ALICANTE. La fiebre de los apartamentos turísticos situados en pleno casco urbano, que ya arrasa en otras capitales como Barcelona (con sus derivadas generadas por los excesos, quejas vecinales y litigios de propiedad), llega a Alicante para quedarse. Y lo hace en gran medida con la vocación de abrir mercado, en busca de un nuevo perfil de visitante: turista urbanita con cierta capacidad de gasto y que no recala necesariamente en la ciudad solo en verano atraído por su oferta de sol y playa. Es decir, un modelo de turismo muy a menudo de escapadas, con visitantes tanto nacionales como extranjeros por encima de los 25-30 años y, por tanto, distinto al asociado a los apartamentos tradicionales de la Playa de San Juan, en los que se apuesta por estancias más largas (una semana o quincena, cada vez menos, un mes) y también diferente a las visitas por motivo de negocios, preferentemente orientadas hacia los hoteles.
Los ejemplos han proliferado en un periodo de menos de cinco años, gracias al empuje de internet, en los que se ha ido asentando una auténtica red de alojamientos en pleno centro por precios que oscilan entre los 75 y los 100 euros la noche. Sin ánimo de ser exhaustivos, basta una simple búsqueda en una plataforma digital especializada para encontrar desde los apartamentos Tito, en la calle San Nicolás; hasta los Apartamentos Poeta Quintana; los de Artilleros, también en la calle del mismo nombre; Boni, en la Rambla; Colors Suites, en la calle Italia; Tomate Rooms, en Altamira; los Apartamentos Prado Sastre, en Gabriel Miró; o Luces de Catedral, también en San Nicolás.
A todos ellos se suman otros de reciente creación, provistos de mayores comodidades (incluso lo que podría considerarse lujos) con tarifas por encima de los 100 euros, como Bárbara 3, en esa misma calle, o los Salvetti Suites, en el Palacio del mismo nombre, en Castaños. Y la lista no para de crecer: siguen en desarrollo las obras para convertir el Palacio de Die, un edificio protegido del siglo XVIII, en otra muestra de apartamentos turísticos junto a la concatedral y también está en fase de rehabilitación el inmueble situado entre la calle San Vicente esquina con Empecinado con el mismo fin. Hasta el Colegio Oficial de Aparejadores ha llegado a plantear al Ayuntamiento una propuesta para compatibilizar el uso del edificio de su futura sede, en la calle Altamira, con el desarrollo de apartamentos.
La nueva oleada que constituye este tipo de apartamentos también queda reflejada en el aumento que se registra en las estadísticas oficiales (los declarados) sobre la oferta alojativa de la ciudad. A cierre de 2016, la Agencia Valenciana de Turismo (AVT) tenía contabilizados 1.214 apartamentos turísticos en Alicante capital, con 6.540 plazas. Las cifras de 2010 son mucho más reducidas, casi la mitad: 715 apartamentos con 2.574 plazas. Y si se compara con los datos de hace una década, la evolución es todavía mucho más abultada. En 2006, sólo se tenía constancia de 334 apartamentos con 1.661 plazas.
Es cierto que esa evolución está condicionada por las últimas reformas en la normativa autonómica que obligan a inscribir todos los alojamientos turísticos en el registro oficial. También por las campañas de inspección (todavía pocas, según lamentan los representantes de la oferta reglada) que tratan de perseguir el fraude y han incentivado que afloren muchas viviendas de uso turístico hasta ahora clandestinas. De hecho, como publicó Alicante Plaza, a lo largo de 2016 en el conjunto de la provincia afloraron hasta 7.010 viviendas turísticas que hasta ahora permanecían en la clandestinidad.
Sin embargo, al margen de esas altas, las cifras sí permiten atestiguar la expansión de ese modelo, basado en la reforma y reconversión de edificios residenciales ya construidos para darles un uso turístico. Sobre todo, si se tiene en cuenta que la crisis del sector de la construcción también ha paralizado la creación de edificios de apartamentos de nueva planta también en la franja litoral.
Estos alojamientos turísticos urbanos también han contribuido a afianzar la posición de Alicante en el mercado de los apartamentos de la provincia. En el conjunto de la Costa Blanca, el registro de viviendas turísticas contabiliza 26.344 apartamentos declarados con 138.405 plazas. El ranking lo encabeza Benidorm, con 4.914. Y le siguen Calp (3.137); Dénia (2.738); Xàbia (2.529); Torrevieja (1.563); Orihuela (1.445); y l'Alfàs del Pi (1.399). Alicante se sitúa en octava posición con 1.214.