ALICANTE. ¿Qué fue primero, el huevo o la gallina? Pidió Pere Milla salir al ver que no tenía minutos (y optó por recalar en el Espanyol para estar más cerca de su familia) o el Elche le invitó indirectamente a irse al no dárselos (sobre la base de que Sebastián Beccacece es el entrenador y el que decide). Seguro que resulta injusto sintetizar así las hipotéticas razones tras el traspaso del delantero ilerdense, máxime teniendo presente que la relación ya pudo romperse hace un año de manera infinitamente más abrupta y, especialmente, que hay una cuestión de paternidad de por medio, pero es a lo que nos llevan las partes con sus mensajes a medias: las dos se esfuerzan en dejar claro que están satisfechas con el resultado, pero no por ello dejan de jugar al teléfono roto.
Prueba de esto último es la ya famosa conversación a la que aludió el miércoles el hoy delantero del Espanyol en su presentación como tal, una conversación que mantuvo el lunes de la semana pasada con Beccacece: "Hablé con él, me dejó las cosas claras. A partir de ahí hablé con mi representante y me dijo que había opciones", decía el futbolista ilerdense, dejando entrever que en la misma se le había trasladado que no iba a tener más minutos, que se le había animado a cambiar de aires si no estaba conforme con lo anterior y que tras trasladárselo a su agente este le hizo saber que tenía opciones para recalar en otro conjunto... que luego sería el Espanyol, lo que le permite estar más cerca de los suyos.
Este jueves, aprovechando su comparecencia previa a la visita al Eibar, era interpelado por esa conversación el técnico franjiverde, quien ofrecía un punto de vista bien distinto, pues venía a decir que había sido más una despedida por adelantado del ilerdense que una charla sobre su participación y otros aspectos ligados a su rol en el equipo: "Teníamos una cercanía muy profunda, me parece una persona muy sensible, cercana, nos dimos un abrazo, le deseé lo mejor", señalaba el preparador rosarino, llegando a precisar que habían hablado de la misma incluso de la paternidad.
Además de la felicidad que comparten, ambas partes confirman la existencia de la citada conversación, como también que en las horas previas al estreno liguero con el Racing de Ferrol, el agente de Pere Milla trasladó al club que contaba con una oferta del Espanyol y que desde el Elche se fijó en 3.000.000 euros el precio de salida del futbolista (aunque luego el traspaso se ha consensuado en una suma inferior: 2.500.000 euros que, con variables, pueden convertirse en los mencionados 3.000.000). Ahora bien, desde el entorno del futbolista, durante todos estos días, se ha puesto el acento en la familia (e incluso desde su nuevo club, en su presentación, aunque en otro sentido), en que esa era la razón sobre la que pivotaba su voluntad de hacer las maletas para irse a Barcelona (se entiende que tras confirmar con Beccacece que no iba a tener más minutos), acercarse al domicilio familiar en Lleida ante su próxima paternidad, mientras que desde el club del Martínez Valero no han perdido la oportunidad de apuntar que antes de que llegase la oferta del Espanyol el futbolista ya había pedido salir, primero "en julio" y luego "tras el Festa d'Elx", habiéndosele cerrado siempre la puerta de salida "porque el entrenador contaba con él"... algo que casa con el mensaje de Francisco Gargarza, director deportivo del Espanyol, que en la presentación de Milla decía que había puesto "mucho de su parte" y que "no era fácil" su fichaje, aunque con lo anterior también podía estar refiriéndose a que lo pretendían conjuntos de LaLiga EA Sports.
En esa presentación, Pere Milla había mostrado su agradecimiento al Elche, calificando como "fantásticos" los cuatro años que ha jugado con él, pero también marcando las distancias entre aquel y el Espanyol de una manera que no ha gustado nada en el entorno franjiverde: "Este es un club de superior categoría, es otra historia. Todo lo que envuelve al club, lo grande que es. Tenía ofertas de Primera División, pero yo lo tenía muy claro, quería estar aquí", decía antes de explicar que hace un año ya "hubo un acercamiento" con el conjunto perico, pero "fue un verano complicado tanto a nivel personal como familiar y de club", en referencia a la disputa que mantenía con el Elche sobre la vigencia o no del contrato suscrito en 2019.
El delantero ilerdense trató este jueves de suavizar las cosas con (otra) carta de despedida al franjiverdismo en la que decía que su etapa en el Elche le ha hecho "mejor persona" por lo que lucir su escudo y sudar su camiseta "ha sido una de las mejores decisiones de mi vida". Lo hacía horas después de que Beccacece hubiese comparecido ante los medios en la mencionada rueda de prensa: "El club estaba a gusto con él, (Pere) tomó la decisión. Las decisiones de los futbolistas son parte de nuestro día a día y hay que adaptarse, no puedo lamentarme las cosas que no dependen de mí. Me parece un ser extraordinario que lo ha dado todo al club, le deseo lo mejor, pero ya no está y hay que estar con los que están", señalaba el preparador rosarino sobre la macha de Pere, antes de hacer hincapié en que desde su llegada a la entidad, de la treintena de futbolistas que ha tenido a sus órdenes en ella, era "el octavo" con más minutos. Nadie le había preguntado por ello, lo decía de 'motu proprio' "por haberse dicho por ahí que no estaba teniendo minutos conmigo".
A mediados de noviembre, coincidiendo con la visita liguera del Elche al anteriormente RCDE Stadium y hoy Stage Front Stadium, el siguiente capítulo.
