ALICANTE. El Hércules acaba de anunciar que Quique Hernández regresa a la presidencia del club.
Lo hace 15 meses después de haber dimitido del cargo por desavenencias con Enrique Ortiz y especialmente Juan Carlos Ramírez que precisamente este domingo anunciaba su decisión de abandonar la entidad.
Se da la circunstancia de que Quique Hernández sucedió en la presidencia al empresario vasco que, a su vez, había sustituido a un Carlos Parodi que ahora deja el cargo pero continuará como director general, al igual que en la anterior época de Hernández. El runrún sobre su regreso al club (y el de Javier Portillo de cara a junio) era en las últimas semanas ensordecedor; de hecho, hasta el propio Ramírez llegó a barajar ofrecerle la presidencia de una comisión del Centenario que ahora queda vacante.
Séptimo presidente con Ortiz
La vuelta de Hernández apunta directamente a Ortiz que este lunes mostraba a Alicante Plaza su preocupación por el clima de crispación reinante alrededor de la entidad.
Nacido en Anna (Valencia) hace 61 años, Hernández es el séptimo presidente que asume el cargo desde la llegada a la entidad como máximo accionista de Ortiz, quien adquirió el club en 1999. Desde entonces, el club ha estado presidido por Enrique Carratalá, el propio Ortiz, Valentín Botella (durante ocho años), Jesús García Pitarch, Carlos Parodi (su primera etapa), Juan Carlos Ramírez, Hernández (también su primera etapa), de nuevo Parodi y ahora otra vez Hernández.
El nuevo presidente dará este martes una rueda de prensa al mediodía. Su anterior mandato se extendió por ocho meses.
Entrenador
Se da la circunstancia de que Hernández tiene también la condición de ser el entrenador que más partidos ha dirigido al equipo blanquiazul con un total de 183 a lo largo de tres etapas distintas y en tres categorías (Primera, Segunda y Segunda B) diferentes.
En su primera etapa logró un ascenso a Segunda A (1992/93), pero en las dos siguientes descendió al equipo de Primera a Segunda (1996/97) y de Segunda a Segunda B (2013/14), si bien en este último curso no llegó a concluir el campeonato.
A excepción de la primera etapa, en la que fue él el que decidió no seguir en el club, en las dos posteriores ocasiones en las que se hizo cargo del equipo acabó siendo destituido como consecuencia de los malos resultados.