ALICANTE. La Finca Benisaudet resurge de entre sus propios escombros. Literalmente. Las obras de rehabilitación impulsadas por el Ayuntamiento en la que fuera la antigua residencia de verano del escritor Gabriel Miró están prácticamente finalizadas, a la espera de que se acondicione el parque exterior anexo como zona ajardinada vinculada al edificio. Así, después de cerca de nueve meses de obras y una inversión que ha superado los 520.000 euros, el inmueble está listo para tener una segunda vida como centro lúdico y cultural sobre la historia y las señas de identidad de la ciudad de Alicante, después de que su uso haya quedado adscrito a la Concejalía de Cultura.
En concreto, la propuesta trazada desde el departamento de Memoria Histórica contempla su conversión en una ludoteca en la que se pueda aprender sobre el pasado y las tradiciones de la ciudad mediante el recurso del juego. De este modo, una vez que la obra quede recepcionada, el departamento que coordina el edil Antonio Manresa (Ciudadanos), se pretende equipar y habilitar con vinilos y recursos didácticos de modo que puedan organizarse visitas de escolares de Primaria y Secundaria a los que impartir talleres sobre juegos tradicionales de calle, sobre artistas alicantinos, sobre rondallas y sobre los episodios de bombardeos registrados durante la Guerra Civil.
De hecho, ya se ha concertado la contratación de una empresa para que asuma el desarrollo de esos trabajos en una primera experiencia piloto que se aspira a poner en marcha en los próximos meses. Puede que incluso antes de que concluya este año, si no resulta necesario esperar a los presupuestos de 2022 para obtener la dotación económica que permita su equipamiento. A partir de esa prueba inicial, de tres meses de duración, se contempla la convocatoria de un concurso para ceder la organización de dichos cursos por un plazo más largo, de dos años. Y ahí también se abordarían talleres sobre otros temas, como el de construcción de hogueras, de música, de pilota, de gastronomía alicantina, de arquitectura, de bailes populares o de cortos de películas, por ejemplo. Se trata, según el responsable del departamento de Memoria Histórica, Pablo Rosser, "de llenar el vacío imperdonable que existe sobre la memoria de la ciudad y de sus tradiciones", al tiempo que se aprovecha para "descentralizar los espacios culturales", de modo que no estén todos organizados en torno al Centro y el Casco Histórico.
En esa planificación, se ha previsto incluso una distribución por plantas del conjunto de los espacios del inmueble (salvo su extensa terraza, que no albergará esos talleres por motivos de seguridad). Así, se prevé que la primera planta, de 162 metros cuadrados útiles, quede reservada para los talleres adaptados a los alumnos de Secundaria, mientras que la segunda planta, de 138 metros, se destinaría a los escolares de Primaria. Al tiempo, se pretende utilizar el parque y la zona ajardinada exterior, sobre todo por lo que respecta a los talleres que requieren de un desarrollo al aire libre, como el relacionado con los juegos tradicionales, por ejemplo.
La planta baja, por su parte, acogerá la oficina para los servicios administrativos de la ludoteca, así como dos grandes salas que se pretende poner a disposición de las entidades vecinales y festeras del barrio de Los Ángeles, en el momento en el que se concierte un encuentro para conocer cuáles son sus necesidades.
La Finca Benisaudet, que se encontraba en estado semirruinoso, se sitúa entre las calles Daya Nueva, Vicente Aleixandre, Pedro Poveda y Agustín Jiménez. Ocupa una extensión de 13.086 m2, entre los que se encuentra un retén de la Policía Local. Del conjunto de la superficie, 400 metros cuadrados corresponden a la vivienda propiamente dicha, que consta de las citadas planta baja y dos alturas, además de dos porches que oscilan en torno a los 220 metros. Así, el total de lo construido es de unos 620 metros cuadrados.
Durante su rehabilitación, adjudicada a la empresa Eneas Servicios Integrales, se ha dotado al edificio de ascensor y de baños en todas sus plantas. Además, se ha mantenido el lucernario que aporta luz natural a la segunda planta y se han restaurado su terraza y su porche. Por lo que respecta al parque exterior, el proyecto contemplaba que se generasen recorridos peatonales garantizando la accesibilidad y que se dotase de nueva vegetación una vez desbrozada la preexistente. Al mismo tiempo se preveía la nivelación del terreno de la parcela. El nuevo pavimento combinará la tierra vegetal con la arena de albero y se instalarán nuevos alcorques. Además, se pretende poder instalar una pérgola y paravientos, además de iluminación, para poder organizar los talleres al aire libre.