ELCHE. El Colegio Oficial de Aparejadores mostraba este pasado viernes que la construcción vuelve a mostrar buenas cifras en la provincia tras el ciclo de incertidumbre por la guerra de Ucrania y el aumento en el precio de los materiales. En el área de Elche han sido 72 las viviendas iniciadas en el primer trimestre del ejercicio, lo que a juicio del Colegio supone una "modesta mejora dentro de un volumen de actividad escaso, pues incrementan en un 20% respecto al primer trimestre de 2022 y en un 167% sobre el trimestre pasado".
Unas cifras en consonancia con los pequeños residenciales que se van aprobando para construir, en comparación con los grandes bloques que se aprobaron en los años anteriores, con promociones de calado que ahora no son tan habituales. De hecho, el informe pone de relieve que las 529 viviendas iniciadas en los últimos 12 meses son únicamente "el 65% del mismo dato al primer trimestre de 2020 lo que sitúa a la zona con el peor dato en cuanto a la recuperación de la actividad de antes de la pandemia".
Respecto a ese goteo, el viernes la Junta de Gobierno la Junta aprobaba la licenci de construcción de un edificio de 4 alturas en el Paseo de Germanías 29 a la mercantil Navarro & Fama SL. Mientras tanto, hay otras en trámites para sustituir un viejo inmueble que está ahora protegido con una red para prevenir desprendimientos. En la calle Fossar, número 21. Una promoción impulsada por un particular y que supondrá un edificio de dos alturas de color blanco con aparcamiento y un patio que dará a la parte trasera del inmueble. Actuación con un aspecto más tradicional y que renovará una zona que aún tiene viejos edificios o solares vacíos.
Por último, este viernes la Junta también acordaba suscribir un nuevo convenio con la Sareb, el conocido como 'banco malo', para la adquisición de tres nuevas viviendas destinadas a familias en situación de vulnerabilidad social. Las mismas se encuentran en el barrio de El Pla y la Sareb las cede al Consistorio, que a partir de ahora se encargará de los gastos de la adecuación de los pisos para que puedan ser ocupados y posteriormente de los gastos de la comunidad. A día de hoy, el Ayuntamiento cuenta con un total de 12 viviendas de la Sareb destinadas a alquiler social para personas en riesgo de exclusión social. Una cifra que ha aumentado muy lentamente durante estas dos legislaturas, y que queda lejos de las cerca de 70 que el banco malo tiene en la ciudad y que la administración local quiere destinar a alquiler asequible.
