Todos los que, por una cosa o por otra, nos movemos hace algunos años en el ambiente político/periodístico sabemos que cuando hay que hacer una remodelación de gobierno o cuando una crisis o cagada te obliga a hacer una remodelación de gobierno, local, autonómico nacional, da igual, todo el mundo aprovecha para llevarse por delante en la purga al que toca y al que no, pero pasaba por allí.
Casos en Elche conozco por supuesto; la edil Puri Vives concejala socialista, entró en el gobierno local en 2015, en la primera legislatura como alcalde de Carlos González, (que gobernó esa legislatura por cierto, a pesar de que la lista más votada fue la popular). Solo unos meses después de la toma de posesión, Puri Vives fue “obligada” a renunciar como edil por un asunto que salió a la luz de su marido, nada grave. Si hubiera sido en otra circunstancia no hubiera supuesto ningún problema, pero con su dimisión el PSOE mataba varios pájaros de un tiro: Callaba a la oposición, contentaba a sus socios de gobierno que entonces eran muchos y marrulleros y lo mejor de todo… González se cargaba a una edil que iba en la lista por la cuota del secretario general Alejandro Soler y entraba en su lugar uno de sus apoyos más sólidos, Carlos Sánchez Heras. La carambola perfecta.
Bueno no, la carambola perfecta fue la de concejala socialista rebelde Mari Ángeles Avilés, pero de esa escribiré lo menos un libro con muchos conocidos protagonistas locales y nacionales que intervinieron en la bautizada por mi “Operación Europa”.
Otro caído en desgracia que seguramente vino bien en su momento es el concejal del PP José Navarro hace menos de un año. No dudo que al alcalde le dolió tener que obligar a renunciar a un amigo, pero en el ecosistema popular hacía tiempo que estaba en puertas.
Y cuento todo este “pedo senil” como me dijo una vez un conocido ex asesor popular y ex asesor ciudadano al que no le guardo ningún rencor, lo cuento, digo, porque no termino de entender la caída de Nuria Montes la ya exconsellera de Turismo y que no siga el camino Salomé Pradas. O si lo entiendo, ya saben.
Está claro que a la consellera de emergencias le vino grande el cargo ante un problema tan grave como la DANA y desde luego, las declaraciones de la exconsellera de Turismo, y algunas actitudes que tuvo esos días fueron bastante desafortunadas. No conozco el tema tan de cerca como los casos que he explicado de Elche, pero algo de mis 33 años de experiencia en esto y mi olfato me dice que Montes sale por que ya había caído en desgracia o porque ella misma buscaba la salida por no estar cómoda en su nuevo papel de política. ¿Y qué me dicen de la dimisión del director de À Punt?¿ No les parece raro que justo en el momento en el que la televisión pública valenciana vuelve a ser la televisión pública valenciana, el artífice dimita? ¿O lo han hecho dimitir?
Me extraña taaaanto todo. No quiero banalizar lo ocurrido por que los errores en este caso han costado muchas vidas y lo que queda de reconstrucción, pero es inevitable observar estos movimientos que siempre tienen detrás historias ocultas a la ciudadanía.
