ELCHE. Empiezan a desbloquearse o aclararse los proyectos urbanísticos en Carrús, aquellos llamados a transformar o darle una nueva cara al barrio. Otros en cambio siguen empantanados o no son por ahora más que ideas incipientes. Un cúmulo de situaciones que en cualquier caso, llegan a final de legislatura, por lo que prácticamente tan solo uno quedará finalizado antes de las elecciones, el de la semipeatonalización de Olegario Domarco Seller, eso sí, no exento de polémica por las quejas vecinales ante la acumulación de obras que están sufriendo.
Es por ahora la única actuación que salvo nueva sorpresa, finalizará antes de que acabe el mandato. Eso sí, con atraso, ya que la contratista ha solicitado ampliar el plazo para acabar la obra hasta el 24 de enero, fecha límite en la que debería culminar esta semipeatonalización. Con la finalización en enero, la obra se habría extendido un mes más, ya que empezó en julio, con una previsión de medio año. Sin embargo, ya llevan acumulados diez meses de obras, ya que antes de que empezase la actuación en concreto, Aigües d'Elx estuvo actuando para la renovación de alcantarillado y suministro de agua durante tres meses. Además de largo periodo de obras con las calles patas arriba, que ha supuesto algún cierre de negocio y problemas con los vados, denuncian vecinos y comerciantes, la otra gran queja es que se han eliminado un centenar de plazas de aparcamiento en un barrio al que no le sobra. Y creen los vecinos que el solar asfaltado junto al barrio Patilla no es una alternativa realista. Un quebradero de cabeza tanto para el vecindario, como para el Ayuntamiento, al que han pedido que se aceleren las obras. Esperan que la actuación permita dinamizar y dar más vida a la zona. Algo que en el barrio se ve con reservas.
Es la gran actuación amarrada. El viernes se hacía oficial, con la aprobación del Pleno del Consell de liberar 9,9 millones de euros para rehabilitar los 18 bloques de Porfirio Pascual gracias a los fondos europeos Next Generation EU en materia de eficiencia energética, instalación de ascensores, reparación de elementos comunes, pilares, ventanas, balcones, cubiertas, retirada de amianto... En el Consejo de Administración de esta semana, Pimesa, que gestionará la iniciativa, aprobó ya el pliego de condiciones para la redacción del proyecto de obras y su posterior dirección. Se está a la espera de que se publique oficialmente la resolución para lanzar el concurso público. Una vez llegue la resolución, se firmará el convenio con la comisión bilateral entre Ayuntamiento, Conselleria de Vivienda y Ministerio de Vivienda para establecer las bases sobre las características del proceso y que aprobará la Junta de Gobierno. Un procedimiento administrativo que ya está avanzado entre Generalitat y Ministerio.
Pimesa será de nuevo el agente rehabilitador y beneficiario de la subvención. Ya tiene los informes del estado de los edificios y el aval de las comunidades de propietarios, incluidas las pocas que faltaban por constituirse o estar operativas. Así pues, ya han trabajado la licitación para la rehabilitación. En cuanto se resuelva oficialmente, se aprobará el concurso público, que consta del diseño de la actuación y la dirección de obras. Se aprobó la pasada semana por un valor de 336.000 euros. Será un procedimiento abierto pero el trámite será un pliego de urgencia para acortar los plazos. El plazo de entrega será de unos meses y después se tendrá que contratar la obra, que se licitará en un único proceso. Debe estar finalizada en 2026 según los plazos europeos.
Asimismo, en la obra se aprovechará también para quitar todos los suministros que pasan por las fachadas y se soterrarán, es algo que se ha avanzado con Iberdrola. Y el Ayuntamiento será por su parte quien se encargue de la reurbanización del entorno del barrio, eso sí con fondos propios, aunque para obtener casi la máxima puntuación ha aportado 1,3 millones de euros para rebajar el precio a poner entre los vecinos para rehabilitar los edificios. Tendrán una ayuda complementaria aquellos que estén en situación de vulnerabilidad.
Sobre la regeneración de Carrús Este y la pasarela volante, también tiene su polémica para parte de los vecinos, que no quieren la misma porque creen que son perentorias otras actuaciones de accesibilidad o solucionar los socavones junto a la ladera, y temen que desde la futura infraestructura se vea el interior de algunas casas. En cualquier caso, después de un recurso presentado en enero de este año y con la reactivación del proceso a finales de febrero, ha habido que esperar hasta octubre para ver los despachos que se postulaban finalmente después de haber pasado el filtro. Tuvieron que presentar de nuevo alguna documentación, lo que alargó un poco más un proceso que a fin de cuentas ha durado prácticamente un año. Finalmente ya se ha adjudicado la redacción del proyecto y la dirección de obras.
Se encargarán Fuster Arquitectos e Ingemed. Tendrán que mantener la privacidad de colegio y vecinos. Eso sí, de nuevo a contrarreloj. Con el farragoso procedimiento administrativo y los problemas de por medio, ha pasado casi un año. Tendrán que entregar el diseño en cuatro semanas, una mejora de tiempo para acortar plazos. Sin embargo, el plazo estimado de la ejecución de las obras es de un año, y después de que se entregue este diseño, habrá que licitar entonces esa materialización. Se ofrecerán más puntos a quien acorte más tiempo para hacerla realidad, pero es complicado que esté finalizada el 31 de diciembre, como establecen los fondos Edusi. Sin contar con que pueda haber algún problema en la concurrencia pública. Queda por ver si el Gobierno o Europa ofrecerán una prórroga para finalizar las iniciativas. En la misma situación está el Pabellón de Deportes del cementerio viejo.
Es el proyecto del que menos avances hay. Tanto que ni está en tramitación ni en marcha como es el caso de las anteriores actuaciones. Una propuesta que llega como rebote tras la cesión del equipo de gobierno con su idea de levantar en Jayton el otrora auditorio de la Diputación, ahora Palacio de Congresos. Después de renunciar ante la negativa de la institución provincial y el empresariado, exigiendo la primera consenso con la ubicación de la infraestructura congresual, el bipartito puso encima de la mesa un centro cultural de grandes dimensiones del que se dijo sería un "segundo Gran Teatre", con posibles cines e incluso un aparcamiento subterráneo. Una idea que aún hay que asentar. En cualquier caso, se plantea como un 'Palau de les Arts Escèniques', una gran infraestructura cultural que se espera que dinamice o reactive a nivel comercial y cultural esa parte de Carrús, límite con El Toscar. Como parte de la deuda del Consell de 43 millones, el Consell ha presupuestado en las cuentas autonómicas un millón de euros para esta actuación, lo que incluiría la redacción de la infraestructura y al menos alguna anualidad.
Cuatro proyectos de calado planteados en Carrús, el barrio más poblado de la ciudad, con 80.000 personas, que necesita de actuaciones urbanas a nivel integral para ir esponjando zonas y ganar más espacios públicos. En el pasado ya hubo intentos de renovación en la alcaldía de Diego Maciá con el Plan de Reforma Interior del Barrio de Carrús. Suponía actuar entre el Giner de los Ríos y la Iglesia del Carmen, entre el Camino de los Magros y Tomás y Valiente, afectando también al barrio Patilla. Hubo mucha resistencia por parte de los vecinos, principalmente por parte de la gente mayor. La idea era concentrar las viviendas de una o dos plantas en edificios de mayor altura para liberar espacios abiertos con bloques de edificios altos y espacios verdes.
Esas reticencias vecinales se están encontrando ahora con también en alguna de estas iniciativas. Eso sí, en principio siguen adelante. Conjugado con programas de rehabilitación de vivienda como el de Porfirio Pascual, con esa hipotética pasarela y regeneración de la ladera, así como la peatonalización en Olegario Domarco Seller, al menos parte de Carrús Este tendrá una imagen renovada. El efecto, a analizar en el futuro. Actuaciones que llegan a final de mandato tras dos legislaturas del eje progresista, y tras años de abandono y falta de intervención que han ayudado al proceso de deterioro urbano en varios puntos del barrio.