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premio Plaza Emprendedores a la Mejor ‘Spin-off’ de parques científicos

iPronics: chips fotónicos para revolucionar las telecomunicaciones

Tecnologías pioneras marcan el futuro de sectores como el de las telecomunicaciones. Esa es la misión de esta spin off de la UPV, que se hace con el Premio Plaza Emprendedores a la transferencia de conocimiento de los parques científicos

25/04/2024 - 

ALICANTE. España no es un país que destaque por sus contribuciones tecnológicas a la industria a nivel mundial y, sin embargo, en València existe un oasis donde buscan desarrollar tecnologías pioneras que marquen el futuro de sectores como el de las telecomunicaciones. Esta es la misión que se ha marcado la compañía iPronics, spin off de la Universitat Politècnica de València (UPV) cofundada por el catedrático de Fotónica y Comunicaciones José Capmany junto a los ingenieros y doctores Ivana Gasulla y Daniel Pérez.

Miembros del Instituto Universitario de Telecomunicación y Aplicaciones Multimedia (iTEAM), trabajan para llevar al mercado un chip fotónico programable que permita ‘democratizar’ esta fórmula reduciendo los costes. La idea es emular algo que ya pasó hace 40 años con los chips electrónicos, y es que estos circuitos pasaron de producirse de manera individual para cada casuística a replicarse todos por igual con la opción de ser programados para su fin con software.

Un proyecto que se constituyó en diciembre de 201, ubicado en la Ciudad Politècnica de la Innovación y que cuenta con el emprendedor e ingeniero Iñaki Berenguer como presidente no ejecutivo de la compañía. Un desarrollo que permitirá avanzar en el procesamiento de datos, allá donde los chips electrónicos no llegan. «La parte de la fotónica viene a complementar, a convivir con los sistemas electrónicos aprovechando las propiedades intrínsecas que tiene la luz, que son muy bajas pérdidas, muy alta velocidad y mucho ancho de banda», explica Capmany.

El desarollo de iPronics se ha convertido en el primer chip fotónico universal, programable y multifuncional en todo el mundo y es especialmente útil para las comunicaciones, centros de datos, computación cuántica, inteligencia artificial, satélites, drones o conducción autónoma, entre otras muchas aplicaciones. A día de hoy, su competencia es mínima, y está ubicada en gran medida en Estados Unidos.

El chip permite programar a demanda e interconectar los segmentos inalámbricos y fotónicos de las redes de comunicación, evitando la generación de cuellos de botella que pueden limitar tanto la capacidad como el ancho de banda disponibles. «Es el primer chip en el mundo de estas características. Puede implementar las doce funcionalidades básicas que se necesitan en estos sistemas y programarse a demanda, lo que revierte en una mayor eficiencia de los circuitos», destaca Capmany.

La reconfigurabilidad del chip permite nuevas aplicaciones comerciales al ofrecer un tiempo de comercialización más rápido con un menor coste total y una mitigación de riesgos, al tiempo que cumple con las promesas de los procesadores fotónicos: menor consumo de energía y latencia, y una velocidad computacional más rápida. Una tecnología clave para desarrollos como vehículos autónomos y tecnología LIDAR, el procesamiento de señal 5G, el aprendizaje profundo y la IA, la ciberseguridad, la secuenciación del ADN y el descubrimiento de fármacos requieren una computación mucho más rápida, flexible y eficiente en cuanto al consumo de energía.

Enfocados a los centros de datos

La compañía ya cuenta con inversores como Amadeus y Caixa Capital Risc, además de una plantilla de 42 personas de la que buena parte son personal técnico. Ahora, en una primera fase, han decidido enfocarse a los centros de datos. «Estamos desarrollando producto para tenerlo listo y salir en el segundo semestre de 2025», avanza Capmany. Entre los business angels de la compañía también se incluyen exitosos ejecutivos tecnológicos y emprendedores de Google, Facebook, Carto, Freshly, Endeavor, Oracle, Deloitte, Ferrovial y Clicars, además de Iñaki Berenguer, entre otros. 

«Los centros de datos son puramente electrónicos y hay una serie de áreas donde no hace falta cambiar los chips, porque cumplen su función perfectamente. Pero los centros de datos incorporan cada vez más tráfico y hay una parte que no necesita tratamiento electrónico, pero sí es necesario moverlos muy rápido y sin consumo de energía», señala. «Son datos que no tienen que ser procesados de manera tan fina. No tienes que entrar dentro de ellos, sino que lleguen». En su avance hacia el mercado, la compañía Vodafone ya está haciendo pruebas con el desarrollo dentro del procesador Smartlight, diseñado por la tecnológica valenciana. 

El Consejo Europeo de Innovación (EIC) también concedió a la compañía 2,4 millones de euros para llevar al mercado los chips fotónicos programables. Unas ayudas a las que se suma la selección como asociados en el en segundo proyecto europeo sobre microelectrónica y tecnologías de la comunicación bajo el mecanismo de Proyectos Importantes de Interés Común Europeo (IPCEI).

iPronics también forma parte de Valencia Silicon Cluster, en el que empresas, universidades e institutos de investigación han unido fuerzas para situar al ecosistema valenciano como entorno de aplicación prioritaria en la financiación del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (Perte) de semiconductores. Una unión que ya ha canalizado fondos de casi 14 millones del Perte para la creación de tres cátedras chip por parte de la Universitat Politècnica de València y la Universitat de València y al que ahora se suma la reinvindicación de un Campus de Semiconductores.

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