ALICANTE. Mireia Mollà es uno de los cargos públicos más reconocibles de Compromís. Además de consellera, ha sido diputada autonómica y concejala de Elche, hasta el pasado mes de junio cuando tuvo que dejar el acta para formar parte del Botànic II. Además de sus objetivos como consellera, la política ilicitana también habla de los desiguales resultados obtenidos por la coalición en los diferentes procesos electorales de abril y mayo: Compromís aguantó el tipo en las autonómicas; sólo obtuvo un representante las generales y registró un retroceso en las municipales, al menos, en las comarcas del sur.
Mollà abordó esta cuestión en la entrevista realizada para la Revista Plaza. La política ilicitana lo atribuye al solapamiento de procesos electorales. “Alguien hoy debería explicar si valencianizar las elecciones españolas salió bien, cuando es evidente que no”, lamenta. Pese a ello, cree que Compromís corría el peligro de haber tenido un menor respaldo electoral y ha aguantado “el tipo de una manera muy decente”, defiende. Sostiene que el voto útil les castigó en las elecciones generales.
“Cuando la gente votó tan diferente; es decir, con tanta diferencia entre las autonómicas y las generales, es que el marco de discusión era otro; la gente valora que Compromís defiende los intereses de los valencianos, pero en las generales había otro escenario, y ese era el relato del PSOE de parar a la extrema derecha”, explica. “Ahora bien -añade- con ese relato no parece que Pedro Sánchez vaya a parar a la derecha si no es capaz de formar gobierno”, matiza.
“La buena política nos hará tener buenos resultados”
“Esto no va de dos más dos son cuatro, y eso lo hemos comprobado a lo largo de la historia. ¿Fue un error? ¿o no? Nunca sabes si dos más dos va a dar como resultado cuatro. “En ese momento, en las autonómicas y en las municipales se competía con Podemos; creo que no se estaba en condiciones de hacer algo con Podemos a nivel general; ese momento ha pasado, así que cada entendimiento electoral te sitúa en la mejor estrategia, y creo que hicimos lo que teníamos que hacer. Ante este contexto, la pregunta es obligada. ¿Y si se repiten las elecciones, con quién irían? “Siempre hemos tenido buena disposición a dialogar con todos, analizar la situación y sacar la mejor estrategia para el fin político. El fin político es hacer una agenda política. Siempre he defendido que los momentos definen la estrategia. Ahora, no estamos en ese momento”, razona.
A nivel municipal, los resultados de Compromís sí que se han convertido en un problema, pues la coalición ha registrado un descenso en las comarcas del sur. Ante ello, Mollà es tajante: “La buena política nos hará tener buenos resultados”. No obstante, reconoce que “sí, que hay corregir la estrategia”. “Nadie lo discute en Compromís, y lo sabemos desde siempre: debemos trasladar la idea de que en el sur la gente debe sentirse representada por Compromís; es una labor a la que nos tenemos que obligar nosotros mismos; desde luego que por inspiración divina no lo harán”.
“No hay una respuesta única que nos explique porque sí se vota a Compromís a las autonómicas, y no a las locales o generales”. “Cuando no formas parte del bipartidismo, tus lógicas son una combinación de muchas respuestas”, afirma Mireia Mollà. “A día de hoy, el bipartidismo juega a tener un voto regalado, prestado, fácil, low cost…pero en eso, soy contraria a hacer responsable al votante por su elección, pero Compromís debe trabajar mucho más. Y pese a que hemos vencido al bipartidismo, y se está rearmando, está claro que se deben dedicar más esfuerzos, también es una cuestión emocional.
“La historia ha demostrado que si no formas parte del bipartidismo, es muy difícil rentabilizar una buena gestión”, responde la consellera ante las dificultades de rentabilizar la gestión, sobre todo, en los gobiernos locales. “No quiero conformarme con ‘es que teníamos razón’, a pesar de que la teníamos. En Elche, por ejemplo, se hizo una buena gestión, una buena gestión de cómo deber ser el Elche del futuro. No vale con tener razón, si es que verdad que ayuda, pero sí que reconozco que Compromís tiene un papel diferencial y es el que marca la diferencia”. “El papel de Compromís es garantista; hace de contrapeso”, concluye.