entrevista a la diputada por alicante 

Marta Martín: "En el 10N, los ciudadanos dejaron de percibir a Cs como un partido útil, y simpático"

16/12/2019 - 

ALICANTE. Marta Martín es la única diputada del Congreso que ha sobrevivido a las últimas cuatro elecciones: las de 2015, 2016 y las dos de 2019. Siempre ha obtenido el acta por la circunscripción de Alicante, donde la formación naranja siempre tuvo dos representantes, a excepción del pasado mes de 10N, cuando se quedó en uno, tras la debacle de la formación de Albert Rivera, que supuso, además, su dimisión. Responsable de las asuntos de Educación, Martín tuvo la confianza en su momento de Rivera, y ahora busca la de Inés Arrimadas, tanto en el grupo parlamentario de la Cámara Baja, como, al parecer, en la cuestión orgánica del partido en la Comunitat Valenciana. Una vez más, Martín atiende a Plaza para analizar el futuro de la organización y comentar las causas del retroceso electoral.

-¿Cómo va la ronda que inició por las comarcas?

-Ya la hemos concluido. Era una ronda de encuentros planteada por el Comité Electoral Provincial centrada en la campaña electoral de las últimas nacionales. Creo que ha sido una iniciativa muy productiva y de todos los encuentros hemos realizado un informe que he elevado a la Gestora para que el partido pueda mejorar en muchas cosas. Un trabajo de todos, provechoso tanto en el formato como en los contenidos y una respuesta a un compromiso, colectivo y personal, que adquirí dos días después de los malos resultados. Nosotros sí hemos cumplido. Ha sido una experiencia muy buena y yo creo que van a tomar nota en Madrid.

-¿Qué le trasladan los afiliados y simpatizantes?

-Puff...muchísmas cuestiones. Desde ideas internas para mejorar la estructura y el funcionamiento del partido en comunicación, en programas, en organización, en acción política e institucional, hasta cuestiones de calado relacionadas con la estrategia y la necesidad de estar en el centro, ahora más que nunca. Creo que es importantísimo mejorar la comunicación interna: establecer cauces sencillos y constructivos por los que los afiliados nos podamos expresar. Soy muy fan de la inteligencia colectiva y cien ojos ven mejor que diez: todos y cada uno de nosotros somos esenciales. El reto está en cómo canalizar, filtrar y utilizar la información y las opiniones inteligente y ordenadamente. En el terreno emocional también los afiliados han transmitido muchas cosas: somos un partido de gente muy crítica pero también de gente muy comprometida, así que habrá que darle una vuelta a cómo manejar las relaciones para que todos podamos dar lo mejor de nosotros para poder servir a los ciudadanos y hacer política de la buena.

-¿A qué atribuye la caída de Cs el pasado 10N?

-Muchas cosas que se resumen en una sola: los ciudadanos nos dejaron de percibir como un partido útil para sus intereses en las circunstancias por las que atravesaba la sociedad española. Y además, emocionalmente, ya no éramos partido simpático. Ese es el reto que tenemos ahora: regresar a ser la única alternativa sensata, de progreso y amable ante esta locura de país que está generando la propia política y los políticos.

-En las primeras reflexiones siempre ha defendido el resultado de Alicante como circunscripción en la que mejor se aguantó el tipo. ¿Qué quiere reivindicar con ello?

-Bueno, es que aquí, dentro de lo malo, se ha hecho un buen trabajo: Alicante no ha restado votos al resultado electoral nacional ni en esta, ni en ninguna de las cuatro elecciones anteriores. Y eso no es poco. Huyendo de las comparaciones, lo cierto es que los resultados electorales de las nacionales en esta provincia han sido los mejores con respecto a otro tipo de elecciones. Lo cual implica, humildemente, que el trabajo de los diputados nacionales de Alicante en Madrid ha sido valorado por la ciudadanía alicantina, que la propuesta no restaba y que el trabajo de toda la afiliación alicantina en estas campañas ha sido inmenso. Aún así, es una obligación de todos hacerlo mejor porque tenemos que tener más representación en Madrid. Es verdad que hemos conservado un diputado, que sólo hemos perdido uno y que somos una pica en Flandes, pero necesitamos más representación de Cs Alicante en Madrid.


 -¿Qué hay que corregir en el futuro? ¿Y si hay que corregir algo, qué?

-Tenemos que salir de la burbuja política y ser una herramienta de cambio para la ciudadanía. Eso implica muchas cosas. Tenemos que volver a ser los mejores en hacer y comunicar nuestras políticas públicas. No hay partido que haya hecho propuestas más sensatas en educación, regeneración y transparencia, innovación o propuestas para autónomos que nosotros. La prueba es que otros luego nos han copiado, aunque el bipartidismo no vaya a poner en práctica nada de lo que lleva en los programas porque no les interesa cambiar el estatus quo.

"Tenemos que salir de la burbuja política y ser una herramienta de cambio para la ciudadanía. Eso implica muchas cosas"

Hay que conseguir que se nos vuelva a identificar con eso: con solvencia y con modernidad y solidez. Con respecto a la unidad de España, tenemos que volver a representar el patriotismo cívico que no es otra cosa que la defensa de la igualdad de todos los españoles, pero no con símbolos y eslóganes vacíos e imposibles, como hace la ultraderecha. Una defensa de la igualdad como la que quiere la mayoría de los españoles, firme, sensata, generosa, sin estridencias. Y tenemos que hacer lo que decimos: ser un partido absolutamente transparente, que premie el talento, que trate a la gente con respeto y empatía, y que huya de egos que es el gran enemigo de la buena política.

-¿Fue un error cerrarse en banda a un acuerdo con el PSOE? ¿O quizás la oferta llegó demasiado tarde?

-En cada momento se hace lo que se piensa que va a ser lo mejor. Siempre pensé que no había que negociar con el PSOE, pero sí lanzarle un órdago a la grande, que fue lo que hicimos. Así lo expresé, fui una de las pocas, internamente. Por tanto, yo sí apoyé la oferta que se hizo aunque creo que no la explicamos bien ni fuimos lo suficientemente firmes el suficiente tiempo con Sánchez, que salió de rositas y que se afanó en que los medios tampoco le dieran el eco que mereció nuestra propuesta, que nos hubiera ahorrado las elecciones. Pero eso ya es agua pasada. Me sorprende que ahora todo el mundo vea lo que no vio ni dijo cuando pudo hacerlo. La responsabilidad de los aciertos o errores es coral y a mí no se me ocurriría pedir explicaciones a nadie.

-¿Hay que revisar la políticas de pactos? Quizás se debieron establecer más equilibrios y no entregar todo el poder provincial y local al PP.

-Habrá que revisar las políticas de pactos si los pactos no funcionan, digo yo. Pero esa valoración tendrá que hacerla la nueva dirección del partido después del Congreso.

"Habrá que revisar las políticas de pactos si los pactos no funcionan, digo yo, pero esa valoración corresponde a la nueva dirección"

-¿Los hiperliderazgos son un handicap para los partidos emergentes/nuevos como es el caso de Cs?

-Depende de lo que se entienda por hiperliderazgo. Si el hiperliderazgo es tener a un hombre (en nuestro caso, espero, a una mujer) brillante al frente del partido no lo veo un problema. Lo que es un problema son los hiperegos, las estructuras bunkerizadas, las ambiciones desmedidas del poder por el poder o las desconexiones de la realidad. Cuando hay alguien listo, humilde y trabajador, que escucha, que quiere utilizar la política para dejar un país mejor y que tiene los pies en la tierra, bendito hiperliderazgo.

-¿Qué puede aportar Inés Arrimadas que no ha aportado Albert Rivera?

-Inés y Albert creo que, siendo grandes políticos y personas los dos, son muy distintos. Ambos, de las personas más trabajadoras y comprometidas que yo he conocido. Albert tiene una intuición natural y un don para la oratoria brutal: es muy de insights y de visiones. En las relaciones interpersonales es tímido. Inés es muy meticulosa, perfeccionista, detallista, reflexiva y analítica. En el trato personal es extrovertida y muy cercana. La verdad es que es un privilegio haber podido trabajar con ambos y entre ellos se complementaban genial.

-¿Se han depurado todas las responsabilidades en Cs? Recientemente han dimitido muchos cargos en Madrid y en Alicante...

-¿Qué responsabilidades? ¿Las que se existen por haber hecho lo mejor que se creía en cada momento o las que hay por haber callado cosas cuando se podían decir? Me parece súper injusto cargar el mochuelo de los fracasos a unos pocos y querer patrimonializar los aciertos. Albert ha hecho algo inaudito en política que le honra: dejar la política por un resultado electoral. Pero el fracaso no es de él, es coral. Si lo que se quieren son vendettas, eso es otra cuestión y yo no las necesito. Lo que creo es que hay que hacer un análisis objetivo, incluso encargándolo a algún ente exterior y ver en qué se ha fallado y cómo se puede remontar. Y estoy convencida de que especialmente en estos momentos todos somos necesarios y podemos sumar”.

"Me parece súper injusto cargar el mochuelo de los fracasos a unos pocos y querer patrimonializar los aciertos"

-Dentro de la Comunitat Valenciana es evidente que hay matices entre lo que usted defiende y el portavoz en las Cortes, Toni Cantó. ¿Aspira a ser la portavoz del partido en la Comunitat?

-Bueno, hay diferencias porque Toni y yo somos muy distintos, pero los valores del partido en el que estamos son los mismos. Yo ahora mismo estoy muy agradecida a Fernando Giner por su labor y creo que me representa. Tendrán que ser él mismo y la nueva dirección quienes planteen si le gustaría que Fernando Giner continuara. Si no fuese así, ya se verá. Hay mucha gente muy válida capaz de representarnos, de Alicante, Valencia o Castellón. Y yo, si el partido me lo pide, no descarto nada.

-¿Habría que visibilizar más la gestión de Gobierno, como en Alicante o la Diputación Provincial?

-Siempre hay que visibilizar más, porque en política se trabaja mucho y a veces no se ve. Pero es verdad que siendo pocos, estando "empotrados" en gobiernos del PP y teniendo muchas cosas por hacer, a veces hay que elegir entre hacer política, leer bien los papeles y tomar decisiones o hacer ruedas de prensa y canutazos. Yo sé que el bipartidismo nos gana en esto de vender  de las cosas, pero yo prefiero vender menos que vender humo. Aún así, sí, siempre tenemos que mejorar.

-Vuelve la polémica por el plurilingüismo en la Vega Baja. Por lo que veo, no convencen las medidas flexibilizadoras del conseller Marzà ¿Cuál es la propuesta de Cs a esta cuestión?

-Respetar los derechos y libertades de los padres, alumnos y profesores. Lo que no se puede hacer es pasar como un rodillo para imponer una política lingüística que es el prolegómeno de la inmersión lingüística. Nosotros creemos que el PP puso las bases, Marzà generó un problema donde no lo había, el PSOE lo permitió y ahora el PP sale de abanderado a resolver un conflicto que ellos crearon y que podían haber evitado. Les recuerdo que fue Rajoy quien renunció a llevar la ley Marzà ante el Constitucional y que ha sido Marzà quien se ha cargado el sistema de líneas. ¿Cómo nos van a convencer unas medidas que son un embuste?

-¿Es posible llegar a un acuerdo y despolitizar esta cuestión?

-Ha sido posible durante años y espero que volvamos a la sensatez y la normalidad. En esta comunidad, que es bilingüe y que está territorializada, los valenciano parlantes y los castellano hablantes hemos convivido sin problema y haciendo gala de la riqueza que supone tener dos lenguas. Intentar generar un conflicto falaz es absolutamente irresponsable y poco ético. Creo que los políticos tenemos que resolver problemas, no generarlos.

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