La vida sigue igual: el PPCV no mejora aunque renueva sus caras en Génova

VALENCIA. La delegación del PPCV no cosechó este sábado en el 18º Congreso Nacional de la formación popular una satisfacción ni mucho menos plena ante el equipo dibujado por Mariano Rajoy para su próximo mandato.

Pocos eran los que se atrevían a afirmarlo: algunas alegrías concretas tapaban otras decepciones sensibles, pero los números no mienten y la realidad es que los representantes valencianos no mejoran en peso y tampoco en número en la dirección, de hecho, retroceden levemente en el Comité Ejecutivo Nacional (CEN). Así pues, tras los pocos -casi nulos- guiños en el diseño del Gobierno, el PPCV vuelve a ocupar un papel secundario en la toma de decisiones nacionales.

La principal alegría fue para el presidente de la Diputación de Alicante, César Sánchez, quien entra a ocupar una secretaría ejecutiva, en concreto la del área de Formación. Fuentes populares señalan que el también alcalde de Calp tenía el compromiso del presidente provincial, José Císcar, quien repite como vocal en el Comité Ejecutivo, de dar su nombre en Madrid para entrar en la dirección. De esta manera, se da continuidad a la bicefalia que hay en Alicante: Sánchez, en la institución; Císcar, en el partido.

Así fue finalmente, si bien en la recta final también se situó con opciones, incluso para algunos en el selecto Comité de Dirección, a la 'número dos' del PPCV, la oriolana Eva Ortiz, quien a la postre fue incluida como vocal. En cualquier caso, un buen resultado para la rama alicantina.

La otra novedad en el Comité Ejecutivo como vocal fue la del presidente provincial de Valencia, Vicente Betoret, quien está atravesando una época difícil tras verse salpicado por las acusaciones del exgerente de Imelsa Marcos Benavent en relación al Caso Taula. Tal vez ello ha contribuido a que el dirigente valenciano haya jugado sus bazas para figurar dentro de la dirección nacional del PP.

Y hasta ahí las buenas noticias. Se aprecian caras nuevas en el principal órgano del PP, de donde caen sin embargo otros dirigentes como el diputado nacional Gerardo Camps o los exministros Federico Trillo y José Manuel García Margallo, este último considerado 'valenciano' por su vinculación con la Comunitat aunque es de origen madrileño. 

Además, se despide de la Ejecutiva la única dirigente del PPCV que tenía cargo, Susana Camarero. Con lo cual, si se suma a que en su día también figuró la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá en el órgano, la representación de las huestes de Bonig en la cúpula han menguado.

En lo que respecta al Comité de Dirección, Rajoy  fue fiel a su estilo y no introdujo ningún cambio: mantiene a María Dolores de Cospedal como secretaria general y al resto de los vicesecretarios, Javier Arenas, Andrea Levy, Pablo Casado y Javier Maroto. Solo cambia el puesto de Fernando Martínez Maíllo, que es situado como coordinador, posiblemente para liberar a Cospedal, además de mantener las áreas que ostentaba hasta ahora.