con sede en san vicente

La empresa de calzado For Shoes destina dos operarias a confeccionar mascarillas para donarlas

20/03/2020 - 

SAN VICENTE (EFE/RAFA BURGOS).- El empresario del calzado José Luis Prada, propietario de la firma For Shoes, de San Vicente del Raspeig, dispone de una máquina útil para coser mascarillas y ha puesto a dos de sus trabajadoras a fabricarlas, en una iniciativa solidaridad para que no escasee este material ante la pandemia del coronavirus.

"Yo solo tengo una máquina", ha declarado a Efe, "pero en esta provincia hay miles". "Con organización, podríamos sacar todas las mascarillas que necesita este país", ha asegurado. La empresa de Prada está especializada en la fabricación de plantillas para el calzado y, el pasado viernes, comenzó a coser mascarillas.

Desde entonces, no han parado. "No podemos hacer muchas, pero las donamos a empresas y gente que las necesita", ha manifestado. "Ojalá tuviera treinta máquinas más", ha dicho.

En For Shoes solo tienen una máquina preparada para esta labor. "Es la que utilizamos para algunas plantillas que llevan ribetes, pero para nuestro trabajo es secundaria", ha explicado. Dos trabajadoras se ocupan de ella "desde las cinco de la mañana, lo cual es de agradecer". Y van recibiendo pedidos. "Ahora vamos a enviar 200 a una asociación de Murcia que da servicio a ancianos", ha indicado.

Prada reconoce que su capacidad está muy limitada, pero trata de aportar su esfuerzo para paliar la pandemia del Covid-19, que ha obligado al Gobierno a decretar el estado de alarma en toda España.
"Como las regalo, me puedo permitir el lujo de poner las reglas", ha señalado, "por lo que las voy repartiendo y me aseguro de que todas las que salen de aquí se usan y no se almacenan en ninguna parte".

Además, lamenta que no haya directrices por parte de las autoridades. "Debería haber una cabeza pensante que organizara la fabricación de mascarillas", ha insistido Prada. "En la provincia de Alicante hay miles de máquinas en fábricas de Elche, Crevillent, Ibi, Elda", ha recordado, "y la gente está deseando colaborar".

Se trata de fábricas en la que, como en la suya, "está todo parado" a causa del confinamiento de la sociedad mundial. "Mis principales mercados son Italia y España", dos de los países más afectados por la expansión del virus, por lo que apenas tiene encargos, ha comentado el empresario.

"Igual que aquí hacemos mascarillas, otros podrían hacer batas", ha continuado. Y ha sostenido que los costes serían mínimos. "Mil metros de la tela que se utiliza cuestan 200 euros, más otros cien de ribete, con 300 euros se pueden coser 40.000 mascarillas", ha calculado.

"La situación es muy triste y me da pena y rabia", ha sentenciado, "la gente quiere ayudar, pero nadie manda ni organiza". Y ahora que "apenas hay trabajo ni pedidos", considera que estas empresas podrían paliar las carencias de material de los centros sanitarios.  

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