ALICANTE. Con tachones, letras multicolor -en rojo, azul o verde-, una caligrafía descuidada y exenta de signos de puntuación. Esta es la "historia en escritura surrealista y de manera absolutamente loca" -así la califica Rosa Castells, conservadora del MACA- que desde el miércoles 20 de noviembre luce en la primera planta del Museo de Arte Contemporáneo de Alicante (MACA), acompañada por una selección de piezas de las 177 que componen la Colección Arte Siglo XX, donada por Eusebio Sempere a la ciudad. El entierro del Conde de Orgaz es el título del libro escrito, entre 1957 y 1958, por Pablo Picasso, que se expondrá hasta junio de 2020 en la muestra No digo más que lo que no digo. Picasso y un siglo de artistas. Una acción que resulta posible gracias a la cesión, por cinco años, de Florencio Martín Calvo, "hermano de Abel Martín Calvo, quien fue compañero de Eusebio Sempere", aclara el vínculo Castells, quien cuenta que "esta obra llegó hace un par de años, pero todavía no la habíamos expuesto. Estábamos intentando saber cómo hacerlo, porque vino en unos biombos muy extraños que Florencio construyó y no la queríamos quitar de ahí, pero lo hemos tenido que hacer porque esta es la forma más limpia de exponerla".
La obra protagonista de la muestra consiste en un libro ilustrado editado por Gustavo Gili y Ediciones La cometa en 1969, el cual adquirió posteriormente Eusebio Sempere. "Se compone de tres divisiones", desglosa la conservadora: "La primera es el manuscrito de Picasso que se muestra en las vitrinas, un texto excepcional cuyo prólogo redacta el poeta Rafael Alberti. También incluye doce aguafuertes al cobre y, por último, un grabado al buril que realiza en 1939 y titula Trozo de almíbar". Las litografías de las vitrinas "son del puño y letra de Picasso y se trata de la edición número 130 de los 269 ejemplares que existen", apunta Antonio Manresa, concejal de Cultura del Ayuntamiento. Dato al que Castells añade que también tienen uno en "la casa natal de Picasso, en Málaga, y otro en el Museo Picasso de Barcelona".
La Colección Arte Siglo XX escolta el protagonismo de la obra de Picasso porque fueron estos artistas quienes acompañaron al pintor malagueño a lo largo del siglo: "Junto a Picasso, Jean Cocteau, Marc Chagall, Joan Miró, Vasili Kandinsky o Francis Bacon, entre otros, desdibujan las fronteras entre la figuración y la abstracción, convirtiendo la época en un siglo moderno", valora la conservadora. Y tilda de "interesante" el hecho de poner en contexto las obras propias con la de Picasso, "porque nuestra colección ha salido reforzada. Aunque son las mismas piezas que ya habían estado expuestas, ahora las vemos de otra manera y son como nuevas, porque comparadas con Picasso o acompañadas por él se leen de una forma distinta".
Además de El entierro del Conde de Orgaz, el museo ya atesoraba dos originales del genio de Málaga, como son el retrato de Arthur Rimbaud y un grabado de la Suite Vollard, un cuadro al que envuelve una leyenda que Sempere contaba y recuerda, en esta ocasión, Castells: "En 1971, cuando Picasso cumple 90 años, este país quiso rendir un homenaje al artista, obviamente no desde el estado, pero sí desde el mundo del arte, por lo que en la galería Theo se expuso la Suite Vollard completa. Una de las noches entró un comando fascista y destruyó todos los grabados excepto dos, siendo uno de ellos el que tenemos aquí".
Pero no resultó la galería la única perjudicada, sino también algunas de las librerías que referían, de algún modo, a los libros de Picasso. "Todo aquel que homenajeó al pintor estaba en el punto de mira", resume la miembro del MACA. Una 'persecución' en la que también se vio envuelto Sempere: "Él y otros artistas se reunieron la noche del 24 de octubre de 1971 en un tablao flamenco, La zambra gitana, para grabar una especie de vídeo y enviárselo a Picasso. Sempere se vino arriba, subió al escenario, dijo ciertas cosas y lo detuvieron; tuvo que pasar unos cuantos días en la cárcel y también lo multaron. Así es que Sempere estaba muy comprometido con la idea y la figura que Picasso establecía como símbolo de libertad", traslada.
La muestra artística y la posibilidad de contemplar de manera detenida El entierro del Conde de Orgaz suponen una llamada atractiva para el espacio de arte contemporáneo, que contabilizó 83.992 visitantes a sus instalaciones durante el pasado 2018. "El Museo atrae a muchos visitantes, pero si el Castillo de Santa Bárbara es nuestra bandera visible, el MACA es la joya escondida de Alicante", considera Manresa. Y añade que "esta colección llamará la atención y, además, vamos a hacer una campaña comunicativa para que mucha más gente visite el museo, el cual debemos valorizar y realzar".
Restricción del acceso en vehículo privado al Castillo
Durante la inauguración de la muestra el edil también habló sobre la propuesta de prohibir el acceso a los vehículos privados al Castillo de Santa Bárbara: "Estamos estudiando el tema porque los vehículos a motor contaminan el entorno y producen un estrés ambiental importante a la fortaleza. El Castillo de Santa Bárbara es nuestra bandera, el buque insignia de Alicante, lo primero que ves cuando llegas a la ciudad y tenemos que cuidarlo", sostiene. Es por ello que una de las medidas consiste en "restringir el tráfico de vehículos privados, aunque sí seguirán subiendo mini buses en mayor o menor medida, dependiendo de la demanda" asegura. Y garantiza que "esta medida va a ser beneficiosa para la ciudad y el propio monumento". Además, desde Infraestructuras "se va a acometer una reforma para adecuar otra vez el suelo del baluarte de la reina, que es donde aparcan los coches", informa el edil.