ORIHUELA. El 15 de junio de 2019, Emilio Bascuñana (1959) fue elegido alcalde con los únicos votos a favor de su partido, PP, -9 concejales. Justo un mes después Ciudadanos tampoco apoyó las retribuciones pero al cabo de diez días, el 26 de julio, anunciaron que habían alcanzado un acuerdo para formar un equipo de gobierno conjunto. Bascuñana repasa, en esta entrevista para Alicante Plaza, el primer año de su segunda legislatura como primer edil. El segundo mandato que dirige también lo hace en coalación con el mismo socio de gobierno que la anterior legislatura, Cs.
Pregunta: ¿Va todo tan bien en palacio, del marqués de Arneva [sede del Ayuntamiento] como escenifican en público con su socio de gobierno?
Respuesta: Por supuesto. La cara es el espejo del alma. No vamos a negar que en todos sitios cuando estás hablando de gestión surjan historias. Lo importante no es que no surjan, si no cómo se gestionan y se afrontan. Como alcalde y desde el grupo popular tenemos la intención de conseguir la mayor estabilidad para el pueblo de Orihuela. Para gobernar estos cuatro años. Ya tuvimos la experiencia durante la pasada legislatura con Ciudadanos, y esta los tenemos de nuevo como compañeros y lo intentamos hacer lo mejor posible.
P: ¿Qué balance hace de este primer año de gestión?
R: Es un comienzo de legislatura complejo y complicado como todo el mundo sabe. Nos está condicionado el inicio y nos va a condicionar toda la legislatura. En ese sentido estamos haciendo un sobreesfuerzo para adaptarnos a la situación y para sobrellevarlo de la mejor manera, siempre buscando las mejores soluciones. Es una situación complicadísima. Los proyectos, las campañas,.. pasan a un segundo plano porque ha habido otras cuestiones de urgencia que nos hacen priorizar y nos hacen cambiar los planes. Empezamos con la DANA recién alcanzado el acuerdo con ciudadanos. También el temporal ‘Gloria’, aunque en menor medida pero nos afectó, y ahora la covid-19. Si ahora partimos una carrera por la covid-19, lo hacemos cojos y sin muletas. Porque tenemos el daño por la dana, daños de 23 millones de euros en infraestructuras y en total en todo el pueblo sumaba 530 millones de euros. Esos daños serían la cojera, y las muletas es que no tenemos ayudas de ningún tipo. El gobierno de la nación no nos ha dado un céntimo. El de la Generalitat nos aprobó más de 3 millones y hemos recibido 50.000 euros. Y ahora tenemos la amenaza de que nos quiten los ahorros que hemos conseguido con la buena gestión. No solo que no nos ayuda, sino que además nos castiga con la amenaza de quitarnos nuestros ahorros. Es difícil encontrar un calificativo. Vamos a hacer lo imposible para que solucionemos nuestros problemas con nuestro dinero.
P: ¿Qué balance hace con su socio de gobierno?
R: Balance dentro de la normalidad. Ya teníamos la experiencia de la anterior legislatura. En todos los matrimonios cuecen habas. Lo importante es la voluntad de gestionar bien, sumar y unir. Entiendo que ahora mismo tenemos la experiencia de pactos en muchos niveles de la administración. La gente está viendo que los pactos probablemente no sean la mejor opción para solucionar los problemas de la población. Creo que pasamos de ese bipartidismo a este escenario tan plural que al final termina con la influencia excesiva de las minorías. Es un tema que condicionar mucho que hay que revisar. Pero no para perjudicar a las minorías. Hay que respetarlas y que participen en la medida que corresponde. Pero ni el extremo de ignorarlas ni que sean quien condicione o gobierne. Los pactos de gobierno han demostrado que no son la mejor opción. Hay que seguir buscando la mejor opción para cubrir las necesidades de la ciudadanía. En ese tipo de pactos y acuerdos el cabeza visible se lleva todo lo malo, y lo bueno quien lo hace, porque se van buscando protagonismos. Y hay que sentarse en buscar soluciones. El objetivo no tiene que ser ponerse medallitas. Tiene que ser servir al pueblo. Tenemos que ir que en vez de desmembrarnos tanto y hacer tantos partidos, tenemos que intentar buscar la suma, la unión y la fortaleza.
P: ¿Hace autocrítica de su gestión? ¿Cuál en concreto?
R: Sería absurdo que no reconociera que no soy perfecto. No solo como alcalde, sino como persona. Todos tenemos muchas cosas que mejorar. Intento por acertar siempre. Hago el mayor esfuerzo para h hacer lo mejor para Orihuela. Si que es verdad que tenemos fallos, pero también es verdad que se critica actuaciones de los acaldes y concejales porque no se tiene toda la información y los parámetros para tomar una decisión. Hacemos autocrítica y se podían haber hecho coasas mejor. Pero creo que estamos haciendo un papel mucho más que digno y sobre todo comparado con antecedentes en el gobierno de la ciudad. Quiero recordar que nos encontramos en 2015 un municipio Intervenido por el Banco de España, con una deuda entre la financiera de 60 millones de euros y ahora estamos en 15, un ayuntamiento sin presupuestos…. También nos encontramos un pueblo patas arriba por las obras del AVE y hemos pasado a tener una estación de alta velocidad. Nos gustaría ir más rápido. Ser más ágiles. No es una excusa. Es una realidad, que las circunstancias mandan. Ahora mismo tenemos proyectos con financiación para sacar grandes proyectos, que va a apoyar la situación de la covid-19 por entorno a 45 millones de euros.
P: ¿Citaría algún aspecto en concreto en el que se haya equivocado?
R: Seguro que hay muchos. No creo que me toque hacerme a mi ese enjuiciamiento y decir en lo que me he equivocado. Pero que no quepa duda de que todas las equivocaciones que detecto intento corregirlas lo antes posible, no siempre lo consigo, pero soy perseverante. Es algo que pido a mi equipo. Que me ayuden a corregir los errores que no pueda detectar y que me ayuden a corregirlos.
P: ¿En qué cedió hace un año para que el acuerdo fuera posible?
R: Cedimos en muchas cosas que nos habría gustado como cualquier equipo. Nosostros cedimos en unas, ellos en otras. Lo importante es que los dos tuvimos esa capacidad de sacrificio y priorizar el buscar soluciones antes que poner problemas y ahondar en la distancia. La legislatura pasada llevábamos Recursos Humanos, Urbanismo, habíamos conseguido unas medidas para agilizar la concesión de licencias de obras que lo pusimos en marcha el día antes de ceder las competencias. Llevábamos Educación que evidentemente las cedimos porque había un nuevo reparto de concejales y teníamos que intentar repartir de una manera proporcional para que la gestión fuera lo más eficiente. Tanto José Aix como yo intentamos estar coordinados y que esa expresión de que hay dos ayuntamiento que no se convierta en una realidad. Que la realidad sea que a aunque haya un equipo con gente que viene de diferentes sensibilidades, la voluntad que nos une de atender las necesidades de Orihuela coincidíamos en trabajarlas y buscar la mejor solución.
P: ¿Cuáles fueron sus líneas rojas?
R: Había dos líneas rojas: la sensatez y la proporcionalidad. Cualquier acuerdo tiene que pasar porque sea sensato y reconozca la situación, y las opciones de sumar y mejorar. Todo ese trabajo tiene que ser desde la responsabilidad y la proporcionalidad. Y no había más líneas rojas que esas. A partir de ahí, todo el escenario estaba abierto y a compartir diferentes sensaciones y puntos de vista.
P: ¿Se ven juntos hasta 2023?
R: Si, me veo juntos hasta 2023. No sé bajo qué paraguas, por lo que decía antes de los tipos de acuerdos, tiene cosas que mejorar y quizá no sea la mejor solución para determinadas situaciones, pero bajo otro paraguas me veo por supuesto junto con otras personas para encontrar las mejores soluciones para Orihuela. Me veo junto con los cinco concejales de Ciudadanos y los nueve del grupo popular para terminar la legislatura.
P: ¿Le preocupa una hipotética moción de censura si se inicia un proceso judicial?
R: Rotundamente no. Pero que yo sepa no hay ningún procedimiento judicial. Todo esto no es más que ruido mediático. Sigue siendo ruido mediático. Cuando llegue el momento y se conozca, pues evidentemente se confirmará que es ruido. Y tendrán que dar explicaciones todos los que han consentido jugar con este ruido y utilizar las administraciones públicas para algo que en absoluto, ya no que no esté justificado, sino que es un abuso, que tendrán que rendir cuenta.
P: Orihuela se enfrenta a grandes retos, como el resto del país, en materia laboral y social por las consecuencias de la covid-19, ¿qué va a hacer el equipo de gobierno?
R: Hemos constituido un consejo cívico con los otros grupos de la corporación y representantes del pueblo y agentes sociales para la recuperación social y económica de Orihuela en sintonía como lo están haciendo otros municipios y administraciones. Tenemos que estar atentos. He convocado a los concejales cuyos servicios están más afectados por la covid-19 para comentar la situación y ver si las medidas que estamos tomando son las más acertadas o hay que ajustarlas. En la gestión de la crisis la experiencia nos ha permitido ir un paso por delante y espero seguir gestionándolo de manera satisfactoria y que Orihuela siga siendo un punto de referencia para que la gente tenga confianza y seguridad que se están adoptando todas las medidas para evitar el contagio. Desgraciadamente no depende solo de nosotros. Tenemos que soportar las torpezas de una administración autonómica y el gobierno de la nación.