VALÈNCIA/ALICANTE. Curso nuevo, preguntas nuevas. La cultura valenciana da por iniciado estos días el curso 2023/2024 y, con él, también se reavivan o presentan algunos debates que serán clave en los próximos meses, muchos de ellos –aunque no todos- vinculados al cambio de gobierno. Em la provincia de Alicante hay tres incógnitas a resolver: qué pasará con la entrada de la Generalitat en el Teatro Principal de Alicante: cómo será la programación del Teatre Arniches y que pasará con los rodajes de Ciudad de la Luz.
La Generalitat ya es titular de un 33% de las acciones del Teatro Principal de Alicante, pero ese cambio accionarial que adoptó el Botànic no se ha trasladado en acciones: en un primer lugar, el Botànic quería abrir un proceso abierto de elección de un nuevo director/a, algo que finalmente no se ha dado, principalmente porque el Ayuntamiento de Alicante se ha opuesto, y en segundo lugar, realizar obras para mejorar el coliseo. Sobre todo, en el patio de butacas, algo que tampoco se ha podido realizar. Lo normal es que ahora la Generalitat no quiera entrar en ningún conflicto y que deja las cosas como están. Otra cosa muy diferentes son las reformas que necesita el teatro y que no son muy demorable. La programación seguirá el criterio de continuidad: grandes producciones y musicales.
Los cambios en los gobiernos autonómico y local suelen conllevar un baile de nombres en diferentes capas de la gestión cultural. No solo cambia la cara visible de la conselleria o la concejalía. Si no, que se lo digan a Vicent Ros, hasta el 31 de julio director del Palau de la Música de València, sustituido ahora por Vicent Llimerá para empezar una nueva etapa al frente de la institución local.
Los cargos designados directamente por los partidos políticos ya han designado. Pero todavía queda por resolver algunas incógnitas, bien sean nombramientos directos o a partir de concursos, vacantes importantes como la gerencia del IVAM, la presidencia del Consell Valencià de Cultura (CVC), la presidencia del Patronato del Museu de Belles Arts de València o la dirección territorial del Institut Valencià de Cultura (IVC) de Castellón.
Además, falta por saber si habrá relevos en otros puestos como las direcciones adjuntas y general del IVC, o el Consorci de Museus. Durante esta legislatura se tendrán que renovar la gran mayoría de direcciones, también las de los espacios culturales.
El Teatre Arniches de Alicante es la punta de lanza de las artes escénicas que tiene la Generalitat. Hasta el momento ha tenido una programación muy cuidada, muy coherente y sobre todo de apoyo a los grupos de creación de la Comunitat Valenciana. Todo ello bajo la dirección de Alicia Garijo. ¿Se mantendrá como la programación? ¿Con los mismos criterios? Lo veremos a partir de enero de 2024, que es cuando entren en escena los cambios. Por el momemto, la programación de este trimestre se presentará y tendrá continuidad. pero la incógnita es saber lo que pasará después.
Si ha habido un concepto que se ha repetido en un sinfín de ocasiones en los últimos meses ese ha sido el de Inteligencia Artificial (IA). La llegada de esta tecnología ha removido los cimientos de los sectores culturales, tanto que es uno de los motivos que han llevado a Hollywood a una huelga histórica. Pero no solo. En el ámbito local la irrupción de estas herramientas también ha sido objeto de debate, principalmente en los sectores de la ilustración, tras la publicación de distintas campañas que han hecho uso de estas herramientas, como la presentada para comunicar la nueva edición del festival FitCarrer, promovido por el Ayuntamiento de Vila-real. Su uso ha dividido a los profesionales: algunos subrayan sus bondades; otros denuncian sus efectos. En este sentido, desde la Associació de Professionals de la Il·lustració Valenciana (APIV) emitieron un comunicado en el que demandaron su regulación pues, “en su estado actual”, estas herramientas suponen un “riesgo grave para nuestro sector y para la sociedad en su conjunto”.
Hace un año que el Consell del Disseny se reunía por primera vez, una reunión de constitución en la que se marcaba como objetivo realizar un análisis global de los servicios de València. Este ente consultivo, creado bajo el paraguas de la Capitalidad del Diseño y asociado a Alcaldía –entonces bajo el gobierno de Joan Ribó-, inició su andadura con distintos encuentros que, hasta el momento, han derivado en un documento genérico de sugerencias que no se ha hecho público. Desde su presentación a Ribó, pocas semanas antes de las elecciones municipales, el Consell solo se ha reunido una vez y, tal y como admitió el director de la Fundació del Disseny esta semana, Xavi Calvo, está “parado” a la espera de una reunión con el nuevo gobierno que arroje luz sobre su futuro. No es la única cuenta pendiente, sin embargo, vinculada a la Capitalidad. Todavía está por responder qué pasará con el Ágora, una estructura de casi medio millón de euros que ahora descansa en un almacén, pese a la promesa de ser instalada en La Marina.
Lo adelantaba este verano Alicante Plaza: la huelga de guionistas en Estados Unidos tiene resonancias en el audiovisual valenciano. Al menos siete proyectos entre la Ciudad de la Luz y la ciudad de València se han caído. Un freno en seco tras varios rodajes importantes durante el curso, entre el que destaca la segunda temporada de Andor en la Ciutat de les Arts i les Ciències de València. Las empresas de services creen que esta situación durará y tendrá un impacto notable en el ritmo de las film offices. Por su parte, Ciudad de la Luz cree que habrá un efecto ‘champán’ en 2024. Por lo pronto, aún no se ha resuelto el conflicto en el otro lado del Atlántico, y hay ayudas, tanto a nivel estatal como autonómico, destinadas a captar este grandes proyectos. Todo esto sucede con la segunda oportunidad de la Ciudad de la Luz, tras su reapertura hace ahora un año. Caso aparte es el sector local, que, a la espera de las ayudas de producción, hace vida normal.
Tras un 2022 más que movido, los macrofestivales de música han vivido un 2023 dentro de la normalidad (que es una singular normalidad). El público ha respondido, aunque las asociaciones de consumidores están en pie de guerra con diferentes denuncias sobre posibles abusos como empezar a cobrar por lo que llaman “re-entrada”, o la imposición del pago cashless. Francesc Colomer, ahora ex-secretario autonómico de Turismo, ha sido el responsable, durante las dos legislaturas del Botànic, de crear (y mimar) las ayudas a las promotoras. ¿Qué pasará con la marca Mediterranew Musix ahora que no está su principal valedor? Desde el sector ya están pulsando a la nueva administración. Una cosa está clara: el sistema de ayudas se tendrá que adaptar para que no se libren las guerras que se dieron el año pasado.