El Eldense-Hércules, bajo sospecha

ALICANTE. El encuentro entre el Eldense y el Hércules disputado el pasado 12 de febrero en el Nuevo Pepico Amat, se encuentra bajo sospecha.

En su edición de este jueves, El País revela que el citado partido, correspondiente a la jornada 25 en el grupo III de la Segunda División B y que finalizó con victoria de los blanquiazules por 0-2, es uno de los siete disputados por el conjunto eldense que se investigan por su presunto amaño. 

De acuerdo con esta información que firma Íñigo Domínguez, en el sumario que instruye el titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Elda se señala este encuentro como sospechoso por haberse detectado movimientos extraños en las apuestas, junto a los que enfrentó al Eldense con L'Hospitalet, Baleares, Cornellà, Gavà y Barça B.

Denuncia pública de Cheikh

Fue tras el duelo de los azulgranas en el Mini Estadi ante el filial blaugrana que finalizó con un 12-0, cuando la denuncia pública del jugador Cheikh Saad hizo estallar un escándalo que provocó la detención y posterior imputación por los delitos de corrupción entre particulares y pertenencia a organización criminal de los futbolistas 'Maiki' Fernández y Nico Cháfer, los entrenadores Filippo di Pierro y Fran Ruiz y el empresario Nobile Capuani, cabeza visible del supuesto grupo inversor que desembarcó en el club azulgrana a comienzos de año procedente del Jumilla, club del que también se investigan varios encuentros.

Hasta el momento, de la causa había trascendido que tras los investigados (imputados), hoy en libertad con cargos, había una red de apuestas en casas asiáticas.

Eldense 0-2 Hércules

Fue un partido de perfil muy bajo, protagonizado por dos conjuntos sumidos en una profunda crisis de juego y resultados, en el que el Hércules se llevó la victoria gracias a un tanto de Javi Flores en el minuto 11, en una jugada defendida de la peor manera por los locales, y un segundo en el 75, obra de Juan Delgado a la contra.

Tanto 'Maiki' Fernández como Nico Cháfer, los jugadores investigados, participaron: el primero disputó todo el encuentro, siendo el autor de uno de los contados disparos a la portería de Ivan Buigues; Nico jugó solo la segunda mitad.

Temporadas 2009/10 y 2012/13

Al igual que otros muchos conjuntos, no es la primera vez que el Hércules se ve relacionado directa o indirectamente con un asunto de este tipo, si bien en todos los casos no se ha probado que hubiera conducta ilícita alguna. 

Todos recordarán lo sucedido tras la finalización de la temporada 2009/10 en la que el club blanquiazul ascendió a Primera División, cuando se filtraron parte de las escuchas policiales del caso Brugal en las que Enrique Ortiz y Tote se expresaban en unos términos que permitían poner en duda la limpieza de ese logro deportivo y como una controvertida decisión de la Audiencia Provincial de Alicante impidió que dichas escuchas se empleasen contra el club en un procedimiento administrativo (la conducta no era todavía delito en nuestro ordenamiento). 

Casi tres años después, en la temporada 2012/13, el encuentro que había de enfrentarle en el José Rico Pérez con el Murcia fue retirado por numerosas casas de apuestas al detectarse un incremento inusual de apuestas a favor de la victoria del equipo murciano que se jugaba la permanencia. Un hecho que quedaría en nada con la que formó semanas después al señalarse desde la propia UEFA que el partido de la última jornada entre el Racing de Santander y el Hércules presuntamente estaba amañado, al haberse detectado "parámetros inexplicables de apuestas". El presidente de la patronal de los clubes, Javier Tebas habló de que había "certezas, no sospechas" sobre el supuesto amaño si bien tanto la investigación administrativa (a los pocos meses) como la judicial (tres años después) también se archivaron.  

Corrupción deportiva

En la reforma de 2010 del Código Penal se introdujo el delito de corrupción deportiva. 

El punto 4 del artículo 268 bis contempla una pena principal de cuatro meses a seis años de privación de libertad para "los directivos, administradores, empleados o colaboradores de una entidad deportiva, cualquiera que sea la forma jurídica de ésta, así como a los deportistas, árbitros o jueces de aquellas conductas que tengan por finalidad predeterminar o alterar de manera deliberada y fraudulenta el resultado de una prueba, encuentro o competición deportiva profesionales".