ALICANTE (EFE). Una nueva prueba diagnóstica más eficaz, barata y, sobre todo, que sea accesible en cualquier parte del mundo para detectar qué pacientes padecen malnutrición por fallos en el funcionamiento del páncreas es el objetivo de un ambicioso trabajo de científicos del Instituto de Investigación Sanitaria y Biomédica ISABIAL, junto a la Universidad de Alicante (UA).
El equipo está liderado por el experto en gastroenterología y pancreatología, subdirector científico de ISABIAL, Enrique de Madaria, y participan como coinvestigadora principal Lorena María Bernal Luján y el grupo de Química Bioanalítica y Circular de la Universidad de Alicante (UA), del catedrático José Luis Todolí.
Este proyecto para la obtención de los nuevos biomarcadores diagnósitcos en insuficiencia pancreática exocrina ha conseguido recientemente la I Ayuda a la Investigación Médica Becas LUMED de la Fundación del Colegio Oficial de Médicos de Alicante (FUNCOMA), dotada con 50.000 euros.
De Madaria ha explicado a EFE que es conocido que las personas que padecen enfermedades del páncreas, desde una pancreatitis aguda o crónica hasta un cáncer, suelen padecer diabetes por fallar la producción de insulina, pero que también pueden sufrir otra consecuencia mucho menos conocida como es un fallo de la función digestiva.
Esto es así porque se producen deficiencias en un líquido producido por el páncreas que es necesario para digerir la comida en el intestino, y este último aspecto es el que centra la investigación de De Madaria.
Falsos diagnósticos en las pruebas actuales
Las pruebas de detección actuales son costosas y con una tasa del 33 % de falsos diagnósticos, de manera que, a menudo, provoca costosos tratamientos a pacientes que no lo necesitan o deja de prescribir a quienes deberían seguirlos, lo que se traduce en enfermos con el añadido de malnutrición.
La malnutrición por esta complicación del páncreas se traduce en una menor digestión y absorción de grasas, proteínas, hidratos de carbono y vitaminas como la B12, la A, la K y la E; o de metales como el zinc y el magnesio; y la consiguiente pérdida de peso, todo lo cual puede agravar el estado de la salud del paciente y dificultar la recuperación e, incluso, propiciar una nueva enfermedad.
"Pierdes peso, notas síntomas molestos y, por ejemplo, se produce un aumento del riesgo cardiovascular", según De Madaria, quien se propone "cambiar esto encontrando nuevas formas de diagnosticar los problemas digestivos por enfermedades del páncreas", lo que en el argot médico se conoce como complicaciones de insuficiencia pancreática exocrina.
A partir de muestras de saliva, orina, heces o sangre, el trabajo de ISABIAL y la UA prevé determinar qué moléculas pueden identificar a los pacientes con estas complicaciones que conllevan malnutrición para diseñar un método de vanguardia que pueda ser implementado "en cualquier sistema sanitario del planeta", es decir, ya sea en países del primer mundo o en vías de desarrollo.
Uno de cada diez ancianos, con quistes de páncreas
El papel del grupo de Química Bioanalítica de la UA en la investigación es clave en el trabajo porque precisamente se dirige a la detección de estos marcadores isotópicos que ayuden a esta detección fiable, rápida y no invasiva, ha relatado a EFE Todolí.
Aunque las del páncreas no son las enfermedades más extendidas, se calcula que una persona de cada 125 padecerá a lo largo de su vida un cáncer de páncreas y hasta un 10 % de los ciudadanos ancianos tienen quistes de este órgano, al tiempo que la pancreatitis es una causa frecuente de ingreso hospitalario.