El 55% de los visitantes se hospeda en un hotel y el 11% busca una vivienda de alquiler. Otro 11% asegura ya haber recurrido a plataformas digitales como Airbnb o P2P para encontrar alojamiento. El motivo de su apuesta por Alicante: para un 45% el sol y playa y para un 26%, el patrimonio cultural
ALICANTE. Una encuesta impulsada por el Patronato Municipal de Turismo sobre la llegada de visitantes a Alicante -única foto fija específica capturada a lo largo de todo 2016-, refleja que el turista tipo gasta durante su estancia en la capital de la Costa Blanca una media diaria de 71,72 euros y que permanece en la ciudad alrededor de cuatro días y medio (4,42 días). Las cifras mejoran por lo que respecta a los turistas procedentes del extranjero, en la medida en que aseguran recalar en Alicante una media de casi cinco días (4,96). Es decir, casi una jornada más de lo que señalan los visitantes de origen nacional: 3,87.
El sondeo, desarrollado en la última fase de la campaña estival (entre el 2 y el 20 del pasado septiembre) a una muestra aleatoria de 202 personas (61% extranjeros), permite conocer, además, aspectos como el lugar elegido para hospedarse por el 59,87% de los visitantes que sí pernoctan en la ciudad (al 34,08% de los encuestados restante se les considera, en realidad, excursionistas que proceden de otros municipios). Así, la primera opción de alojamiento, según el estudio, es el hotel, aunque no por una abrumadora mayoría. Los turistas que apuestan por el establecimiento hotelero representan el 55,6 %; otro 12,31% busca habitación en hostales o albergues y un 11,57% opta por alquilar una vivienda.
En paralelo a este último segmento, la consulta también da cuenta ya de la importancia que comienza a cobrar también en la ciudad de Alicante la llamada economía colaborativa: las reservas de alojamientos turísticos canalizadas a través de plataformas de internet como Airbnb, Couchsurfing o P2P. Un 11,19% de los encuestados asegura haber encontrado alojamiento por esa vía. Y, ya en menor porcentaje, se encontrarían quienes recurren a casas de familiares o conocidos (5,6%) o a vivienda propia (1,49).
Valoran la limpieza y la seguridad del destino con una puntuación de 4 sobre 5; sólo los cruceristas rebajan su consideración sobre la limpieza a 3,5
El estudio resulta igualmente relevante como indicador de los motivos que arrastran a los visitantes hasta el destino Alicante. Lo cierto es que no hay grandes sorpresas por lo que respecta al factor principal: un 45,38% dice haberse sentido atraído por el sol y playa. Sin embargo, si podría parecer inesperada la segunda de las causas confesadas: un 26,26% señala que visita la ciudad por su patrimonio cultural, muy por encima, por ejemplo, de las compras (un 2,52%), de los negocios (un 0,84%) o de la gastronomía (un 1,47%). El tercer motivo más señalado sería lo que podría interpretarse como una escapada (city break), de acuerdo con el 10,29% de los encuestados.
Sobre el medio de transporte utilizado para desplazarse hasta la ciudad, las respuestas reafirman que el aeropuerto de Alicante-Elche es la principal puerta de entrada para el sector. Un 57,52% dice haber llegado en avión; un 17,67% en vehículo propio; un 16,54% en tren y un 7,52% en autobús.
Pero, sin duda, una de las partes del cuestionario (con un total de once preguntas) que quizá aporta una de las informaciones más útiles es su apartado valorativo. Los encuestados debían pronunciarse sobre aspectos clave para todo núcleo turístico como la seguridad, la limpieza y el aspecto de la trama urbana. Y las respuestas arrojan una perspectiva más que positiva. En una escala entre 1 (muy malo) y 5 (muy bueno), los encuestados asignan una puntuación de 4 para la limpieza, otra de 4 para la seguridad y otra de 5 para el aspecto.
El estudio disgrega, eso sí, a los cruceristas al tratarse de un perfil de visitante sensiblemente diferente: su estancia en la ciudad es inferior a un día y no tienen una motivación especial para llegar hasta a Alicante más allá de tratarse de una de las paradas de su recorrido. En este caso, el gasto por persona es inferior, de sólo 65 euros. Y las impresiones sobre la ciudad también son distintas: los cruceristas le dan un 3,5 a la limpieza, un 5 a la seguridad y un 4,5 al aspecto.