ELCHE. La marca Popa Brand nacía en 2015 en Elche de la mano de los hermanos Lucas que, tras más de 25 años de experiencia en el mundo del calzado, se lanzaron a crear su propio sello, teniendo en cuenta cada uno de los detalles del proceso tradicional, incorporando las nuevas tendencias de moda a sus diseños. Desde entonces, ha pasado por varias fases y, desde hace unos meses, la firma responsable de la marca ha entrado en concurso de acreedores voluntario, con un pasivo deudor que asciende a 3,9 millones de euros. 

La mercantil principal de Popa Brand, que es Popa Footwear, con sede en Elche Parque Industrial figura oficialmente en el registro concursal, con fecha de resolución en noviembre de este año, con un auto en marcha. En concreto, se ha declarado el concurso voluntario "sin masa" de Popa Footwear y se ha acordado consignar que el pasivo de la deudora asciende a más de 3,9 millones de euros.

La empresa se encuentra ahora en concurso, pero en años previos había mostrado, según los últimos datos disponibles consultados por este medio y ya publicados, un nivel de actividad relevante dentro del segmento de marcas de calzado con venta directa y presencia internacional. En el ejercicio de 2024, Popa Footwear facturó 5,8 millones de euros, un resultado de explotación de más de 400.000 euros y un resultado antes de impuestos de más de 190.000 euros. Antes, tal y como contó este diario en 2024, Popa Brand, según las últimas cuentas depositadas entonces (ejercicio 2023), la empresa había facturado 5,7 millones de euros, ligeramente por encima de los 5,6 millones de 2022, y con un beneficio situado "en casi 300.000 euros".

Esa misma fotografía describía una estructura apoyada en varios canales aproximadamente el 40% de las ventas online, una red de más de 700 puntos de venta multimarca en España y otros 300 en Europa, con foco en Francia, Italia, Portugal y Grecia. También se detallaba una implantación internacional con tienda en Costa Rica, con tres años desde su apertura, y una presencia creciente en Australia, con participación en ferias locales. En el plano industrial, la compañía señalaba que fabricaba en sus propias instalaciones para mantener control del proceso, y contaba con unas 40 personas trabajando para ella.

La secuencia temporal subraya el giro en poco más de un año. Del contexto de expansión comercial e implantación exterior descrito a septiembre de 2024, se pasa al auto concursal publicado registralmente este mes. Y la cifra de pasivo consignado (3,9 millones de euros) sitúa el procedimiento en un umbral que, por volumen, obliga a mirar también al contexto sectorial en la provincia. Asimismo, desde agosto de 2025 existe la empresa THC Footwear, asociada, según su web, a Popa Brand, con sede social también en Elche Parque Empresarial.

Otras firmas del calzado en concurso

En 2025, otras mercantiles del calzado alicantino han sido objeto de procedimientos concursales en distintas fases. En mayo, este diario contó los casos de Calzados Anpa (marca Crecendo Shoes) en liquidación, Calzados Almadraba con concurso sin masa concluido y Arenal Shoes, declarada en concurso sin masa con un pasivo reconocido de 778.059 euros, además de otros procesos recientes en compañías del entorno. En aquel momento, desde la Asociación Valenciana de Empresarios del Calzado (Avecal) se trasladaba que esos cierres no permitían hablar de una tendencia generalizada, aunque se advertía del encarecimiento de costes productivos y logísticos, y de factores que presionaban los márgenes.

Meses después, en octubre de 2025, el presidente de Avecal, Vicente Pastor, aludía, en una entrevista en Plaza, a un primer semestre de exportaciones con ligero aumento en la provincia y a un segundo semestre que se prevé "complicado" por la incertidumbre comercial, señalando también que la parte productiva era la que más estaba sufriendo por el aumento de costes y la presión sobre precios.

En ese entorno, el concurso de Popa Footwear, a partir de aquí, queda con un calendario inmediato ligado a los plazos señalados para impugnación y comunicación de créditos y pendiente de la evolución del proceso.