ALICANTE. El alcalde de Alicante, el socialista Gabriel Echávarri, ha afirmado este jueves que no se "rasgará las vestiduras" en caso de que la multinacional sueca Ikea opte por una ubicación distinta a la capital de la provincia y ha advertido de que si no es la empresa del mueble "serán otros" quienes se instalen en Rabasa. Así, ha precisado: "El problema será para ellos porque no estarán en la capital".
En declaraciones a los medios, antes de visitar el Mercado Municipal de Babel, Echávarri ha instado a la multinacional a explicar por qué suspendió la reunión prevista para este miércoles en Madrid con el concejal de Urbanismo, Miguel Ángel Pavón, el portavoz municipal, Natxo Bellido, y la portavoz del PSPV, Eva Montesinos.
Además, espera que en la reunión de la Comisión de pleno sobre Ikea, que se celebra este viernes con presencia de todos los partidos, tanto PP como Ciudadanos digan si les parece "bien" que la multinacional llegue a terrenos de Alicante con un macrocentro comercial anexo.
"Nos dijeron lo que querían en la ciudad: 300.000 metros cuadrados, con 40.000 de Ikea y 80.000 de macrocentro, la última (oferta) que conocemos de Ikea y no la han revocado", ha advertido el alcalde, que ha anunciado que preguntará en la comisión de este viernes a la oposición "si les parece bien; y si no, consensuar una postura de todos los grupos para ir a Madrid y ofrecerla, de todos porque no se puede politizar".
"Claro que queremos que venga Ikea, como cualquier inversión, que venga de forma honrada y transparente a hacer negocio", ha recalcado Gabriel Echávarri, que ha asegurado que tras el desestimiento de Alicante Avanza para desarrollar la Actuación Territorial Estratégica (ATE) en Rabasa dos "grandísimas multinacionales que se han dirigido al Ayuntamiento para desarrollar ese suelo y algunos con proyectos muy interesantes".
El alcalde ha visitado junto al asesor de Comercio, Pedro de Gea, el mercado municipal de Babel y el mercadillo adyacente. El objetivo, según ha explicado, era tomar "el pulso del comercio, que es una de las apuestas decididas del equipo de Gobierno". Así, ha señalado que asistía para detallar de "primera mano" la situación de varios "puestos nuevos" y del local que dejó un gran supermercado y de los proyectos para instalarse en ese espacio ahora vacío.
No obstante, preguntado al respecto, ha afirmado que la visita estaba "fijada" con antelación y que no está vinculada a la denuncia del PP en Fiscalía por presunto fraccionamiento de facturas desde la Concejalía de Comercio en cuestiones como la instalación de nueva señalización en los mercados. "Se tuvo que cancelar y venimos hoy", ha alegado y ha razonado: "el señor Luis Barcala -portavoz del PP municipal-, no marca la agenda del señor alcalde", ha concluido.
La portavoz municipal de Ciudadanos (Cs), Yaneth Giraldo, ha manifestado, por su parte, su máxima preocupación por "el lío que se lleva entre manos el tripartito a propósito de Ikea". "En este sentido nosotros solo tenemos que pronunciarnos sobre una cuestión esencial y es si Alicante puede permitirse el lujo de espantar a Ikea".
También ha añadido la portavoz que "el truco que nos ha planteado el alcalde para pronunciarnos sobre el macrocentro anexo que reclama Ikea es ridículo, además de pueril, ha tenido dos años para resolver ese asunto y no ha hecho nada, por eso solo nos cabe reclamarle al señor Echávarri que ejerza de una vez por todas de alcalde, que reflexione sobre la renta per cápita en Alicante, los índices de paro, y los ingresos que podría obtener el Ayuntamiento por la instalación de Ikea; y que llegue a su propia conclusión". "Cosa distinta es que aquí hubiera pozos de petróleo y tuviéramos el nivel de renta de Dubái, que no es el caso", ha puntualizado Giraldo.
Desde Ciudadanos se recuerda que el pasado 25 de octubre de 2016, el alcalde llevó al Consejo Local de Comercio la propuesta de modificar el Plan General para prohibir la instalación de nuevos hipermercados, asunto que están dispuestos a llevar a un próximo pleno. "Echávarri ya tomó entonces la decisión de vetar Ikea sin encomendarse ni a dios ni al diablo, y sin tener en cuenta que en política no todo es blanco o negro, y que hay muchos matices; en consecuencia, que sea él quien se pronuncie sobre el macrocentro", ha subrayado la edil.
"Lo que no puede ser es que desde el minuto cero de la toma de posesión del tripartito todo hayan sido reparos a Ikea, sin previsión alguna de acotar un suelo apetecible y bien comunicado, sin voluntad real de llegar a un consenso con la multinacional, sin dialogar con las juntas de vecinos, donde están las asociaciones de comercio, sobre su opinión sobre Ikea y el macrocentro; esto es lo que tiene que preguntarse el alcalde", ha puntualizado Giraldo.