ALICANTE. Nueva etapa política con nuevas perspectivas para la planificación de infraestructuras que dependen de la Generalitat. Ese fue el balance global que se puso sobre la mesa en el encuentro de trabajo celebrado este jueves entre representantes del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Alicante, del Partido Popular (PP), y de la Conselleria de Medio Ambiente, Agua, Infraestructuras y Territorio, con Luis Barcala y Salomé Pradas al frente. Tanto fue así que en la reunión se sentaron las bases para reformular la prolongación del servicio de tranvía hacia los barrios de la zona sur de la ciudad, como planteaba el PP durante la pasada campaña electoral, con una revisión de la propuesta esbozada por el anterior Consell del Botànic (PSPV-PSOE, Compromís y Unides Podem EU) durante la pasada legislatura.
En concreto, los responsables de las dos administraciones se concertaron para trabajar en un nuevo diseño que extienda el servicio de tranvía hasta el barrio de San Gabriel con un ramal que partiría de la futura estación del Tram en Renfe, en sustitución de la propuesta por la que se había optado hasta ahora, bajo el mandato del Botànic, con la que se aspiraba a cerrar un recorrido circular sobre el eje de la Gran Vía hasta conectar con la Línea 2 hacia San Vicente del Raspeig.
En ese planteamiento primigenio, dado a conocer por primera vez en 2021, se apuntaba a la creación de dos nuevas líneas. La primera debía llegar hasta La Florida, desde la futura estación de Renfe con un recorrido paralelo al cajón soterrado del ferrocarril que incluiría un primer tramo subterráneo. En su avance, discurriría hasta llegar al barrio de Princesa Mercedes, donde saldría a superficie, y se redirigiría a través de la calle Ausó y Monzó, para cruzar la Gran Vía y llegar a la avenida de Orihuela. Después, conectaría con el centro comercial Puerta de Alicante tras entroncar con la Vía Parque, a través de la calle Río Muni. En su presentación, se apuntó que su puesta en marcha supondría un presupuesto estimado de 35 millones y que se abordaría en el horizonte del año 2026.
La segunda nueva línea anunciada entonces, a la que se nombró como Línea-6, también partiría de la estación de tranvía en Renfe en subterráneo para continuar por la Gran Vía, ya con un recorrido en superficie, ante el frente de los barrios de Juan Pablo II y de La Torreta. Más tarde, el trazado proseguiría en sentido norte a través de la calle Teulada hasta entroncar con la Vía Parque y seguir en dirección a San Vicente a través de la avenida de Novelda.
Allí conectaría con el trazado actual de la Línea 2, a la altura de Ciudad Jardín, lo que permitiría que el itinerario continuase también hasta el Hospital de San Vicente, en cuanto se ejecute ese ramal de prolongación en el casco urbano del municipio vecino (en principio, a través de la calle Alicante y Ancha de Castelar). De este modo, se pretendía completar un anillo circular que permitiría recorrer todo el término de Alicante con una inversión estimada de 40 millones que, según se anunció hace tres años, debería acometerse a partir de 2027.
No obstante, esa planificación no llegó a plasmarse nunca en proyectos constructivos concretos, según recalcó este jueves el mismo Barcala. De hecho, tampoco se dio traslado de su contenido al Ayuntamiento y se presentaron sin conocer con carácter previo el criterio técnico que podría tener la Concejalía de Urbanismo al respecto. De ahí que el propósito sea ahora que los técnicos del departamento autonómico y de esa concejalía puedan trabajar "de forma coordinada" en la definición concreta del nuevo itinerario pretendido, según concretaron Barcala y Pradas. Todo, según dijeron, con el objetivo de poder extender el servicio tranviario hasta los barrios más populosos. "De nada sirve hacer pasar el tranvía por lugares en los que no va a haber pasajeros que recoger", señaló el primer edil.
En todo caso, en el encuentro de este jueves no se facilitó ningún avance sobre el recorrido concreto de esa extensión del servicio hasta San Gabriel. Solo se anticipó que se contemplarían los nuevos sistemas tranviarios disponibles en la actualidad, como los propulsados por carga eléctrica y, por tanto, sin necesidad de requerir de una infraestructura en la que se incluya la instalación de catenaria, según explicó Pradas. Se trataría, en consecuencia, de alternativas menos exigentes en términos de ocupación de espacio público, entre otras ventajas, según remarcó.
Esa prolongación hacia los barrios de la zona sur del término municipal sería complementaria a la diseñada para llevar el Tram hasta los municipios de Sant Joan d'Alacant y de Mutxamel, en un trazado que se mantendría con el itinerario dado a conocer hasta ahora, a través del PAU 5 de Playa de San Juan y de Nou Nazareth hasta llegar al Hospital Universitario.
Al margen de ello, en la reunión de trabajo también se abordó la planificación de los terrenos liberados de las vías del ferrocarril de la llamada Operación Integrada número 2 (OI/2), con una ordenación estructural aprobada por el pleno el pasado mes de mayo, y ahora pendiente de redacción de su ordenación pormenorizada, en el que quedará encuadrada la estación intermodal.
Al respecto, Barcala y Pradas coincidieron en que el objetivo que se persigue con el diseño de ese futuro nodo de transportes, en un ámbito en el que deben coexistir la próxima estación de tranvía de "inicio inminente", la nueva estación de ferrocarril y los autobuses interurbanos, es que el conjunto de esas terminales se organice en subterráneo "para tener encima el Parque Central". "Eso significa tener la conectividad también soterrada", añadió el primer edil, con lo que recalcó que se debe procurar que el tráfico generado por la circulación de los autobuses "que ahora no discurren en esa zona" no acaben provocando un problema en el Centro de la ciudad.
Conselleria y ayuntamiento barajan una solución para la estación de autobuses con accesos también soterrados
"Mal estaríamos planificando si el tráfico de autobuses de línea regular de repente fuera por donde ahora no va y no genera ningún problema", señaló. En todo caso, apuntó que existen alternativas para encajar también la estación de autobuses en ese mismo espacio, e igualmente en soterrado, como ya se planteó el pasado octubre, aunque subrayó la importancia de definir bien su ubicación porque de eso depende también "la ubicación de los accesos de esos autobuses y lo que queremos es que no impliquen generar un problema, ni impidan el desarrollo del plan de movilidad de la ciudad", apuntó Barcala.
"Sitio hay", confirmó, "claro que hay sitio; la cuestión es que sea la mejor distribución posible", añadió, para llegar a sugerir la oportunidad de que esos accesos también puedan concebirse con un vial soterrado. Así, apuntó la posibilidad de que se diseñe "una vía que conecte la autovía directamente desde la Vía Parque en la que los autobuses desparezcan hasta la estación estaríamos quitando de superficie un volumen de tráfico importante", resaltó. "Ese volumen de tráfico no lo quiero en superficie y creo que en eso podemos estar de acuerdo todos", concluyó.