, cumplimiento de compromisos, así como contradicciones habituales que suelen darse cuando se salta de la oposición al gobierno. Y en el que han demostrado que tenían claras algunas teclas que pulsar en el engranaje municipal tras ocho largos años de oposición.

Catorce concejales de mayoría absoluta gracias a la alianza del PP con Vox, en lo que fue también el primer pacto municipal de grandes ciudades con la formación ultraconservadora. Un pacto firmado en la pedanía de Valverde en lo que era una declaración de intenciones y símbolos: en una pedanía y frente a una iglesia, un cariz nítidamente católico, del que ni Ruz ni Aurora Rodil se han escondido nunca, y que tiene hoy más presencia que nunca en época democrática en el Consistorio. Desde entonces, un balance con luces y sombras, con muchos grises, y en el que la propia alianza del nuevo bipartito goza de buena salud, con las diferencias barridas dentro de casa y apenas hacia afuera.

Un inicio repleto de gestos

Un año al que se dice en los mentideros locales que el regidor ha llegado cansado, fruto también de la agenda frenética e intensidad autoimpuesta, como reconocía en su balance del año, y que ha había venido rebajando en las últimas semanas —salvo excepciones— intentando cambiar el tono, porque como quien dice, el partido acaba de empezar. Con factores que pueden ayudar como ceder la presidencia en el pleno y bajar a la bancada a debatir. Tuvo una primera semana repleta de gestos, desde una primera reunión con entidades dedicada a los sindicatos, para ejemplificar aquello de "un gobierno para todos"; pasando por la colocación de sombra en la oficina de la OMAC, enviando un mensaje al anterior gobierno, "costaba poco"; o visitas a barrios en los que hizo campaña para devolver la confianza, como en el barrio Patilla. Y en poco tiempo hubo también gestos en materia de patrimonio por la sensibilidad con el tema de Ruz, como abrir en poco tiempo la Torre de los Vaillo, recuperar un espacio más en Clarisas con el jardín o pequeñas restauraciones en Calahorra o la plaza de Mariano Antón. 

Y en cuanto pudo, una de sus principales promesas, en septiembre, anuncio de rebaja de impuestos, por ahora cosméticos, de entre el 1 y el 1,5% de los que son de ámbito municipal. Con compromiso de ir ampliándolo en los próximos años. Aunque también se han subido tasas como la de la grúa y otros. Pero en general, su idea es ir estimulando la economía de todas las formas posibles, ahora por ejemplo, como guiños al empresariado y hostelería, se permitirán más terrazas.

Primera manifestación en contra

Paralelamente, también vivió una primera semana intensa, pero de forma ajena, con su primera manifestación en contra por la voluntad de eliminar los carriles bici. Esa fue precisamente, una de las actuaciones polémicas en los primeros compases, aunque también compromiso electoral. Eliminación de los carriles en José María Buck y sobre todo en Juan Carlos I, cercenando la conexión de la red con Altabix y Avenida de Alicante. Lo que provocó más protestas y alguna portada internacional. No ha habido más eliminaciones, porque suponía devolver ayudas europeas, y generaba rechazo. Ensayo-error. Aún hoy el tema colea entre determinados colectivos, porque las medidas alternativas planteadas no son efectivas, y los carriles que se están haciendo son herencia pasada, por ahora ninguno nuevo propio. 

Proyectos heredados (y asumidos)

Precisamente, sobre proyectos, hay una parte importante de recibidos y asumidos para no atrasar más la maquinaria municipal y poder descongestionar. Entre ellos, el Mercado Central, donde se ha cedido en la voluntad planteada por el PP, modificando el de PSOE y Compromís, para agilizar su ejecución. Aunque quedan incógnitas como el aparcamiento, para más adelante. Otros asumidos y ejecutados van desde el plan de salud mental para jóvenes, al catálogo de protecciones, aunque con diferente enfoque o la Zona de Bajas Emisiones, también adelante para no pedir fondos europeos, pero sin restricciones, así como otros proyectos de movilidad como nuevos autobuses eléctricos e híbridos que ya estaban encargados, el nuevo intercambiador; después siguen la renovación de Porfirio Pascual, el inmueble de vivienda asequible planteado también en el mandato anterior, plataformas únicas que ya estaban en trámite... 

Proyectos replanteados y el lastre Edusi

Y destaca además esa otra herencia 'envenenada', principalmente el desaguisado de los Edusi, teniendo que asumir con fondos propios una parte importante de inversión que iba a sufragar Europa, para poder ejecutarlos. El Palacio de Deportes principalmente, así como el refugio de Germanías y reforma de la plaza, el centro social de San Antón y Travalón... Por otra parte de lo que ya estaba en trámite pero con su acento, han aprovechado para seguir con las plataformas únicas planteadas, pero manteniendo aparcamiento. También han tenido cintura con colectivos, como aceptar la propuesta de Volem Palmerar para destinar el Hort del Gat a centro de interpretación del palmeral. Y aprovechando lo ya heredado de restauración de la casa del Hort dels Pontos, se ha acordado con Asaja que mantengan el cultivo allí y en el Hort de Dins, de forma que vayan mostrando otro color.

Rescate y desbloqueo de iniciativas

Asimismo, también han desbloqueado proyectos parados, como la pasarela sobre las vías de Altabix, que se financiará con dinero municipal, para no esperar a que alguien la pague. Esta premisa de agilizar está siendo santo y seña desde los primeros instantes del mandato, acudiendo a delegaciones de competencias en concejales para no esperar a que autorice la Junta de Gobierno proyectos la semana siguiente, tramitación anticipada y otros resquicios que permitan agilizar la burocracia, como a veces realizar actuaciones con personal municipal para no esperar a licitar. Paralelamente, ya entrado el mandato, han empezado a llegar los primeros proyectos propios. 

Después de haber activado trámites durante 2023 o 2024, hay ya algunas actuaciones propias ejecutadas o en marcha. Desde renovaciones en el Parque Municipal hasta su iniciativa de ElxNatura, la renovación del eje de Plaza Madrid, el centro sociocultural y oficinas en Jayton, o la iluminación de la fachada del Ayuntamiento, entre otros. Y se han experimentado los contratos desiertos, como la reforma de mercados Plaza Madrid y Plaza Barcelona. Su premisa de sacar a toda costa sus proyectos ha ido llevando a exprimir el presupuesto a nivel económico, e incluso el remanente, teniendo que aumentar refuerzos de personal y horas extra. Pero para el equipo de gobierno es el peaje a pagar para sacar adelante proyectos. Saben que generará déficit, pero se irá viendo en la gestión diaria. Mientras tanto, aumento para todo, para ayudas al IBI y otras prestaciones, pero también para convenios con entidades o más inversión para las fiestas.


Enfoque urbano

Este aspecto, el urbano, es uno de los que más se está impulsando, a la vez que criticando desde la oposición, por el "dispendio" de cambiar farolas "del gusto del alcalde, de forma innecesaria" —mantiene el PSOE—. Se va a iluminar la fachada municipal, así como puentes, más gestos como la ampliación de aceras en Daoiz, repara la fuente de la Avenida de Alicante, en general, con pequeñas actuaciones del día a día que el vecino valora; también destapar la acequia y renovar la calle Curtidores en un proyecto de cariz patrimonial, la reforma de la Plaza del Congreso Eucarístico, plantar arbolado donde se pueda para intentar acabar con las plazas duras, aunque en general actuaciones en calles y no grandes parcelas en tanto que 'zona verde', como en el Jardín de las Víctimas de la covid junto al cementerio. Salvo un par de medidas, como la adelantada por este medio en la Ronda Sur, o en la ermita de San Crispín. Llegarán otras como renovación en Ausiàs March. Con todo, se está cambiando hasta el interior del Ayuntamiento, lo que ha criticado el PSOE por ser cambios innecesarios de mobiliario o pintura, "como si fuese la casa del alcalde". Y una compra constante de plantas y flores que ya han provocado los primeros reparos. 

Reglamentos y guiños constantes a las pedanías 

Por otra parte, a nivel municipal se han aprobado instrumentos pendientes de hace años como el nuevo Reglamento Orgánico Municipal (ROM), el tribunal económico local, aunque se impulsó en la legislatura pasada, y sobre todo, un reglamento de distritos que se ha aprobado en poco tiempo para descentralizar algo más la gestión del día a día. Un compromiso de PP y Vox, guiño a sus principales feudos de votos, las pedanías, en los que también se han rescatado las elecciones a los alcaldes pedáneos. Eso sí, como presidentes de la Juntas de Distrito (que van a cobrar), con una parte de afines o afiliados de PP y Vox, elegidos por las juntas, pero con proselitismo de los partidos. Incluso con la asesora y exconcejal Manoli Mora como presidenta de una Junta. Y con contratos importantes de asfaltado para estas partidas rurales. Asimismo, también se les escuchó con la regulación de las solares en el Camp d'Elx, para lo que hay medidas cautelares aprobadas y un encaje inicial propuesto en el Plan General

Otro punto importante ha sido el desbloqueo de los órganos de gestión del palmeral, con la comisión técnica que tiene que valorar las licencias previa Junta Gestora que las valide. En cuatro años del anterior mandato, se impulsaron casi al final de mandato, a pesar de los años que llevaba aprobada la Ley del Palmeral. Gracias a esa constitución se han ido desbloqueando licencias de distinta índole, algunas como el colegio Les Arrels o el restaurante del Parque, así como promociones de vivienda. Eso sí, el daño colateral es que suma más burocracia para cualquier licencia, por lo que entra ahí el deseo del equipo de gobierno de querer reformar la ley del palmeral. Lo que tiene en guardia a colectivos por el conflicto entre urbanismo y la famosa zona de amortiguamiento, que salvaguarda el paisaje del palmeral.

Asesores y sueldos

Asimismo, PP y Vox tienen claro que han entrado para hacer sus políticas sin remilgos. La autocrítica o diferencias de puertas hacia dentro, pero con determinación en sus iniciativas. Una de las cuestiones más criticadas y que ha atacado la oposición ha sido la de los asesores, con el mayor coste hasta la fecha no solo de asesores y funcionarios de grupo (más de 30), también junto a la corporación, con casi 2 millones anuales. Aunque PP nunca se centró tanto en los asesores en la oposición, Vox sí hablaba de eliminar el gasto superfluo y no tener asesores, cuando ahora son tres en sus competencias, y han casi agotado entre los dos el límite legal, con más personas pero repartiendo sueldos. Muchas de ellas, o exediles del PP o afiliados. Otros gente que siempre había estado en el equipo de Alonso. El último, incluir al histórico ordenanza durante décadas Manuel Tremiño como asesor de alcaldía, a media jornada, como gesto de reconocimiento. Ya con edad de jubilación, hasta que él decida seguir.

No ha habido subida de sueldos ni actualizaciones, pero el propio montante por el amplio equipo de funcionarios de confianza y de grupo ya aumenta la partida. Y la media docena de dedicaciones exclusivas a los socialistas, un gesto con el ROM, que Ruz otorgó, en una suerte de "hoy por ti, mañana por mí", para evitar las desigualdades fehacientes de legislaturas pasadas con una oposición con muy pocas dedicaciones en proporción a su representación. 

Contradicciones y relación con Vox

Precisamente con Vox hay plena sintonía. Sobre las discrepancias que han podido tener con el PP, decía Ruz que ha sido sobre todo por los ritmos de trabajo, aunque una clara con el partido de Aurora Rodil fue la propuesta de los coordinadores de área externos y que vetaron. Se dice que ya había algún compromiso de colocación como coordinador externo. Tampoco están en Vox de acuerdo con los sueldos repartidos a los socialistas, como han recordado en algún pleno, dedicado sobre todo a fiscalizar y meter el dedo en la llaga en cuestiones económicas. Motivos por los que el PP les critica que están muy bien pagados y que utilicen mejor el sueldo que tienen, lo que genera esa contradicción tras haberles otorgado tantas dedicaciones. También Vox ha estado en contra de políticas LGTBI o relativas al discurso de la Agenda 2030, y hechos simbólicos como el despliegue de la bandera en el balcón del Ayuntamiento, a lo que el PP no ha renunciado, pero sí desplazado. Así como asumido el discurso "no ideológico" de Vox con la violencia de género, hablando de "la mujer", dejando cuestiones como "machismo" o "violencia de género" casi de tabú.

Justamente a raíz de la polémica de la última semana con las pegatinas homofóbicas hacia Ruz, el PP, junto a Vox, votaban en contra de una moción de Compromís para prevenir sobre la lgtbifobia en plena semana del Orgullo. Y también votaban conjuntamente los dos en la moción de los de Abascal de vincular migración con delincuencia. En la campaña de las europeas visitaron Carrús como ejemplo de problemas de convivencia, según un comunicado de prensa. En este sentido, la formación está teniendo un perfil bajo, con pocas intervenciones, con trabajo más en la sombra en pedanías o Promoción Económica, y con las ayudas a la natalidad que se desbloquearon en la parte final del primer año. 

Ahora, precisamente por la acción de la oposición y de la municipal es cuando se han ido viendo las costuras y la diferencia de la narrativa en un lado y otro. En su periplo en la oposición, el PP llevó a PSOE y Compromís a Fiscalía por los reparos, al Síndic por el uso de las redes municipales, criticaron la solicitud de préstamos, la imagen y proyección en redes sociales del entonces alcalde Carlos González... Todo lo que justamente están ahora haciendo los socialistas, pese a las quejas del equipo de gobierno. Han aparecido reparos, que se negó que existieran, tirones de orejas del Síndic por las redes sociales —incluso Vox llegó a recomendar una película afín ideológicamente en la cuenta de X del Ayuntamiento—, constante proyección en redes sociales y con vinculación de la imagen municipal, solicitud de un préstamo que iba a ser el más grande de los últimos tiempos y que finalmente se ha rebajado. Nada nuevo en política por otra parte, con esa diferencia visible cuando uno entra al gobierno. Como las propias contradicciones dialécticas desde la entrada, el "no venimos a destruir", cuando algunas de las primeras acciones fueron eliminar los carriles bici.


Otras polémicas 

En cuanto a otras polémicas sin duda han sido las dos dimisiones en el seno del bipartito, siendo la más dura y mediática la de José Navarro tras el escándalo de Semana Santa, complicada de digerir personalmente para Ruz, con una mala gestión de una crisis reputacional que iba a ir en aumento y no iba a desaparecer por sí sola en plena época de redes y magacines amarillistas. La otra dimisión fue del concejal Tito Costa en el primer pleno del año, para sorpresa de todos. Venía de la hostelería, siendo esta una de sus competencias en la concejalía, demasiadas para un concejal novel. 

Otra reciente ha sido la del valenciano, ahora con el reglamento de cooficialidad, que se venía incumpliendo en muchas cosas, pero que Compromís denuncia que deja en el mismo lugar a dos lenguas, cuando una de ellas está minorizada. Junto a otros gestos como dejarlo en mérito en las oposiciones, y sobre todo dejar la entrega de los premios literarios en valenciano en el salón de plenos el pasado 6 de octubre. Un acto pequeño, casi testimonial y sin apenas difusión, frente a la otrora habitual entrega el 9 d'Octubre en el Gran Teatre.

Más, todo lo acontecido respecto a la cruz de origen franquista del Paseo de Germanías, con los informes no vinculantes del Defensor del Pueblo, los informes municipales de ahora que contradicen a otros municipales de la anterior legislatura, o un proyecto que ha visto rebajado su contenido, al principio más político con los Derechos Humanos y la Guerra Civil, ahora solo con un recorrido urbano de la zona, lo que también es un ejemplo de gestión ideológica al decidir apostar por un enfoque u otro. Por último, también tuvo su aquél la bajada de sueldo del alcalde, que se quedaba en poco también al recibir una dieta de Pimesa que antes no tenía el regidor. 

Otras administraciones

Con todo, y vinculado con la determinación de llevar a cabo sus políticas, no les ha temblado el pulso para la introducción de las VTC en Elche, cosa que evitó el anterior bipartito hasta que una sentencia lo canceló. Ante los problemas del taxi, han conseguido en un mes que entre Uber y se han desbloqueado 24 licencias de taxi. Tienen el chip desde la campaña electoral claro: las cosas y gestión del día a día y no tanto grandes proyectos, cuenta mucho para la ciudadanía. Y la reivindicación ante otras administraciones.

Por ahora se está obteniendo un resultado equilibrado. Ya está el protocolo y anteproyecto del Palacio de Congresos de la Diputación en marcha, tras los intentos fallidos del anterior bipartito. Con la entidad se han avanzado en la Acequia Mayor y unas obras ya adjudicadas, y con la compra del edificio de la Fundación Mediterráneo. Cuestiones relativamente ajenas, entre administraciones, pero que son un espaldarazo para el gobierno al ser la Diputación del mismo color. Y que han fructificado en el mandato de Ruz. 

Queda la otra pata, la de la Generalitat Valenciana, por ahora con la asunción y también convenio firmado para que ejecute la Ronda Sur, ya con partidas en los presupuestos, aunque queda la duda de quién pagará las expropiaciones (de lo poco que genera consenso en la corporación para que lo asuma el Estado). De lo que no hay nada aún es sobre el proyecto del Tram, aunque otros van presentando sus propuestas, aunque sí ha habido algunas ideas sobre lo que gustaría, sin catenarias ni vías. Lo que no despeja si será un bus de alta capacidad o no, y que tampoco aclaró Carlos Mazón en su última visita, porque aún no hay ningún estudio autonómico que se conozca, aunque sí se dice que hay avances. El tiempo corre porque se habló de un primer tramo en marcha en esta legislatura. Asimismo se han rebajado las expectativas con Clarisas y el museo de arte contemporáneo, pasando a intentar que en la legislatura quede reformada la iglesia gótica. 

Y se está a la espera de que haya algún movimiento para restaurar la muralla islámica. De otros compromisos, ya está al fin en licitación el centro de salud de Travalón, mientras que ha habido mucho ruido y contrariedad a la renovación de la concesión del Hospital del Vinalopó, con falta de transparencia del Consell a lo exigido por la plataforma y los ítems para autorizarla. Echaban en falta también que allí actuara el Ayuntamiento, favorable a este modelo de gestión concertado. Otro asunto que ha generado queja y que fue ariete en la oposición es el de la residencia de Altabix, puesto que aún no ha habido novedades, y sí recortes en cuestiones de dependencia, con los familiares de las residencias hastiados, antes y ahora, también con el actual Consell y gobierno local. Todo ello, además con la 

El tándem PSOE-Compromís

Por último, en cuanto a la oposición, cada una juega sus cartas, a veces uniendo fuerzas en materias como las áreas LGTBI, reversión del Hospital Vinalopó, memoria histórica o los asesores, tanto en intervenciones como en el pleno. Pero cada una lleva su estrategia, en el PSOE llevan la batuta sobre todo los concejales más veteranos, e inciden más en la fiscalización de las cuentas, la parte económica, reparos, etc., y otras materias como pedir más en vivienda. En Compromís han estado acentuando también en cuestiones sociales, pero a veces de otra índole, con especial hincapié en el valenciano o movilidad sostenible. Funcionan como un complemento, los primeros a veces con áreas más grises, y los segundos con una pata más social o de colectivos. A pesar de muchos puntos comunes o utilizar esos plenos extraordinarios para buscar grietas en la gestión.

Con todo, ambos hacían análisis similares del primer año, con un suspenso al bipartito de derechas, focalizando en la confesionalidad del Ayuntamiento, para esa y otras cuestiones sí adornando el balcón principal de la fachada municipal, el número de asesores o proyectos de herencia recibida de los que se han beneficiado e inaugurarán PP y Vox. Aunque ambos han tenido sus momentos también de relajación; algunos critican al PSOE por no ser más incisivo en derechos colectivos, o abstenerse hace unos días en el reglamento del valenciano, o no haber presentado enmiendas a nuevos reglamentos. En Compromís han estado más encima de sus áreas 'naturales', pero con menor intervención en la parte económica o de fiscalización, si bien la diferencia de ediles de la oposición es de 12-1. Y para ambos, con denuncias de medidas sin aplicar del actual bipartito, después de haber estado ocho años gobernando. Una grieta evidente que PP o Vox les recuerdan cuando son criticados, y que desde algunos colectivos echan precisamente en falta más proactividad de propuestas o alternativas.

En definitiva, un largo año con muchas capas y grises que analizar. 

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