VALÈNCIA/ALICANTE.- El año que queda atrás ha estado profundamente marcada por las consecuencias de la terrible dana que asoló la provincia de Valencia a finales de 2024: un ejercicio de reconstrucción pero también de convulsión política, que ha terminado con la renuncia del ya expresidente de la Generalitat, Carlos Mazón, y la investidura de un nuevo jefe del Consell, Juanfran Pérez Llorca.
Desde hace más de una década, la redacción de Alicante Plaza elabora al final de cada ejercicio su particular termómetro en el que mide la temperatura a 24 políticos destacados de la Comunitat. A los que mejor les ha ido el año se les considera 'on fire' y vienen marcados con el color rojo, que se transforma en un tono más templado y va menguando hasta alcanzar la zona azul de frío, que representa la zona de los dirigentes que han quedado más arrinconados o en peor posición política. Finalmente, la evolución de los colores termina en el gris propio de los que han dado un paso -voluntario u obligado- fuera de la primera línea. Para bien o para mal, estos son los 24 protagonistas políticos del año para Alicante Plaza en el ámbito autonómico y provincial:
1. Juanfran Pérez Llorca (PP). Pocas veces ha estado más claro un número uno en este termómetro: el ya exalcalde de Finestrat comenzó el presente ejercicio como portavoz en Les Corts y secretario general del PPCV, una posición en la que ejercía de mano derecha de Carlos Mazón en el plano orgánico y parlamentario. La insostenible situación de su jefe de filas terminó provocando la renuncia y, tras no sin cierta incertidumbre y tensión, la decisión de Génova de que Pérez Llorca se convirtiera en nuevo presidente de la Generalitat. A ello se le sumó días atrás su designación como nuevo líder del PPCV; eso sí, bajo la imposición de una gestora por parte de la dirección nacional, el único pequeño tropiezo que ha sufrido desde que heredara el puesto de Mazón.
2. Luis Barcala (PP). El alcalde de Alicante ha tenido un año más plácido que sus compañeros del PPCV. Con el respaldo de Vox a las cuentas municipales, por tercera vez, a cambio de contraprestaciones ideológicas y simbólicas, Barcala ha podido llevar a cabo un ejercicio tranquilo, con puntuales polémicas (quizás la más sonada, la de solicitar que Alicante sea declarada ciudad históricamente castellanohablante, o la de las obras de la Cámara de Comercio en Panoramis), manteniendo un discurso propio, con un medida distancia hacia la crisis vivida en la Generalitat Valenciana por las consecuencias, y con ojo más pendiente de Génova que del Palau. La gestión sigue teniendo altibajos, con frentes abiertos como todo lo relacionado con las zonas acústicamente saturadas, o la siempre discutida limpieza de la ciudad, pero la estabilidad presupuestaria y la falta de liderazgos en la oposición hacen que Barcala haya pasado un 2025 solvente y sin visos de tener problemas en 2026.
3. Llanos Massó (Vox). La presidenta de Les Corts se mantiene como uno de los principales baluartes de su partido en la Comunitat Valenciana desde su atalaya institucional. En 2024 se le ha visto más asentada a las particularidades de su cargo y con mayor temple en la conducción de los plenos en el hemiciclo. De por sí, esto no sería suficiente para situarla en un puesto tan alto de este termómetro, pero el buen estado de forma de su partido, con el ascenso meteórico en las últimas elecciones extremeños y las buenas proyecciones en los sondeos, han convertido el ejercicio que termina en un gran año para Massó.
4. Marián Cano (PP). Se cumple casi un año desde su llegada al Consell para relevar a Nuria Montes. La política nuciera sigue con discurso y actividad frenética. En el caso de turismo, con el aire económico a favor y con el aval de haber hecho una importante limpieza en el registro de apartamentos turísticos ilegales. Otro debate es el de la turismofobia en las grandes ciudades. En Innovación, el Ivace+i se ha cconvertido en el principal bajo ejecutor de las política innovadora en las empresas. Quizás en Industria esté el flanco más débil, aunque parte de la responsabilidad no le corresponde a ella, sino a la política urbanística. La Comunitat sigue necesitando crear más suelo industrial. En cambio, la modernización de las áreas industriales si que se ha multiplicado en casi todos los ámbitos y partes de la Comunitat Valenciana.
5. Rebeca Torró (PSOE). A buen seguro, el año 2025 será inolvidable para la dirigente ontinyentina. La caída de Santos Cerdán en la formación socialista provocó una reforma orgánica de Pedro Sánchez que terminó con Torró como secretaria de Organización del partido, el puesto más importante después del liderazgo y que sólo unos pocos valencianos han podido ostentar. Un cargo de responsabilidad que, dada la situación de las siglas, no está exenta de dificultades y sinsabores, como se ha visto con el escándalo de los casos de acoso en la formación socialista o con los duros resultados sufridos en las elecciones de Extremadura.
6. Pablo Ruz (PP). El alcalde de Elche también ha tenido un año plácido, aunque no exento de ciertas polémicas de ámbito más local. El equipo de gobierno que lidera mantiene una intensa actividad de modernización de zonas urbanas y de atención a las pedanías, con la puesta en marcha del nuevo servicio de autobús. Quizás la falta de una mayor inversión por parte de la Generalitat Valenciana en la ciudad, con el proyecto estrella del E-Tram todavía en pañales, es suplido por una hiperactividad en apoyo y promoción de actos religiosos y folklóricos. Pese a ello, Ruz sí que ha mantenido siempre un discurso reivindicativo frente a las instituciones y decidida apuesta por promover la vivienda asequible y por el desarrollo de proyectos como el de la empresa PLD Space.
7. Rubén Alfaro (PSPV). El nuevo secretario provincial del PSPV en la provincia de Alicante se ha involucrado de lleno en el proyecto de Diana Morant. Alfaro, también alcalde de Elda, ha elevado el nivel de actividad de la organización, el número de comparencias públicas para fiscalizar la situación de la Comunitat Valenciana y ha dejado ver que al menos existe el propósito de mejorar los resultados en aquellas ciudades que son verdaderos agujeros negros para el partido, como Alicante o Torrevieja. Y por primera vez, existe una sintonía entre la acción de la ejecutiva del partido y sus acciones en determinados ayuntamientos y en la Diputación de Alicante.
8. José María Llanos (Vox). El portavoz del partido de Abascal en Les Corts aparece después del protagonismo y visibilidad obtenido en el último año. Pese haber salido del gobierno autonómico en 2024, la pérdida de crédito sufrida por Mazón y el PP a causa de la Dana ha acentuado la dependencia de Vox en el hemiciclo, lo que ha proporcionado cotas de mayor lucimiento a la formación ultraconservadora, quien ya había logrado no pocas concesiones para la aprobación presupuestaria de este ejercicio. Con la llegada de Pérez Llorca y, de nuevo, la necesidad de los votos de Vox, el partido de Abascal volvió a situarse en el centro del foco mediático. En todos estos momentos, Llanos ha sido la cara y voz de su partido, mostrando su versión más dinámica como parlamentario.
9. Fernando Pastor (PP). Nuevo síndic del PP en las Cortes Valencianas, ha pasado al primer plano de la política autonómica. Desde que dejó la política allá en Alcoy, por 2015, siempre tuvo papeles de segunda fila en el grupo parlamentario y en el partido. Portavoz de alguna sectorial, como Turismo, hasta 2023 y coordinador de la campaña electoral provincial en 2019. Sin embargo, la salida de Mazón le ha situado en el centro de los focos, ahora como portavoz y escudero de las políticas del nuevo presidente, Juanfran Pérez Llorca, y defensor de las políticas del nuevo Consell.
10. Vicent Arques (PSPV). El alcalde de L'Alfàs del Pi y portavoz del PSPV en la Diputación de Alicante ha logrado que exista una oposición constructiva en la institución provincial que preside Toni Pérez. Otra cosa es que la mayoría absoluta del PP le dé alguna oportunidad, que no es el caso. Pero Arques ha logrado reunir a los empresarios para hacerles ver que la Diputación no funciona tan bien como se intenta trasladar, que las obras acumulan retrasos de varios años y que la política de subvenciones se plantea con mucho retraso y sin tiempo para que los ayuntamientos puedan justificar el dinero recibido. Ante la atonía de la institución, el PSPV hace propuestas que el PP no tiene a bien estimar.
11. José Antonio Rovira (PP). Con la llegada del PP a la Generalitat, le tocó asumir la conselleria de Educación, Cultura, Universidades y Empleo y canalizar todos los cambios que le exigió el pacto con Vox y que los propulares prometieron en la campaña. Uno de los más controvertidos fue la Ley de Libertad Educativa, que permite a los padres y madres elegir la lengua base en la primesa fase de la enseñanza: la medida se ejecutó con una polémico referéndum y con varias jornadas de huelga por parte del profesorado. Además, Rovira también sufrió críticas por su actuación en los municipios afectadas por la Dana, hecho agravado por su comparecencia en el Congreso. Pese a que en los mentideros del partido se apuntaba a su posible salida del Consell, Pérez Llorca decidió reforzarlo otorgándole la importante cartera de Hacienda y Economía, quizá la más indicada por su formación académica.
12. Vicente Martínez Mus (PP). El vicepresidente tercero del Consell se mantiene en la zona intermedia del termómetro al cierre del presente año. Es cierto que Pérez Llorca ha sumado a sus competencias el área de reconstrucción, lo que indica un buen nivel de confianza en su gestión, si bien también resulta relevante mencionar que fue rebajada su posición institucional pasando de vicepresidente segundo -donde le había colocado Mazón- a tercero, por detrás de José Díez. Un pequeño detalle que refleja una cierta distancia entre la confianza que disponía por parte del anterior presidente de la Generalitat y la del nuevo inquilino del Palau. Pese a esto, resulta indiscutible que Martínez Mus ha consolidado su papel de referente en el Consell en el último año.
13. Susana Camarero (PP). También en zona de calma se sitúa la vicepresidenta primera del Gobierno valenciano en el balance general del año. La dirigente popular ha atravesado momentos difíciles estos meses con la aparición de informaciones en relación a la jornada de la Dana, como la de que Camarero estuvo conectada a la reunión clave del Cecopi el trágico 29 de octubre, concretamente desde las 17 horas hasta las 17.40, para después abandonarla para acudir a una entrega de premios, o por la gestión de la teleasistencia en aquel día. Eso, unido al desgaste como portavoz del Consell, habían dejado en una situación delicada a la vicepresidenta. No obstante, Pérez Llorca ha optado por retirarle esa competencia y la siempre complicada en Servicios Sociales, para otorgarle Vivienda y mantener su rango, lo que demuestra que Camarero sigue siendo influyente en el PP -muchos ven la influencia de Génova en su continuidad- y también en el ámbito institucional.
14. Pilar Bernabé (PSOE). La delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana venía de un ejercicio en el que su posición se había visto muy reforzada por la visibilidad y papel ejercido en -y tras- la Dana, además de por su nombramiento como secretaria de Igualdad (número 4) de la formación socialista en España. Una tendencia reforzada con el ascenso a líder del PSPV de València ciudad con proyección clara de ser la futura candidata al Ayuntamiento de València. No obstante, el segundo semestre ha rebajado en cierta medida las expectativas respecto a Bernabé: por un lado, los problemas de deterioro de la marca PSOE y de crédito de Pedro Sánchez, que amenaza con salpicar a sus dirigentes más próximos con mayor exposición, y por otro, la multitud de frentes diversos a los que se enfrenta la dirigente por sus diferentes cargos, como ha ocurrido con la gestión de los casos de acoso dentro del partido.
15. Vicente Mompó (PP). En la zona intermedia también se sitúa el presidente de la Diputación de Valencia y líder de la formación popular en esta provincia. La mejor noticia para el alcalde de Gavarda es la comprobación de que la enemistad entre PSPV y Ens Uneix, su socio necesario para mantener el gobierno en la institución que lidera, parece continuar e incluso agravarse, lo que aleja una hipotética moción de censura. Más dudas genera su posición orgánica al hacer balance del año: Mompó tiene un control importante en su demarcación, ha conseguido incluir a uno de sus afines -Carlos Gil- como secretario general de la gestora del PPCV y mantiene una buena relación con las direcciones provinciales, en especial con Marta Barrachina; pero el amago realizado para que sucediera a Mazón como líder del PPCV no gustó a Génova. Esta circunstancia, sumada a la distancia que le separa con otra referente como María José Catalá, le dejan a la espera de acontecimientos futuros en el área templada del termómetro.
16. Joan Baldoví (Compromís). El portavoz de Compromís cierra la zona intermedia del termómetro como referente más visible de la coalición valencianista. Una formación que termina el ejercicio dando la sensación de poco avance en una situación políticamente favorable de deterioro del PP en la Generalitat. Baldoví ha intercalado certeras intervenciones en Les Corts con otras donde le ha faltado la frescura de antaño. La coalición se divide -además de haberlo hecho en el Congreso- entre los que defienden el ascenso que algunos sondeos señalan para su marca y los que consideran que Compromís no está sabiendo aprovechar una oportunidad de oro para crecer en un mal momento del PP y del PSPV-PSOE en la Comunitat. Baldoví, de alguna manera, ha reflejado en cierta medida esa posición de standby de sus siglas: se mantiene pero no parece avanzar.
17. Diana Morant (PSOE). La ministra y líder del PSPV-PSOE acaba un ejercicio sin poder asegurar -al menos los sondeos no lo indican- una mejoría clara de su proyección en la Comunitat Valenciana. Un hecho este que resulta en cierta medida preocupante dado que en el eterno rival, el PP, se ha producido el adiós del presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, tras haberse agotado su crédito por lo conocido respecto a su gestión el día de la Dana. La buena noticia para Morant es que en las encuestas resiste y todavía tiene tiempo para mejorar sus posibilidades; la mala es que la coyuntura en el escenario nacional no parece que vaya a ayudarle. El pobre resultado de los socialistas en Extremadura ha marcado el inicio de una etapa de procesos electorales donde la vinculación y proximidad con Pedro Sánchez parece restar: en este punto, la líder del PSPV se enfrenta a un año decisivo para conocer sus opciones reales para presidir la Generalitat, algo que se antoja difícil si no hay golpe de timón o giro del viento.
18. Ruth Merino (PP). Uno de los fichajes estrella de Carlos Mazón en 2023 fue la exportavoz de Ciudadanos, que concurrió como número siete en la lista por la circunscripción de Valencia. Tras la victoria electoral, Merino se convirtió en portavoz del Gobierno valenciano y en consellera de Hacienda, una cartera de notable importancia al corresponderle la elaboración de los presupuestos, modificaciones de crédito y, en definitiva, todo lo relativo al reparto económico dentro del Ejecutivo. Si el año pasado ya descendió enteros al perder la portavocía del Consell, este año era la única responsable autonómica que perdía su cargo en la remodelación acometida por Pérez Llorca en su llegada al poder. Sin embargo, en los últimos días se ha producido el nombramiento de Merino como secretaria autonómica ante la Unión Europea y las Comunidades Autónomas, algo inusual al ser un cargo de inferior categoría que el que ostentaba, pero que la mantiene todavía dentro del Gobierno valenciano.
19. Carlos Fernández Bielsa (PSOE). El alcalde de Mislata se mantiene dentro del termómetro aunque en puestos fríos después de un año agridulce con una recta final que se ha complicado más de lo previsto. Así, el dirigente socialista logró en marzo un valioso triunfo por la mínima en las primarias por el liderazgo provincial de Valencia en el partido: una victoria que le permitió mantener el cargo aunque en una situación de división máxima y no con pocos amagos de ruptura, una situación de inestabilidad que amenaza con prolongarse en el tiempo. Al margen de esto, una mala noticia para Bielsa en el año que queda atrás es la constatación de que el asalto a la Diputación de Valencia mediante una moción de censura se ha alejado notablemente por la falta de sintonía con Ens Uneix, por lo que la institución parece quedar fuera de su alcance hasta que se celebren nuevas elecciones. Por otro lado, en las últimas semanas Bielsa ha visto como uno de sus principales aliados en el partido, el alcalde de Almussafes, Toni González, ha sido denunciado internamente en el partido por un posible acoso sexual y laboral.
20. Toni Pérez (PP). El presidente provincial del partido en Alicante debería haber tenido más protagonismo durante este 2025, pero las circunstancias, tanto en la Diputación de Alicante como en el Ayuntamiento de Benidorm, ha provocado que siga instalado en un segundo plano. La institución provincial sigue en modo 'no molestar' y su papel como líder orgánico también ha sido testimonial. Esa parecía la premisa con Mazón en la Generalitat y parece que seguirá ahora con Pérez Llorca en la Generalitat. Y en el Ayuntamiento de Benidorm hay una decisión, como ha sido la condena a pagar 344 millones a los propietarios de suelo de Serra Gelada, que puede marcar todo el mandato, si el Tribunal Constitucional no atempera el conflicto que ratificó el TSJ cuando los propietarios demandaron al consistorio por convertir su suelo urbanizable en parque natural. En cuanto a su proyección individual, su proximidad a Mazón en momentos críticos tampoco le ha ayudado a mejorar su proyección a futuro.
21. Francisco Camps (PP). El expresidente ha redoblado su visibilidad y presencia mediática este año para ir progresando en su proceso de reivindicación, con la solicitud de un congreso del partido mediante el que quiere volver a convertirse en líder para, posteriormente, ser candidato a la Generalitat. Una opción que ha generado interés en el ámbito informativo e interno, especialmente en los meses revueltos de la crisis de liderazgo de Mazón. Ahora, con Pérez Llorca como nuevo referente institucional y orgánico, la fortaleza del proyecto ofrecido por Camps apunta a desinflarse, si bien merece estar en este termómetro, aún en los puestos fríos, por el tesón y capacidad de movilización demostrado estos meses.
22. Pepe Vegara (PP). El alcalde de Orihuela es una anomalía dentro del PP. Sigue en el cargo pese a tener fecha de celebración de un juicio por un supuesto delito fiscal (que se ha pospuesto tres veces). Pero es que además su gestión tampoco brilla de manera singular: no solo los grupos de la oposición se lo recuerdan todos los días. El presidente de la Cámara de Comercio, Mario Martínez, le sacó los colores en una reciente entrevista. La ciudad no tiene ni peso ni protagonismo en el conjunto de la Vega Baja, ni en otros ámbitos más supramunicipales. Si las inversiones de la Generalitat ya llegan en cuentagotas, en Orihuela la situación todavía es más alarmante. Ni siquiera hay iniciativas de colaboración público-privada, como en Torrevieja, que permiten inversiones de otro tipo.
23. Carlos Mazón (PP). El ya expresidente de la Generalitat cierra el año fuera de la primera línea política tras su renuncia al cargo como máximo responsable autonómico logrado en las urnas en 2023. Su falta de presencia y previsión en la tragedia de la Dana, con 230 víctimas mortales, fue una losa demasiado pesada para ser levantada, especialmente con el avance del proceso judicial y las nuevas versiones conocidas sobre su papel -o ausencia del mismo- en la drámatica tarde. Así, el hasta hace poco también líder del PPCV, ha pasado de ocupar el puesto de mayor relevancia política de la Comunitat Valenciana a la desaparición automática de la primera línea, excepto por el hecho de que todavía retiene su acta de diputado en Les Corts.
24. José Luis Ábalos (PSOE). El exsecretario de Organización de la formación socialista, exministro e histórico dirigente valenciano de la formación socialista termina 2025 en la cárcel y pendiente de juicio por posibles delitos de organización criminal, cohecho, tráfico de influencias, malversación de caudales públicos y uso de información privilegiada en el marco del denominado 'caso Koldo'. La caída de Ábalos, pese a que ya fue expulsado del partido y su carrera política se considera acabada, sigue erosionando a la marca socialista por haber sido uno de los principales hombres de confianza con Sánchez.