ALICANTE. No habrá acuerdo programático preelectoral entre las tres candidaturas principales de corte progresista que concurrirán a las elecciones municipales en Alicante el próximo 28 de mayo. Cuando menos, es lo que se desprende de las posiciones defendidas este jueves por representantes de PSOE y Esquerra Unida Unides Podem Unides per Alacant en respuesta al ofrecimiento de pacto formalizado por Compromís en base a un documento de partida con 23 propuestas iniciales sobre la gestión de la ciudad.
En esta línea, fuentes de la candidatura socialista que lidera Ana Barceló señalaron a consulta de Alicante Plaza que un hipotético acuerdo programático de gobierno formaría parte de las conversaciones a mantener tras el desarrollo de las elecciones, en cuanto se disponga de resultados sobre la mesa y se concrete cuál es la posible configuración de mayorías en la corporación municipal. O lo que es lo mismo, que cualquier paso previo podría resultar infructuoso, por mucho que se puedan compartir posicionamientos básicos.
Y esa fue la misma posición que manifestó el alcaldable por la confluencia electoral surgida de la suma de Esquerra Unida (EU) y Podemos, Manolo Copé, en la presentación oficial de ese acuerdo. El también coordinador de EU señaló que "un acuerdo postelectoral, por lógica, debe plantearse después de las elecciones, en función de lo que decida la ciudadanía". Así, añadió que será tras el 28M cuando se pueda concretar y conversar con el objetivo de que pueda cristalizar una posible mayoría progresista. Y recalcó que, pese a que el documento de 23 puntos planteado por Compromís "no lo hemos trabajado todavía en nuestras asambleas", sería probable que pudiesen asumirse "puesto que son ideas en las que creo que venimos a coincidir todos".
No obstante, Copé también incidió en que "quizá nos hubiera gustado que esas propuestas se hubiesen planteado a través de la concertación de un acuerdo preelectoral, y no postelectoral" en el que Compromís pudiese haberse sumado a las siglas de EU y Podemos "para sumar y generar un frente amplio", señaló. "Sin embargo, eso no ha sido posible", recalcó.
De este modo, la ronda de contactos que la coalición valencianista pretendía promover para exponer ese proyecto programático inicial no llegará a tener lugar hasta después de la cita con las urnas. Máxime después de que representantes del resto de fuerzas progresistas consultados hayan interpretado que el ofrecimiento de Compromís llegaba como estrategia para tratar de trasladar a la ciudadanía que sí sería partidario de confluir con otras fuerzas y excusar, así, su rechazo a la integración electoral con otras formaciones.
Lo cierto es que ese acuerdo postelectoral ya se registró tras las elecciones de 2015 con la participación de PSOE, Guanyar (la marca blanca liderada por EU con respaldo externo de Podemos) y Compromís. Entonces, el PSOE logró seis concejales, los mismos que Guanyar, mientras que Compromís sumó 3: 15 concejales en total, el mínimo para alcanzar la mayoría absoluta. Cuatro años después, en 2019, los números no dieron para reeditar ese pacto. El PSOE creció hasta los 9 concejales, pero Unides Podem EU obtuvo dos y Compromís otros dos.
En principio, las tres formaciones aspiran a crecer o, como mínimo a consolidarse, en función de cada caso. Así, el PSOE maneja expectativas de alcanzar entre 10 y 12 representantes. Esquerra Unida Unides Podem Unides per Alacant aspira a afianzar sus dos representantes y crecer hasta entre 3 y 4 concejales. Y Compromís aspira a consolidar sus dos regidores actuales y llegar a ganar entre uno y dos.