ELCHE. El proyecto de rehabilitación integral de Porfirio Pascual por valor de 13 millones de euros, y financiado con fondos europeos Next Generation EU, ya tiene los distintos aspectos encarrilados: Pimesa ha entregado al Ayuntamiento el expediente de rehabilitación, con lo que se licitará una ambiciosa y compleja obra que esperan empiece en noviembre. Paralelamente, se ha adjudicado la redacción de la renovación del entorno.
Este jueves la Junta de Gobierno tiene previsto aprobar el proyecto presentado por la mercantil que ha diseñado la propuesta de actuación (Incosa) para los 18 bloques. Con el extra de que son cuarenta comunidades de propietarios, y cada tiene su proyecto propio que ha de aprobar porque el estado de los inmuebles es diferente. Ahora el Ayuntamiento volverá a tomar el pulso a los vecinos para empezar esta parte final del recorrido administrativo. Así que serán cuarenta actuaciones distintas aunque manteniendo los ejes que ya se presentaron: eficiencia energética con fachadas Sate, paneles solares en las cubiertas, reparación de vigas y elementos estructurales y la joya de la corona, la instalación de ascensores exteriores.
Con este paso, el mes que viene el Consejo de administración de Pimesa, promotora de las obras, aprobará la licitación tras el visto bueno del Ayuntamiento. Esperan con esto poder adjudicar en septiembre u octubre a una constructora e iniciar las obras en noviembre. Eso sí, será una contrarreloj, ya que no habrá un plazo previsto de obras como es usual. Aquí la fecha límite es el 30 de junio de 2026, meta marcada por Europa. Así que la adjudicataria tendrá que amoldarse a ese requerimiento para que toda la actuación esté finalizada entonces.
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Son 13 millones de euros de iniciativa global. Europa subvenciona 9,9 millones de euros total de la iniciativa. En este caso, 9,4 millones vehiculados por el Gobierno central con el mecanismo de habilitado para los fondos europeos. A su vez el Ayuntamiento asume 1,9 millones de euros (a lo que responde una parte de la reurbanización y el 15% de la obra, porque el volumen permitía aspirar a la máxima financiación), un millón de euros de los vecinos y 580.000 euros que aportará la Generalitat Valenciana. En este caso, una parte de lo que bona la administración autonómica es para casos vulnerables entre los vecinos que no puedan pagar su parte. En cuanto a la parte de los vecinos, según se comentó, podrían salir en torno a 7.000 euros por piso. También se han invertido 200.000 euros de la oficina de rehabilitación para informar sobre esta cuestión.
Teniendo en cuenta estos supuestos de celeridad, los recursos especiales en estos contratos tan importantes siempre pueden suponer un contratiempo porque el recurso suele paralizar el proceso hasta que el Tribunal de Contratos resuelve. En este caso, la licitación tendrá 15 días de plazo para recursos, y en el caso de que se presentase alguno, Pimesa se reserva la opción de advertir a este tribunal que es una iniciativa con fondos europeos, lo que podría agilizar el fallo, pasando a resolver en un mes y no en dos o más.
Por otra parte, en este último Consejo de administración del medio municipal, también se ha adjudicado la redacción de las obras de reurbanización, que se había tramitado por vía urgente como contó este diario y que se tendrá que entregar en tres meses. Se presentaron tres compañías y la mejor valorada ha sido Consultores Asociados Ingeniería y Urbanismo (Cainur). Las mismas irán en paralelo a las obras en los bloques. "Es una actuación de rehabilitación edificatoria que lleva componentes de la envolvente, y eso significa por ejemplo tener que sacar las instalaciones de las fachadas de cableado e instalación aérea eléctrica de Iberdrola", explica el gerente de Pimesa, Antonio Martínez.
Por tanto previamente habrá que realizar canalizaciones para soterrar estos servicios. Asimismo, la dirección de esas mismas obras las realizarán los técnicos municipales. Será lo que antes que se hará. Después habrá que ir compatibilizando la rehabilitación con otras complejidades como la instalación de ascensores de un barrio en pendiente, "respetando la intimidad de los vecinos", señala el gerente. Una actuación compleja en la que la parte de asfaltado será al final.
Es una intervención sobre 14.000 metros cuadrados, donde además del soterramiento de cables, a nivel de telecomunicaciones, y previendo el futuro servicio a los vecinos, se colocarán los tubos de PVC necesarios, también con el trazado soterrado bajo la calzada. En cuanto al alumbrado público, con este se utilizará tecnología de eficiencia energética para reducir el coste de la factura de la luz municipal. Por último, a nivel de suministros, se instalará la red de gas en los inmuebles. Se renovará también la semaforización, señalización, jardinería y mobiliario. Además de los 14.822,60 metros cuadrados de intervención (los otros 4.000 restantes corresponden a los bloques), se destinarán 1.695 metros cuadrados para aparcamiento en una superficie de terreno anexa al área de los edificios.