¿Alguien me puede explicar de qué va 'Loki'?

VALÈNCIA. Por favor, ¿alguien ha entendido qué cuenta Loki? No me refiero al argumento, ahí no hay misterio: las aventuras de Loki más allá del Tiempo. Ni a la trama: tras robar el teseracto, Loki es atrapado por la misteriosa Autoridad de Variación Temporal, una agencia que vela por la Línea Temporal Sagrada, donde le ofrecen convertirse en agente para paliar los efectos de algunos de sus actos, etc. etc. No, hablo del tema. ¿De qué va la serie? ¿Qué nos está contando? No es una pregunta trampa, se lo juro por el martillo de Thor, es que aún no lo he entendido. Conforme iba viendo la serie más desconcierto experimentaba, aunque no sabía exactamente por qué, hasta que caí en esto de que hay argumento y trama, pero no hay tema. Vemos a Loki corretear de acá para allá, el Multiverso, sus largos diálogos con Mobius, la aparición de Sylvie, unas cuantas peleas y batallas… y la pregunta sigue ahí: ¿por qué? ¿Por qué está pasando todo esto? 

¿Estamos viendo un proceso de redención de Loki? Pues si es así, se les ha quedado más bien escuálido el tema. En realidad no, no hay tal. Algo se apunta pero no se desarrolla, con el agravante de que esa redención ya nos la han contado, con mucha más enjundia y profundidad, en las películas, por mucho que se trate de otra línea temporal. ¿Conflictos de identidad? ¡Acabáramos! No hay superhéroe que no los tenga, en este universo o en cualquier otro; es un cliché muy manido. Pero es que no, tampoco es ese el meollo del asunto, por muchos Lokis estrafalarios que vayan apareciendo.

¿La lucha por el poder? Quién es más poderoso que quién y todas esas zarandajas. Bueno, eso está rondando por ahí como en cualquier producto de acción de Hollywood, pero no acaba de centrarse en eso. Además, resulta todo muy pueril. Basta con que alguien se invente un personaje con algún poder incontestable, le conviertan en el creador del universo, perdón, de los universos, y se acabó el dilema.

Repasemos las dos series de Marvel que han precedido a Loki. La bruja escarlata y Visión va del duelo y la pérdida. Wanda rehúsa enfrentarse al dolor ante la muerte de su amado Visión y su actitud provoca el caos, hasta que no le queda más remedio que asumirlo con todas sus consecuencias. El tema de The Falcon y el Soldado de Invierno es el lugar del (súper) héroe y su papel en la sociedad actual. ¿En qué consiste ser un héroe hoy? De ahí que viéramos a los protagonistas tener problemas económicos y buscarse la vida trabajando, o que se hiciera una relectura en clave de raza de la historia reciente de Estados Unidos, reivindicando a quienes han sido borrados del relato oficial. En ambas series, como es lógico, hay otros temas secundarios o colaterales, pero el meollo del asunto, el centro en torno al que gira la trama por más vueltas que dé, y lo que aglutina su desarrollo y los elementos que van apareciendo, son esos.

Para que funcione, requiere que Wanda, Vision, Falcon o El Soldado de Invierno vivan su historia en función de quiénes son y de los poderes y capacidades que poseen. Poderes y capacidades que son determinantes en su identidad y en su forma de encararse a las situaciones y afrontar los conflictos. Y ambas series cumplen sobradamente en este sentido. De hecho, al final del recorrido, todos ellos reforzarán su identidad asumiendo los cambios externos o internos que se han producido. Porque si no, no hay historia: todo lo que les sucede, lo que la trama despliega, provoca en ellos una transformación y, así, al acabar el relato no son los mismos que cuando empezaron. Hay un aprendizaje y, al final de la partida, les quedan unas cuantas cicatrices, físicas y en el alma.

Pero me temo que en Loki esto no acaba de funcionar. Que sea ingenioso en algunos diálogos y de vez en cuando logre escabullirse de sus carceleros no es suficiente ni crea una identidad. Y, sobre todo, no le diferencia de cualquier protagonista de otra serie de acción. Hay un problema de partida en el arco de transformación de Loki durante sus aventuras por el multiverso. Y es que este Loki no parece Loki. Es difícil reconocer en el protagonista de la serie al personaje que nos encandilaba en las películas. Ni el carisma y el atractivo de Tom Hiddelston lo consiguen. Loki (y Hiddelston), está desdibujado, nada de lo que hace y solo una muy mínima parte de lo que dice nos recuerda al dios del engaño. Si se piensa con calma, que sea Loki ni pone ni quita a la historia: tenemos todo el rato la sensación de que el protagonista podría ser él o cualquier otro. Que sea Loki no es determinante en el desarrollo de la serie. Y eso sí que es un problema.

Puede que sea porque Loki es un personaje que solo funciona como oponente o aliado, ya que siempre se mide y actúa en función de los demás y su identidad se define por oposición. Vale, que se enamore de una versión femenina de sí mismo tiene cierta gracia, no lo vamos a negar, y es coherente con el muy narcisista Loki que conocemos de las películas. Pero tampoco es para tanto. Al fin y al cabo, Sylvie, la Loki femenina no se parece a Loki. Si no nos dijeran unas cuantas veces que es una versión del protagonista no la identificaríamos como tal. Ni por su carácter, ni por su comportamiento, ni por su personalidad.

Este problema, que el Loki de la serie sea un palidísimo reflejo del Loki de los films, solo afectará a los espectadores que conocen el Universo Cinemático Marvel (UCM). Para un espectador que no haya visto los films (en el supuesto improbable que decida ver la serie alguien así) esto no será relevante. Pero entonces se va a encontrar con un protagonista indescifrable: un tipo vanidoso con un poder, el del engaño, que prácticamente no usa, intentando entender un mundo incomprensible.

Ya veo a todos los fans marvelitas levantando la mano para aclararme algunas cosas. Oye, que la serie sirve para presentar el Multiverso, a la agencia del tiempo y a ese personaje que aparece al final, y todo esto va a jugar un papel importante en la siguiente fase del UCM. Pues muy bien, pero no, no me vale. Si es así, si esa es su única finalidad, me parece un concepto muy pobre para una serie, además de poco respetuoso con el público. ¿Nos están ofreciendo una serie que no tiene entidad por sí misma? ¿Que solo tiene sentido como parte de un engranaje mayor? ¿Solo se trata de mantener entretenidos a los lectores de los cómics para que se pasen el día elaborando teorías y buscando rimas y señales de por dónde va a ir la cuarta fase del UCM?

Cuéntame algo con contenido. Algo que permita que la serie pueda funcionar por sí sola, que haga que no vaya de más a menos, como desgraciadamente sucede, porque no hay un tema que dé coherencia a lo que vemos. También las otras series Marvel presentan nuevos personajes y tramas que se desarrollarán en las próximas entregas. Pero lo hacen contando algo, con una razón de ser, con un tema o temas que permiten organizar la trama y todos los elementos del relato y dotan de sentido lo que estamos viendo. Aunque formen parte de un relato mayor, funcionan por sí solas.

Por lo demás: efectos especiales molones, fantasía y sentido de la maravilla, etc. Nada que a estas alturas nos pueda sorprender y, sobre todo, nada que no haya que exigirle a un producto Marvel. No es un mérito, es el mínimo, y es, básicamente, cuestión de dinero: si no ofrece esto (que es, en ocasiones, lo único que justifica la existencia de la mayoría de estas producciones), mal vamos. En el haber de la serie podemos añadir a Owen Wilson (se le disfruta mucho en la serie); una entretenida, aunque bastante desaprovechada, colección de lokis; a Sophia di Martino, estupenda como Sylvie; un diseño de producción retrofuturista resultón, aunque un pelín incongruente; y poco más. Habrá segunda temporada. A ver si deciden contarnos algo con sentido y, ya de paso, hacerle justicia a Loki y a su intérprete. Esperemos que la serie se centre y descubramos qué diablos nos estaba contando.