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para evitar riesgos importantes de inundación

El Gobierno propuso ampliar el cauce o brazos secundarios del Vinalopó en su desembocadura en Elche

26/11/2024 - 

ELCHE. El informe realizado por el Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas (Cedex) en 2020 de cara a actuaciones de recuperación del río Vinalopó, ponía de relieve que en el caso de Elche, en la desembocadura, en l'Assarb de Dalt, el cauce ha sido simplificado deliberadamente hasta convertirse en un canal. Una modificación del trazado en planta que es la más importante que se ha constatado en la cuenca del Vinalopó y que tiene repercusiones importantes en términos de riesgos de inundación, pues, actualmente, con el trazado rectilíneo del tramo final, el agua circula a mayor velocidad, alcanzando la desembocadura con elevado potencial energético. En consonancia, planteaba varias alternativas de actuación para reducir el peligro, entre ellas, ampliar el cauce o generar brazos secundarios en la desembocadura

El estudio ponía de relieve que el abanico aluvial que formaba el Vinalopó a principios de siglo XX era la manera que disponía el sistema fluvial para disipar la energía y laminar las avenidas en periodos de fuertes precipitaciones. Con este estrechamiento del cauce, —siendo el único río valenciano que no desemboca en el mar— sumado a la densidad de la edificación, especialmente en la margen izquierda, ha agravado los problemas ante episodios torrenciales. Así que el principal objetivo sería reducir el riesgo de inundación en la Zona de Inundación Peligrosa, que se define como la zona inundable para un periodo de retorno de cien años (T100), es decir, la probabilidad de inundaciones en cien años, donde se pueden producir daños graves y la peligrosidad es alta. Hay construcciones en la zona de policía del río, como la Urbanización Santa Fe.

Intervenciones teniendo en cuenta la situación actual

Teniendo en cuenta las demandas de los vecinos, el objetivo era disminuir la velocidad del agua en periodos de avenida en esta zona y reducir la superficie inundada en el entorno del cauce. Adicionalmente, la actuación pretende mejorar en lo posible la movilidad fluvial, recuperando cierta sinuosidad, aumentando la sección del cauce y disminuyendo la altura de los taludes para recuperar su función de ribera. En conjunto, la actuación buscará un retorno parcial de los procesos geomorfológicos naturales, con lo que se prevé que aumente la abundancia y diversidad de los hábitats y las comunidades biológicas.

Dado que todavía no existe un deslinde administrativo del dominio público hidráulico (DPH) en la cuenca del Vinalopó ni resolución sobre las edificaciones a ambos lados del cauce, se plantearon diferentes alternativas de actuación sin alterar la configuración actual de las parcelas edificadas, con la finalidad de ofrecer escenarios realistas y con posibilidad de ejecución en un periodo de tiempo apropiado. Aunque apuntaba el Cedex en 2020 que la primera actuación que debiera plantearse en este tramo concreto sería el deslinde del dominio público conforme los estudios cartográficos, implicando a las administraciones competentes concernidas para revisar las edificaciones existentes para adaptarse a las disposiciones que establecen las diferentes normativas de aplicación en todos los ámbitos administrativos.

Propuestas para reducir el impacto por inundaciones

El primer escenario planteado como ejemplo de actuación es el diseño de la ampliación de 50 metros de la anchura por la margen derecha de los últimos 800 metros del río antes de su desembocadura artificial en el Assarb de Dalt. Esta zona donde se propone ampliar la sección del cauce estaría libre de edificaciones.

En la segunda alternativa se diseñó la creación de dos brazos secundarios de 860 y 530 metros de longitud y 15 metros de anchura superior mediante una conexión que se inicia por la margen derecha a unos 600 metros de la desembocadura del azarbe. La zona donde se propone ampliar la sección del cauce también estaría libre de edificaciones. El trazado de los brazos secundarios se ha basado en el desarrollo natural en forma de delta que presentaba este último tramo del río Vinalopó antes de sufrir la transformación a un solo canal rectificado.

Por último, la tercera propuesta era la de un único brazo secundario de 2.700 metros mediante una conexión que se inicia por la margen derecha a unos 2.200 metros de la desembocadura del Vinalopó en el Assarb de Dalt. El punto de desembocadura de este nuevo brazo está basado en la morfología del cono aluvial en el año 1929; sin embargo, dado que existen edificaciones en el recorrido del trazado original, se ha diseñado un nuevo brazo que minimiza cualquier posible conflicto con las edificaciones y viales existentes. Habiendo conocido mejor la situación administrativa de las edificaciones, el diseño se podría haber optimizado y así haber recuperado, al menos parcialmente, el trazado original del brazo exterior del cono aluvial del año 1929. 

De hecho, el propio informe relata que en condiciones ideales, sin limitaciones, "la mejor alternativa sería recuperar la morfología natural en forma de cono aluvial, aunque es presumible que, a día de hoy, no sea posible alcanzar esa imagen de referencia que muestra el vuelo de 1929". En esta zona del azarbe es donde, de acuerdo con la población local, se producen los daños más importantes, especialmente en el tramo en forma de 'T' de la desembocadura. Los agricultores de la zona, para evitar que el agua sobrepase el mismo y afecte a los cultivos que se sitúan detrás del mismo, han tratado de mitigar la velocidad del agua en periodos de avenida a través del levantamiento de un pequeño muro.

Tras el análisis de las tres propuestas, que no obsta a que se pueda plantear la combinación con otras, según las simulaciones realizadas, el escenario 2, el de los dos brazos, es el que obtiene mejor valoración en un mayor número de variables. Sin embargo, en cuanto a la inundabilidad es el escenario que posee una valoración más baja, pues ésta se incrementa ligeramente respecto a la situación actual. "Quizás este aspecto se podría mejorar aumentando el número de brazos de la alternativa 2, retornando de esta forma a la morfología de cono aluvial que presentaba la desembocadura en los años 1929 y 1945". Por su parte, el escenario 3 obtenía la mejor valoración en el apartado de inundabilidad, reduciendo la superficie inundada considerablemente. No obstante, la ejecución del trazado implica un volumen de tierras importante y supone afectar a numerosas parcelas de titularidad privada.

Estrechamiento del cauce

En cuanto al estrechamiento del cauce, la ortofotografía de 1929 permite ver que desembocadura formaba un cono de deyección con numerosos brazos secundarios, ocupando una superficie extensa en la plana de Elche. Sin embargo, la ocupación de las tierras aluviales por cultivos y la necesidad de irrigación de estos, fueron modificando la configuración del cauce principal hasta convertirlo en un canal único, con taludes suficientemente altos que impiden su movilidad lateral. Con el paso de los años, las tierras de cultivo fueron sustituidas por edificaciones sobre suelo no urbanizable, especialmente en la margen izquierda. Lo que ha hecho que haya aumentado el riesgo de inundación por el aumento de la exposición.

El crecimiento de vegetación helófita supone un mantenimiento continuo para evitar que la vegetación colonice toda la sección del canal. Por otra parte, la presencia de edificaciones en la margen izquierda constituye una limitación importante a la hora de diseñar alternativas para reducir el riesgo de inundación. 

Opciones de drenaje sostenible

Por otra parte, y sobre estas cuestiones, el informe ponía sobre la mesa el interés de crear sistemas urbanos de drenaje sostenible (Suds), con objeto de mitigar los impactos que genera la impermeabilización del terreno derivada de la urbanización. Estos sistemas recogen y retienen temporalmente el agua de lluvia, lo que permite una infiltración controlada en el terreno. Dependiendo de la solución escogida, también es posible almacenarla y distribuirla en el momento que sea necesaria. Todo ello posibilitaría una gestión del riesgo de inundación en los núcleos urbanos más eficiente.

Existen diferentes tipos, desde los pavimentos permeables, los depósitos de retención, o los depósitos de infiltración. Su instalación se puede extender a zonas verdes y parques ya integrados en la ciudad, como pudieran ser los Jardines del Peri en Elda, o a polígonos industriales, como el parque inundable de Elche Parque Empresarial. 

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