BENIDORM. Las viviendas de uso turístico siguen en el centro del debate en este sector. La consellera de Innovación, Industria, Comercio y Turismo, Nuria Montes, está preparando un nuevo Decreto Ley que modificará algunos aspectos de la normativa actual, al tiempo que el ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy, visita la provincia de Alicante para conocer de primera mano la situación actual. Un foco sobre el alquiler vacacional en los últimos meses sabiendo que el incremento de estas plazas sigue subiendo, al menos, en Benidorm.
Uno de los destinos por excelencia tanto para hoteles como para vivienda turística es la capital de la Costa Blanca. Desde la pandemia, el número de registros de alojamientos de esta tipología no ha parado de crecer. Así lo recogen los datos aportados por Turisme Comunitat Valenciana, aunque hay salvedades.
En el año 2020, a 24 de julio, se contabilizaban 8.747 viviendas registradas en Benidorm, cuatro años más tarde, llegaban a los 9.502. Esto supone un aumento de 755 viviendas, un 8,63% más. Si bien es cierto que la subida es mayor si no se tiene en cuenta a aquellas que están situadas en bloques de apartamentos turísticos. Es decir, las que se ubican en edificios residenciales se ha incrementado más aún: pasando de 7.029 a 7.821, o lo que es lo mismo, 792 unidades más, un 11,27% de incremento. Por contra, en los bloques ha caído con la baja de 37 unidades, pasando de los 1.718 a los 1.681.
Desgranado por años, en 2021 crecieron las viviendas turísticas en 136 unidades, otras 293 al año siguiente, a las que se sumaron 99 en 2023. A 24 de julio de 2024 se contabilizaban otras 264 más. El sector ha sido imparable incluso en momentos complicados como la pandemia.
Con todos estos datos, se comprueba que una amplia mayoría del alquiler vacacional está registrado en edificios residenciales, abarcando el 82,3% de la oferta total de este sector. A lo que hay que añadir el mercado ilegal que compite con otras armas. La administración autonómica lleva años, antes de la pandemia, tratando de sacar a la luz toda aquella que trabaja al margen de la normativa, desde entonces, el ritmo de crecimiento anual es parejo.
Aunque el Ayuntamiento de Benidorm no se plantea tomar medidas para ordenar o acotar esta actividad -tampoco analizar cómo está la situación-, desde el gobierno central y el autonómico están tratando de desarrollar políticas que persigan tanto la oferta ilegal como aquella que pueda afectar a otros ámbitos sociales, como es la subida del precio del alquiler y venta de viviendas. Un aspecto, este último, que rechazan desde las asociaciones dedicadas al alquiler vacacional.