EL CAMPELLO. Casi un siglo respalda las Fiestas del Carmen de El Campello. Una tradición centenaria surgida por el mar, siendo la Virgen del Carmen la patrona de aquellos que se embarcan a cabalgar las olas en altamar. Para otorgarle un grado más de reconocimiento, el Ayuntamiento de El Campello ha solicitado al gobierno valenciano que esta celebración pase a ser Fiesta de Interés Turístico en la categoría de Provincial. ¿Los motivos? Sus raíces, su evolución, su importancia... En resumen, su historia.
Pese a que la primera celebración de las Fiestas del Carmen tuvo lugar en julio de 1924, podría decirse que su origen, en esencia, se remonta a 1919, año de creación del pósito de pescadores, que fue el colectivo que impulsó este festejo en honor a la patrona del mar. Para ello, compraron una figura que se empezó a pasear y que "se cambió en 1982, pese a que en un principio la idea era restaurarla. La figura de la virgen que se pasea ahora es la nueva; la vieja se ha quedado permanentemente en la ermita que se construyó en 1951 también en su honor", da a conocer Gerardo Muñoz, historiador y miembro del Consell Valencià de Cultura (CVC).
Solo en dos momentos se dejó de celebrar: durante los años de la Guerra Civil -manteniendo escondida la figura de la virgen en la carpintería de un socialista por los asaltos a las iglesias- y en 2020 debido a la reciente pandemia ocasionada por la covid-19. A lo largo de los años, la festividad ha ido evolucionando, principalmente el contenido de la misma, abarcando "cada vez más días, más actos y con mayor participación tanto de la población campellera como de los y las asistentes", cuenta Muñoz.
En la actualidad, la fiesta presenta actos inamovibles, como la misa y la procesión que se llevan a cabo el 16 de julio, día oficial de la Virgen del Carmen. "El día grande es el 16", certifica Félix Ortiz, secretario de la Comisión de Fiestas Estrella de los Mares, de El Campello. Es precisamente esa tarde cuando la virgen se embarca en una procesión por el mar y, al llegar al puerto y tocar tierra, se camina en una procesión terrestre acompañando a la figura hasta la ermita. "En 2019, la procesión marítima la abrió un patrullero de la armada y más de 80 embarcaciones seguían a la virgen", traslada.
La víspera de esta celebración, la playa de Carrer la Mar acoge un acto visualmente satisfactorio, pese al manto oscuro de la noche: "Desde hace unos seis años se traslada a la virgen a hombros hasta la Lonja, que es donde al día siguiente se celebra una misa de campaña. Este acto ha cogido una fuerza increíble, acude mucha gente porque pone los pelos de punta ver toda la playa a oscuras y solo la virgen iluminada, ya que la acompañan marineros con faroles típicos", explica Ortiz.
Además de los eventos religiosos, los días previos están plagados de actividades lúdicas para todos los públicos. Entre la programación destacan juegos infantiles, juegos populares, talleres, desfile de disfraces y actuaciones callejeras como teatros y acróbatas con fuego. "Por las noches actúan orquestas, humoristas, malabaristas, etc. Y después de la actuación, llega el turno de la barraca popular", enumera el secretario.
Durante el pleno del mes de julio, el Ayuntamiento de El Campello aprobó por unanimidad tramitar la solicitud para que la Generalitat Valenciana otorgue a las Fiestas del Carmen la calificación de Bien de Interés Provincial. Una consideración que supondría "una mayor afluencia de público, más reconocimiento provincial y de la Comunidad, hacer más atractivo el municipio para los visitantes, que más gente venga a nuestras fiestas, en especial el día 16... Todo beneficios", resume la concejala de Turismo, Marisa Navarro (PP).
Para poder acceder a esta categoría, el Consistorio campellero ha reunido recortes de prensa de la fiesta durante el último siglo, un informe del historiador Gerardo Muñoz y una serie de documentos que acrediten el arraigo popular de las fiestas, su capacidad para atraer a miles de turistas cada año, la difusión de tradiciones, la originalidad de la festividad y la promoción de valores culturales tradicionales. Además, también resultaba necesario el apoyo de municipios del entorno y de diversas asociaciones.
"Hemos estado más de un año recopilando información", apunta Navarro, quien confiesa que la intención es seguir subiendo de categoría, por lo que, en un futuro, el Ayuntamiento se abalanzará a por el siguiente escalón: el reconocimiento como Bien de Interés Turístico Autonómico.