ALICANTE. El domingo, minutos después de decidir el cese de Claudio Barragán, no quiso hacer declaraciones pero este martes no le quedaba otra.
Juan Carlos Ramírez, en la rueda de prensa en la que anunciaba que deja la presidencia en manos de Quique Hernández, era preguntado por la delicada situación deportiva que atraviesa el club del que no olvidemos que tiene y seguirá teniendo las llaves, todo y su renuncia al cargo de máximo mandatario, a través de la sociedad Zassh Tecnológica.
El empresario vasco se mostró crítico con la plantilla la que emplazó a "dejar de de mirarse el ombligo" y "correr más".
"Podemos traer veinte entrenadores, pero estamos en manos de los jugadores", sentenciaba el hasta este martes presidente del Hércules, si bien retan por completarse toda una serie de trámites legales para hacer efectivo el cambio.
