ALICANTE. A una semana para su conversión en Sociedad Anónima Deportiva, paso previo a su aspiración de cotizar en Bolsa, el Intercity de Salvador Martí, Javier Mira y Eduardo Rodríguez, entre otros, ya trabaja en el proyecto del próximo curso.
Tras la fusión por absorción con el Novelda, el equipo que entrena José Vicente Lledó y que recientemente ascendía a Preferente, jugará finalmente en Tercera la próxima temporada. Lo hará con un presupuesto de 1,2 millones de euros, de los que la mayor parte irán destinados a sufragar una plantilla que partirá con el objetivo de ascender a Segunda B. Lo que no está tan claro es el escenario en el que disputará sus partidos como local: Salvador Martí y Eduardo Rodríguez se reunían este jueves con Enrique Ortiz para abordar la disposición del Hércules a compartir un Rico Pérez que es propiedad del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF); el coliseo blanquiazul es la primera opción del Intercity para jugar sus encuentros en Alicante capital pero no la única y es que también baraja la posibilidad de hacer uso del Antonio Solana. La intención del club, que naciera hace un año en Sant Joan, es llegar a un acuerdo con Hércules o CFI para compartir campo, si bien en el caso del Rico Pérez necesitará la conformidad del IVF como propietario que es, mientras que para disputar sus encuentros en el campo de la carretera de Villafranqueza, requerirá del visto bueno del Ayuntamiento de Alicante, ya que se trata de una instalación municipal.
Limbo legal
Hace 14 meses que el banco del Consell se hacía, en la subasta de los bienes y derechos de la sociedad Aligestión Integral, con la propiedad del 15,07% de las acciones del Hércules y del estadio José Rico Pérez por 3.750.000 euros.
Pese a lo anterior, la situación en la que se halla inmerso el estadio es todo menos clara: el Hércules continúa jugando en él, algo que tanto la Generalitat como el Ayuntamiento de Alicante se hartaron de proclamar cuando por primera vez en años el IVF le ganó un partido a Ortiz, pero lo hace no porque ambas administraciones hayan suscrito el también anunciado convenio de cesión y la instalación se le haya arrendado de nuevo al club blanquiazul, en este caso por parte del consistorio, lo hace porque el contrato de arrendamiento por 25 años suscrito en 2007 con Aligestión sigue vigente, ya que el Juez de lo Mercantil se negó a cancelarlo, decisión recurrida por el administrador concursal de Aligestión y sobre la que todavía ha de pronunciarse la Audiencia Provincial.
Es decir, el Hércules continúa como inquilino en el Rico Pérez, con las condiciones pactadas en 2007 con Aligestión, pese a que el propietario del estadio es un banco del Consell que no desea subrogarse en ese contrato de arrendamiento y sí cederle la instalación al Ayuntamiento de Alicante por cinco años, a cambio de un canon anual de 200.000 euros.
En Segunda B, el precio del arrendamiento del estadio ronda los 50.000 euros por año, cantidad a la que hay que sumar otros 100.000 en gastos de mantenimiento que ahora podrían ser compartidos por Hércules e Intercity.