BENIDORM. La sexta edición del Iberia Festival se cerró el sábado con una jornada en la que se vivió uno de los mejores momentos de un festival que ha sabido rehacerse a sí mismo, después de pasar por diferentes estados de ánimo a través de su existencia, de los que siempre ha salido reforzado con la experiencia de adaptarse a las circunstancias y ofreciendo una propuesta musical muy definida y para un público concreto, donde no es necesario lucir palmito hipster ni ser un adicto a la cultura mainstream.
El auditorio Julio Iglesias del Parque de l’Aigüera de Benidorm fue testigo del reencuentro de los míticos Golpes Bajos, que volvían a reunirse sobre el escenario tres décadas después para homenajear a su vocalista y "alma mater" Germán Coppini, fallecido en 2013 .
Un homenaje preparado a conciencia donde brillaron artistas y amigos de la talla de Iván Ferreiro, Sole Giménez, Mercedes Ferrer, Nacho Campillo, Javier Ojeda y Pepe Begines todos ellos comandados por la otra mitad de Golpes Bajos, Teo Cardalda; el excelente músico conocido por pertenecer a Cómplices (junto a su esposa, María Monsonís) y Golpes Bajos junto a Germán Coppini en 1982. Posteriormente se incorporarían Pablo Novoa y Luis García.
Nunca una banda musical de la época dorada del pop español dejó una impronta tan profunda como la de Golpes Bajos, que paradójicamente apenas duró tres años (1983-1985), con tres discos y 19 temas convertidos en verdaderos iconos de la época y referentes para muchos de los músicos que vinieron después a ocupar un panorama musical por momentos desolado, ya entrados los 90. Incluso en el 98, Coppini y Cardalda, rodeados de grandes músicos, intentaron un retorno poco fructífero con un nuevo trabajo, "Vivo".
Germán Coppini fue considerada una de las voces más inquietas de su generación; investigó y navegó por diferentes registro musicales, desde la canción melódica italiana hasta los ritmos caribeños y desde el Hip Hop hasta el Dancehall, y así se lo reconocían con devoción sus compañeros y artistas a través de un minucioso y bien preparado homenaje.
Teo Cardalda, Pablo Novoa y Luís García hicieron todo para homenajear al cuarto integrante de Golpes Bajos. Y no estuvieron solos. Porque además de un público entregado, también quisieron recordar al vocalista desaparecido otros compañeros de profesión interpretando los 19 temas que la banda viguesa compuso en su corta pero intensa existencia.
Así, Sole Giménez puso su voz a temas como ‘No mires a los ojos de la gente’; Pepe Begines prestó la suya a ‘Fiesta de maniquíes’ o ‘Estoy enfermo’; Nacho Campillo hizo lo propio con ‘Tendré que salir algún día’ y ‘Hansel y Gretel’; Mercedes Ferrer interpretó ‘Santa Compaña’ o ‘La reclusa’; y Javier Ojeda hizo suyas ‘Escenas olvidadas’ y ‘Come prima’.
Iván Ferreiro, que ha versionado las canciones de la banda en su recién lanzado ‘Sopa recalentada’, se reencontró con ‘Desconocido’, ‘Lágrimas’ o la que da título al disco homenaje.
La interpretación coral de ‘Malos tiempos para la lírica’, con todos los músicos y artistas sobre el escenario, puso el punto final a un emotivo reencuentro, muy esperado y justo en la medida de lo que esta formación mítica aportó al ideario musical de nuestro país.