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el tintero / OPINIÓN

Martes y 13, se casaron y se embarcaron

Así fue, rompiendo cualquier mal fario o superstición, en la mañana soleada del martes 13 de junio de 2023, el PPCV y Vox Valencia firmaron el pacto para un gobierno de coalición en la Comunidad Valenciana, y anunciando el candidato de Vox su salto a las listas generales para el 23J. 

16/06/2023 - 

Los resultados del domingo 28 de mayo dejaron un claro vencedor en las elecciones autonómicas, el Partido Popular de la Comunidad Valenciana, y despejaron algo el arco parlamentario autonómico, puesto que pasamos de seis a cuatro formaciones. Principalmente dos bloques: centro izquierda nacionalista con PSPV-PSOE y Compromis y centro derecha regionalista con PPCV y Vox. Los números dejaban muy evidente el pacto entre los dos partidos del centro derecha, pero el súbito anuncio la mañana del lunes 29 de mayo de la convocatoria de las elecciones generales para el 23 de julio trastocó todo y comenzaron las cábalas.

Pacto de investidura o de legislatura

Los resultados en muchas comunidades autónomas y ayuntamientos dejaban el mismo resultado, con un simple pacto entre PP y Vox que por lógica comparten sociológicamente un ámbito más cercano y con las ganas de cambio político demostradas en la mayoría de los territorios, habría gobiernos de centro derecha en varias comunidades y ayuntamientos. Pero el PP, siempre la fuerza más votada respecto a Vox, empezó jugando en solitario, queriendo gobernar como si hubiera una segunda vuelta que dejara el poder en un solo partido o como si en España no hubiera habido pactos en los últimos tiempos. Quiero recordar que en la Comunidad Valenciana el botánico era un tripartito y en algunos lugares de España llegaron a pactar hasta cinco formaciones políticas.

Después de Madrid, donde el PP ha obtenido una mayoría absolutísima, nuestro territorio es la comunidad más importante donde el cambio político parecía evidente, pero hasta hace unas horas seguía en suspense. Prueba de ello, el líder del PP y futuro presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, abrió la clásica ronda de consultas con el resto de las formaciones y se llegaron a ofrecer acuerdos y puntos programáticos a PSPV y Compromis, un teatro, en mi humilde opinión, innecesario y fuera de lugar, puesto que los votantes decidieron con bastante claridad cambiar de representantes y de partidos políticos al frente de sus instituciones. Foto: JORGE GIL - EUROPA PRESS

El lunes una nueva línea roja y el martes comieron perdices 

La semana empezó con otro ataque más a la posibilidad de alcanzar un pacto razonable entre el PP y Vox, puesto que, desde Génova, el representante del PP recuperado por Feijóo para la cúpula, Borja Semper, dijo que en ningún caso alcanzarían un acuerdo de gobierno si Vox mantenía como candidato a Carlos Flores porque hace dos décadas fue condenado y cumplió su pena por violencia psicológica tras su divorcio. La situación parecía complicarse más porque Vox respondía que no cederían a ningún chantaje y que se había que repetir elecciones no les temblaría el pulso. Pero llegó el martes y 13 y podríamos decir que se casaron y se embarcaron en el pacto de gobierno para la nueva legislatura y sorpresa, en la rueda de prensa posterior a las tres horas de reunión, el candidato de Vox a la Generalitat anunció que pasaba a liderar las listas a las elecciones generales por la provincia de Valencia, es decir, cumplía con la demanda del PP de no ser el hombre fuerte de Vox en la Comunidad Valenciana y previsiblemente vicepresidente del futuro gobierno liderado por Carlos Mazón.

Al final la Comunidad Valenciana ha sellado un nuevo tiempo, respetando y cumpliendo lo que pidieron los valencianos en las urnas el pasado 28M y al mismo tiempo que se cerraba ese acuerdo autonómico, conocíamos que tanto Alicante como Elche, llegaban a acuerdos similares, demostrando sensatez y estabilidad para comenzar a gestionar el presente y el futuro de la Comunidad. Mientras, el Cap i Casal, la ciudad de Valencia, sigue esperando un posible gobierno en solitario del PP, aunque visto lo visto, es difícil predecir qué pasará. En cualquier caso, los acuerdos deberían cerrarse con mayor celeridad y normalidad. Obviando las críticas (absolutamente cínicas y perversas) de los socialistas o de los medios, con un discurso claramente alejada de la voluntad de los españoles, expresada en las urnas.

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