SAN VICENTE DEL RASPEIG. Actúan sin tener un nombre colectivo, pero esta formación ya está compuesta por más de un centenar de nombres, apellidos y rostros propios. Se trata de las más de cien personas que se han inscrito como voluntarias en la red de voluntariado que habilitó, el pasado miércoles 26 de marzo, el Ayuntamiento de San Vicente del Raspeig. Una iniciativa solidaria que ha comenzado a funcionar con el final de marzo y que trata de acercar lo cotidiano a las personas y familias más vulnerables con el objetivo de normalizar una situación anómala. La primera tarea pendiente de tachar en la lista ha sido la de repartir alimentos a domicilio a 15 familias, respaldando a Caritas en este servicio, ya que esta misma organización, al igual que otras como "Cruz Roja, va sobrepasada y nuestros voluntarios y voluntarias están para prestar esa ayuda", aclara Isabel Candela (PSOE), concejala de Bienestar Social.
Esta primera misión se ha llevado a cabo en grupos de siete personas debido a que "resulta un tanto complicado coordinarlas a todas de una sola vez", sostiene la edil. Aunque los alimentos de primera necesidad y los medicamentos requeridos ya los estaba repartiendo Protección Civil a las personas mayores, con movilidad reducida o a los grupos de riesgo, el servicio que se ofrece desde esta nueva red de voluntariado representa "un apoyo a lo grande para quienes quienes ya realizan estas labores, que no dan para más debido a que existe una gran necesidad", remarca la edil.
Esta alta demanda generada por la situación que ha ocasionado el coronavirus (covid-19) está provocando la movilización ciudadana, impulsada por la urgencia de ayudar. Y es que no todas las personas cuentan con las mismas posibilidades o recursos que les permitan salir de casa u obtener productos de primera necesidad, así como tampoco todos los grupos poblacionales tienen el mismo riesgo en el contagio. Entendiendo estos conceptos, la cifra superior a las cien personas voluntarias sigue aumentando, ya que el Ayuntamiento continúa recibiendo solicitudes de colaboración al no tratarse de un proceso cerrado, "algo que pone en valor a la sociedad", considera.
"Tenemos gente de todos los perfiles", apunta Candela. "Auxiliares de enfermería, personas con estudios primarios, con Formación Profesional, con Bachiller, con Licenciatura, especialista en biología, en sistemas microinformáticos...", ejemplifica la diversidad en la formación de los y las integrantes. La paridad de sexos también se encuentra latente, así como la variedad en las edades, donde se puede encontrar a jóvenes de 17, 20 o 28 años, así como a personas adultas de 44 o 49. "Incluso se han apuntado parejas, para que cuando una de las dos personas no pueda ir, vaya la otra", menciona.
En el sentido de repartir alimentos en las viviendas de quien así lo requiera, y con la incorporación de todas las personas -y las que quedan por venir-, la red de voluntariado está contemplando poner en marcha "una línea de ayuda de comida a domicilio, sobre todo para personas que viven solas o que creemos que no son capaces de cocinar para toda la familia", anota la concejala. Pero las intenciones solidarias no se frenan aquí, sino que el grupo ya ambiciona otros proyectos: "Vamos a necesitar voluntarios y voluntarias que estén al otro lado del teléfono y ofrezcan conversación a las personas mayores que estén solas y necesiten hablar con alguien", explica la posible iniciativa, la cual se encuentran estudiando cómo implementar.
Además, la edil deja la puerta abierta a futuros proyectos dentro de este voluntariado, alegando que "se irán asignando nuevas tareas a desempeñar en función de las necesidades que vayan surgiendo". Por el momento, aquellas personas que ya se encuentran colaborando de forma activa han recibido mascarillas, guantes y gel desinfectante, así como instrucciones a través de una reunión con la propia Candela, el alcalde de San Vicente, Jesús Villar, y el jefe del área de Servicios Sociales, Marino Martínez, en la que "se les ha explicado muy bien sus métodos de protección y lo que tienen o no que hacer, subrayando que bajo ningún concepto se expondrán de manera innecesaria", recalca.
A partir de enero, los clubes de San Vicente podrán empezar a utilizar las instalaciones para sus entrenamientos.