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FORO AP | DIGITALIZACIÓN DEL SECTOR CALZADO CON INESCOP

El sector calzado, en vías de adaptarse a la industria 4.0 con INESCOP como guía

27/10/2021 - 

ELDA. A pesar de ser un sector tradicional, el calzado lleva tiempo inmerso en un proceso de digitalización y, como consecuencia, modernización y procesos eficientes, eficaces y sostenibles, que son cualidades que demanda el mercado actual. La pandemia de la covid-19 ha dado un empujón a esta transición y la ha acelerado, "no tanto en la parte productiva -que también, sino en la forma en la que nos hemos intercomunicado, en el comercio electrónico y en el marketing digital". Así lo ha asegurado Eduardo Calabuig, subdirector de Fabricación Avanzada de INESCOP, durante el foro de Alicante Plaza que tuvo lugar este martes 26 de octubre en las instalaciones de este centro tecnológico y que estuvo moderado por el director del diario, Miquel González.

En este coloquio sobre el camino hacia la digitalización del calzado y la sostenibilidad del sector participaron siete expertos. Además de Calabuig, aportaron sus puntos de vista y experiencias Maite Alonso, responsable de I+D de Analco; Borja Coronado, CEO de CFZ Robots; Eleuterio Belmonte, Sales Manager de Lodi Gadea; José Manuel Pascual, director general de Troquelados Algorós; Antonio Manuel Jimeno, director de Secretariado de Tendencias y Proyectos Tecnológicos de la Universidad de Alicante (UA), y Juan Ignacio Torregrosa, director general de Avance para la Sociedad Digital de la Conselleria de Innovación, Universidades, Ciencia y Sociedad Digital.

En la zambullida hacia la digitalización, Alonso diferencia que "a nivel de oficina y administrativo es más fácil, pero en fábrica es más complicada". Y cuenta que en Analco introdujeron hace un año y medio una de las herramientas de INESCOP para el diseño, teniendo en cuenta el pie y la talla. Además de Analco, otra de las empresas auxiliares del calzado ha sido Troquelados Algorós, cuyo director general expone la paradoja de "digitalizarte tú cuando tienes que dar servicio a empresas que no están digitalizadas. Es complicado", afirma. Y apunta que "hay quienes se dejan llevar por lo que han hecho otras personas o empresas, pero no porque crean que funciona y que es, en realidad, una mejora".

Por su parte, Belmonte fija la mirada en la cadena de valor: "El calzado es un producto manufacturero; pasa por más de 80 manos. Por ello, la cadena es muy amplia -desde el diseño hasta la venta del producto final- y dentro de ella hay intermediarios que tendrán que desaparecer si no generan valor. Tenemos que apoyarnos en esa digitalización para obtener la información que nos vaya retroalimentando a todos para ser más productivos". En resumen, si el ámbito manufacturero no se puede tocar -"el coste de la mano de obra es el que es"-, el representante de Lodi Gadea aboga por buscar aquello que no genera valor dentro de la cadena de valor y eliminarlo.

En relación con esta transición hacia las nuevas tecnologías, Jimeno insiste en que, "a pesar de que se han hecho muchos avances, en el sector del calzado no llega a implantarse del todo la industria 4.0", culpando de esta problemática a la complejidad de los procesos manuales que se tienen que automatizar. Y es Torregrosa quien apunta que "las pymes son más difícilmente digitalizables que las grandes empresas" y que "hay que convencer al empleado de que un robot no viene a quitarle su trabajo, sino a ayudarle a desempeñarlo. Las oportunidades también hay que mirarlas desde el punto de vista de que los precios de IoT han bajado, la robótica colaborativa está avanzada, al igual que los chatbots… Esto ya no es futuro".

De la parte de robótica colaborativa habla Coronado, quien explica que estos robots comparten espacio de trabajo con los empleados, "pero las personas somos reacias a los cambios, aunque hay que entender que los robots más que reemplazar personas reemplazan tareas". Además, echa la vista atrás y comenta: "Cuando empezamos en 2016 pensábamos que nos íbamos a hinchar a vender robots para el calzado; no os podéis imaginar lo que costó vender el primero".

INESCOP como guía en la digitalización

Por esa dificultad de digitalización que presentan las pymes y bajo la premisa de unir fuerzas, INESCOP actúa como nexo y guía, porque ya tiene la experiencia, el "know how, y puede orientar en este camino", establece el director general de Troquelados Algorós. Además, el centro tecnológico actúa como creador de sinergias, porque "los llaneros solitarios ya están desfasados y el éxito pasa por unir a todos los agentes", considera el CEO de CFZ Robots.

Otro de los puntos a favor son los recursos con los que cuenta para que las empresas puedan desarrollar la rueda al completo, ya que, según apunta la responsable de I+D de Analco, "es inviable que incorporemos a todo el personal necesario y tampoco podríamos hacerlo, porque las empresas de calzado no somos atractivas para los jóvenes", establece uno de los puntos futuros de debate. Y es el Sales Manager de Lodi Gadea quien señala la necesidad de humanizar la digitalización, un aspecto que también ha desarrollado INESCOP, "que antes era más tecnológico y ahora se ha ido adaptando a la situación hasta tocar toda la cadena".

En relación con las tendencias incorporadas para abarcar la cadena de valor al completo, el propio subdirector de Fabricación Avanzada de INESCOP expone que, aunque inicialmente se orientó a la parte productiva, el abanico se ha abierto por demanda del "mercado y las empresas, que te piden avanzar en diseño y desarrollo de producto para agilizar costes, tiempos, permitir la personalización de la apariencia del zapato, etc."

Falta de mano de obra cualificada

Como avanzaba Alonso, el sector del calzado presenta una dificultad de personal, necesitando incorporar perfiles cualificados en esas herramientas. Sin embargo, asegura que "no se encuentra a gente para trabajar en fábrica", achacando este problema a que "de aquí a atrás, la Formación Profesional (FP) era el patito feo de todas las familias; nadie quería que sus hijos fueran a FP y lo estamos pagando ahora, porque no tenemos personal con ese tipo de formación para incorporar a las empresas". Si bien es cierto que la representante de Analco matiza que se están rompiendo los tabús y, de aquí a unos años, "sí tendremos personal para poder trabajar".

Un razonamiento que secunda el director de Secretariado de Tendencias y Proyectos Tecnológicos de la UA, quien evidencia que "España presenta un problema endémico de la pirámide invertida: tiene muchísimos titulados, pero la base -que debería ser FP- es casi inexistente. Eso crea falsas expectativas y mucha frustración, porque en la carrera no esperan tener que apretar tornillos luego". En este sentido, distingue entre que la enseñanza es competitiva y la empresa, colaborativa, estableciendo que "el problema viene desde Primaria, cuando empiezan a ponernos nota, lo que fomenta el individualismo y la competencia 1 vs 1. Tiene que quedar claro que cuando la persona llega a la empresa no va a competir contra su compañero, sino que va a trabajar con él".

"Estamos hablando de soft skills", completa el representante de la administración pública, "algo que no se mide en la escuela". En cuanto a la FP, menciona a su compañero en la Generalitat, Manolo Gomicia, director general de Formación Profesional, quien aboga por la formación dual, un modelo instaurado en algunos países como Alemania o Dinamarca, donde "el alumno no se pasa el día en el centro de FP, sino en los departamentos de formación de las empresas. Allí el ingeniero ha pasado antes por FP y puede tanto bajar a planta como subir a la oficina", manifiesta.

La transición sostenible

Además del proceso digital, se presenta de manera paralela la transición sostenible, el paso de las empresas hacia otros materiales. En este ámbito, INESCOP cuenta con un departamento de Medioambiente y Sostenibilidad para calcular la huella de carbono de los materiales, donde también entran en juego las nuevas tecnologías. Como indica Calabuig, "la digitalización ayuda a volver una empresa más sostenible, eliminando procesos que no son sostenibles por el material que utilizan y ahorrando consumo energético".

En este tema, Coronado establece una relación directa entre el tamaño de la empresa y la sostenibilidad: "A mayor tamaño más les importa". Y Belmonte agrega que la sostenibilidad es "un coste añadido, pero lo hacemos porque realmente creemos en ello y queremos ser diferentes". Por su parte, Torregrosa ahonda en la presión social de la sostenibilidad, pues en determinadas sociedades "la gente quiere saber qué compra y una etiqueta demuestra a un tercero que lo estás haciendo bien y, de esta manera, el cliente puede distinguir entre un producto y otro".

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