SANT JOAN D'ALACANT. Hay discos que no solo se escuchan, sino que también se recorren. Caos, el nuevo EP de Andrea Borrás, es uno de ellos. Un trabajo concebido como un relato con principio y fin, donde cada canción ocupa un lugar exacto dentro de una historia real que la artista alicantina ha decidido contar sin atajos ni filtros. “Es absolutamente emocional”, explica. Y no es un caos creativo ni vital, sino un desorden íntimo para el que necesitaba colocr cada cosa en su lugar. De ahí que las canciones mantengan su numeración original y estén pensadas para escucharse según el orden que marca el propio disco, enlazadas también desde la producción, como una narración continua. “Das al play y es una historia seguida”, apunta.
Ese planteamiento marca una diferencia clara respecto a Mía (2020), su primer álbum. Si aquel era un mosaico de emociones independientes, Caos funciona como un disco conceptual. “Sigo siendo la misma persona, con algo más de experiencia, pero aquí ha cambiado sobre todo el sonido y la forma de contar”, señala Borrás. Una producción que se acerca a terrenos más modernos y electrónicos, con una narrativa que da sentido al conjunto. Canciones que también suenan más directas, incluso más crudas, y no es casual. La autora decidió no protegerse. “No he querido ponerme ningún tipo de filtro; he intentado hacer justo lo que sentía en cada momento: euforia, felicidad, duda, rabia, etcétera”, describe. “Si sales conmigo, te arriesgas a que lo cuente; si me tratas bien, hablaré bien de ti”, confiesa sin dramatismo y con cierta ironía.
Vivir, componer y revivir
El proceso creativo fue tan intenso como necesario. Tras un tiempo sin componer, esta experiencia vital devolvió a Andrea a las musas. “Igual mi mente o mi corazón necesitaban vivir algo así para poder escribir otra vez”, reflexiona. Pero convertir esa vivencia en canciones tuvo un precio: escribir mientras se vive, producir mientras se revive. “Es el riesgo de contar verdades”, admite Borrás. “A veces piensas que lo has transmitido biben y otras que lo has conseguido demasiado bien”, describe. Y, ahora, con la historia superada, llega el momento de exponerla en directo. Este viernes así lo hará en la Sala Euterpe de Sant Joan d’Alacant, un escenario con un valor especial para ella. “Es mi sala favorita, tanto desde arriba como desde abajo. Cuando iba a tocar allí era como estar en casa, y cuando iba a ver conciertos, igual”. Destaca el trabajo de quienes la gestionan y una energía que, dice, se percibe nada más cruzar la puerta.
De lo electrónico al formato íntimo
La presentación será en un formato íntimo, solo con la guitarra y la voz, pese a que Caos es su trabajo más electrónico. Lejos de verlo como una limitación, lo asume como un reto. “Si alguien quiere escuchar el disco tal y como suena, se lo pone en casa, pero en un concierto me gusta ofrecer algo distinto, que no se va a repetir exactamente igual”, explica. Y volver al origen de las canciones, desnudas, forma parte de esa propuesta, pero adaptarlas no ha sido sencillo. Caos, el tema que da título al EP, con mayor carga instrumental, ha sido el más complejo de trasladar al directo. Para ello ha contado con la complicidad de Javi Bosque (Malafe), un apoyo clave en este proceso. “Es un lujo y un placer ir acompañada así”, reconoce.
Un desorden convertido en canciones
Aunque la escena musical alicantina vive un momento especialmente fértil para las voces femeninas, Andrea Borrás evita colocarse etiquetas o posiciones. Su día a día, compaginando su proyecto personal con el trabajo como cantante en eventos, la mantiene con los pies en la tierra. “Estoy feliz de que salgan voces femeninas emergentes y aquí estaré siempre para apoyar”, afirma sin más pretensión. ¿Y después de Caos? No hay planes cerrados ni promesas. Tampoco necesidad de hacerlas. “Del futuro no me gusta hablar; prefiero ir haciendo conforme voy sintiendo y, si vuelve a pasar algo y me apetece escribir, veremos qué sale”, apunta. De momento, ya ha hecho lo más difícil: ordenar el desorden y convertirlo en canciones.