ALICANTE. Pocos se atreven a discutir la decisión de la Comisión Europea de declarar ilegales las ayudas otorgadas por el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) en 2010 al Hércules CF y el Elche CF, empezando por los propios clubes afectados por mucho recurso que vayan a interponer.
Ni el más optimista cree que la Justicia comunitaria vaya a declarar nula la resolución de Bruselas.
Otra cosa es el alcance de la decisión de recuperación (importe de la suma a reintegrar y plazos para ello), teniendo en cuenta además que el recurso no tiene efecto suspensivo sobre la obligación de pagar la friolera de 6,9 millones en el caso del Hércules y de 4,1 en el del Elche.
Bruselas y por extensión el Consell tienen muy claro que el dinero ha de regresar a la arcas públicas cuanto antes (el 5 de noviembre como tarde) y que si no es así habrán de hacer todo lo posible por recuperarlo hasta llegar a la liquidación de los clubes si es necesario: el ejecutivo comunitario entiende en estos casos que el desequilibrio en el mercado, la ventaja otorgada a la empresa beneficiaria de la ayuda ilegal solo se corrige con la devolución inmediata del dinero recibido o subsidiariamente la desaparición de la sociedad (si no puede devolverlo porque carece de activos), en ambos casos como veremos al final del presente artículo.
Pero tanto el Elche como el Hércules se remiten a la situación de insolvencia que les llevó a declararse en concurso de acreedores (el año pasado los franjiverdes y en 2012, los blanquiazules), a la normativa española que regula lo anterior y los procedimientos judiciales en curso con base a la misma.
Los clubes se escudan en que se hayan inmersos en un concurso de acreedores para eludir el pago ahora
No dicen que no vayan a pagar, simplemente que esa deuda ha de ser calificada (y reconducido su pago) dentro de ese concurso dirigido por un administrador concursal y tutelado por el juez de lo mercantil. Diego García, presidente del Elche, se manifestaba en ese sentido este viernes a Alicante Plaza. El máximo mandatario del club franjiverde insiste en que la situación del Valencia CF, tercer club afectado por la decisión de recuperación y que ha anunciado que consignará los 23 millones de euros que Bruselas reclama al tiempo que recurre, no es análoga a la del Elche, que a diferencia del club valenciano se encuentra en concurso de acreedores. "Estamos ante un crédito concursal (...) el administrador decidirá qué tipo de deuda es" (y en consecuencia, la cantidad y forma de pago), al tiempo que no comparte la visión de los plazos que tiene el IVF: insiste en que Bruselas no les ha notificado y que la comunicación formal de la resolución por parte del banco del Consell a finales de julio o la reclamación para que paguen formulada días atrás no equivalen a lo anterior, por lo que el plazo de dos meses para recurrir siquiera ha empezado a correr. Es más, se muestra seguro de que Bruselas les notificará ahora, concretamente antes del 5 de noviembre, cuándo se cumplirían los cuatro meses de plazo para pagar según la Comisión y el IVF, pero que a juicio de García es un lapso de tiempo que se le da a España para acreditar a Bruselas que ha puesto en marcha los mecanismos y emprendido las acciones necesarias para cumplir su decisión de recuperación.
Los servicios jurídicos del Hércules trabajan en la misma línea que sus homólogos del Elche, si bien en el club de Foguerer Romeu Zarandieta el hermetismo respecto a este tema es tal que llega a despertar en no pocos serias dudas sobre si hay intención de pagar o más bien de simplemente dilatar la situación. Desde luego, capacidad para hacerlo no la hay y así se le ha dejado claro este verano al IVF, algo que Manuel Illueca confesó semanas atrás a Alicante Plaza. La situación del club alicantino es distinta a la del ilicitano, toda vez que la calificación de la deuda como crédito concursal parece harto difícil con la ley y la jurisprudencia en la mano: el derecho de crédito de 6,9 millones (6,1 de principal y 800.000 euros en intereses) nace en un momento en el que la sociedad está en fase de cumplimiento de su convenio de acreedores y no de negociación del mismo, como ocurre en el caso del Elche. De ahí que sean muchas las opiniones que apuntan a que estaríamos realmente ante un crédito contra la masa, lo que convierte al concurso de acreedores no ya en un arbusto poco frondoso tras el que esconderse ante la reclamación de Bruselas, sino en un serio problema a añadir a los no pocos que aquejan al club que esta semana ha cumplido 94 años de historia.
la liquidación de la sociedad insolvente es una solución para poner fin a la distorsión de la competencia
Ahora bien, desde el IVF se apresuran a asegurar que esa protección que Elche y Hércules buscan en la regulación española no la van a encontrar, teniendo presente la primacía del Derecho Comunitario sobre el interno de los países miembros.
La jurisprudencia comunitaria deja muy claro que la situación de sometimiento a un procedimiento concursal o de insolvencia no tiene efecto sobre la obligación de devolver la ayuda declarada ilegal, que el crédito se ha de incorporar al concurso pero recuperándose íntegramente dentro de los plazos que marca la decisión y que cuando lo anterior no sea posible porque los activos son insuficientes, la liquidación de la sociedad deudora es también una solución para poner fin a la distorsión de la competencia.