VALÈNCIA (EFE). EFE).- El ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, ha presidido este martes la puesta en servicio del ramal directo que conecta la nueva autovía A-33 con la A-31 en La Font de la Figuera. Se trata de una conexión que sólo afecta a los usuarios del sentido Valencia–Alicante, puesto que el sentido contrario se encuentra en servicio desde abril de 2019.
La demanda diaria de tráfico para este movimiento se estima en 3.500 vehículos, con un 60 % de pesados, han informado fuentes de Fomento. Es un ramal unidireccional directo de dos carriles de 2,8 km de longitud. Está proyectado para una velocidad de 100 km/h y cuenta con tres pasos superiores: sobre la línea de ferrocarril de alta velocidad Albacete-Alicante, sobre la actual A-31 y sobre el tronco de la A-33, en construcción.
Además, también se completa un tramo de 1,5 km de la calzada de la A-33 en sentido Alicante, desde el semienlace con la N-344 hasta el inicio del nuevo ramal directo. Con esta actuación, se completa el enlace entre las autovías A-31 y A-33, evitando un recorrido de 5,6 km por la carretera N-344 y el enlace de ésta con la A-31 para el tráfico procedente de Valencia con destino Alicante.
La nueva infraestructura ofrece una reducción del tiempo de recorrido de 5,6 a 2,7 minutos, además de una sustancial mejora en las condiciones de seguridad. Este tramo forma parte de la Autovía A-33, entre la A-35 (La Font de la Figuera) y la A-31 (Caudete), que se encuentra parcialmente en ejecución.
Con anterioridad a la puesta en servicio en La Font de la Figuera, Ábalos visitó el nuevo paso inferior para vehículos y peatones en L'Alcúdia de Crespins, fruto del convenio de colaboración entre el Ayuntamiento de esta localidad valenciana y Adif Alta Velocidad, para la supresión de un paso a nivel, en el marco del proyecto de construcción de la Línea de Alta Velocidad Alicante-Valencia. El paso subterráneo acoge un vial de un único sentido de circulación de 3,50 metros y una acera para peatones.