VALENCIA. Mariano Rajoy desvelará este jueves la composición de su nuevo Gobierno, del que no hay ninguna pista pero sí muchas quinielas. Entre ellas, una carambola que arreglaría muchas cosas en el PP de la Comunitat Valenciana, empezando por el gesto de Rajoy de incluir en su Ejecutivo una representación valenciana más numerosa que un ministro con casa en Xàbia -García Margallo- y uno o ningún secretario de Estado.
El movimiento, del que hablan con prudencia en las filas populares, tiene fundamento, ya que desde el entorno de La Moncloa han preguntado a personas ajenas al partido por Juan Carlos Moragues. No ha sido ahora, fue en verano -el 30 de agosto Rajoy hizo su primera tentativa de ser investido presidente-, pero las buenas palabras de entonces, porque fueron buenas, pueden servir ahora.
Estas fuentes con contactos en Madrid ven poco probable -pero no lo descartan- que Moragues sea nombrado ministro, dado su perfil técnico, aunque en los últimos años se haya acentuado su faceta política, con afiliación al PP incluida. "No es un pata negra del PP", afirman. Sin embargo, ven muy factible que ocupe una Secretaría de Estado y piensan en el Ministerio de Hacienda, el escenario donde esta legislatura se debe resolver lo que Ximo Puig ha bautizado com "el problema valenciano": la infrafinanciación crónica de la Comunitat.
Moragues goza de reconocimiento en el departamento que dirige Cristóbal Montoro. En su etapa de conseller no logró que el ministro revisara el modelo de financiación cuando tocaba pero supo negociar con él varias soluciones transitorias al ahogo financiero de la Generalitat, como el déficit asimétrico o el tipo de interés cero de los préstamos del Estado a la Comunitat Valenciana. Como delegado del Gobierno, ha hecho equilibrismo para defender lo indefendible -la inacción de Montoro-, con bastante solvencia desde el punto de vista técnico, dadas las circunstancias.
El ascenso de Moragues a un puesto relevante en el Ministerio de Hacienda sería una muy buena noticia para la Comunitat Valenciana, pero sobre todo lo sería para el PPCV. Cualquier éxito en la negociación del nuevo modelo de financiación autonómica ya no sería exclusivo del Gobierno de Ximo Puig, puesto que debería compartirlo con el representante valenciano en el Gobierno popular.
Según las mismas fuentes, Moragues no es el único nombre valenciano en las quinielas que se manejan en el entorno de La Moncloa. La líder del PPCV, Isabel Bonig, manifestó este miércoles que "claro" que el gustaría tener un ministro valenciano. "Lo hemos transmitido, como también nos gustaría que en otros escalafones de la Administración que son muy importantes hubiese presencia valenciana", afirmó.
Y es que una pequeña porción de poder valenciano en Madrid, después de tantos años, no sólo supondría una muestra de confianza en la dirección del PPCV sino que ayudaría a encajar algunas piezas. Por ejemplo, el futuro de Luis Santamaría, actual presidente de la gestora del PP de la ciudad de Valencia situado por la confianza que Bonig tiene depositada en él.
De hecho, el hipotético ascenso de Moragues ayudaría a despejar la Delegación del Gobierno para Santamaría, que podría ocupar este puesto que varias veces ha anhelado con el objetivo de ganar visibilidad de cara su candidatura a alcalde de Valencia en las elecciones municipales de 2019.
Luis Santamaría estuvo a punto de ser delegado del Gobierno en dos ocasiones. La primera, tras la dimisión de Paula Sánchez de León, a mediados de 2014. Santamaría era subdelegado del Gobierno y aspiraba al puesto, pero Alberto Fabra maniobró para que el Gobierno nombrase a Serafín Castellano con el fin de sacarlo del Consell, y nombró a Santamaría conseller de Gobernación en sustitución de Castellano.
La segunda ocasión se dio cuando Serafín Castellano fue destituido tras ser detenido en el marco del caso Avialsa, de presunta corrupción en la contratación de medios antiincendios. Todo el mundo en el PP valenciano dio por hecho que Santamaría sería su sucesor, pero el Gobierno nombró a Juan Carlos Moragues.
Las mismas fuentes aseguran que en el entorno de Presidencia del Gobierno se hablaba este miércoles del posible nombramiento de dos ministros independientes cuyos nombres habrían sido pactados con el líder de Ciudadanos, Albert Rivera. Rivera siempre rechazó, tanto en sus pactos con el PP como con el PSOE, estatales o autonómicos, estar en un Gobierno donde Ciudadanos no tuviera la mayoría.