El club franjiverde tiene unos 400.000 euros sin consumir del actual límite salarial, un margen que se evaporará con la finalización del curso, ya que no se acumula para el siguiente.
ALICANTE. La renovación de Pacheta, Nino y Neyder son algunas de las conocidas patatas calientes a las que se enfrenta Nico Rodríguez, el flamante nuevo director deportivo del Elche, pero ni mucho menos la única.
El club franjiverde calcula que la Liga de Fútbol Profesional (LFP) puede asignarle un límite salarial para el curso 2019/20 de unos 4,5 millones de euros, lo que implicaría un incremento respecto al que se le fijó de cara al mercado de invierno de fichajes que, a su vez, ya era mayor que el del verano pasado.
Ahora bien, de ese límite salarial del que finalmente disfrutó en la ventana de fichajes de enero, existe margen todavía, es decir, la carga salarial del Elche aumentó en ese mercado pero su límite salarial lo hizo aún más. Existirían ahora mismo unos 400.000 euros 'sin gastar' que se perderán con la finalización del ejercicio 2018/19, el 30 de junio, ya que no se acumulan de cara al próximo curso. De ahí que, con toda probabilidad, el club opte por negociar alguna rescisión por adelantado, es decir, con el objetivo de cerrarla antes del 30 de junio y así no ver comprometido de entrada su futuro límite salarial.
El Elche cuenta con varios futbolistas con contrato en vigor la próxima temporada que cuesta creer que vayan a continuar, con independencia de que lo haga o no Pacheta. El caso más llamativo es el de Jony Ñíguez, pero también está el de Jesús Olmo y la inmensa mayoría de la amplia nómina de cedidos. A diferencia de estos últimos (los Iván Calero, Provencio, Nando Quesada, Collantes, Lolo Plá o Benja), con Jony y Olmo el club podría optar por negociar una rescisión de contrato antes del 30 de junio, consumiendo así el margen de carga salarial de que dispone todavía y evitando que esas decisiones afecten al futuro límite salarial.