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la racionalidad del lujo

Range Rover Velar 3.0 D300 First Edition

24/12/2017 - 

MADRID (EFE). Land Rover sigue jugando con inteligencia con las familias que ha creado de sus diferentes modelos y ha dotado de un nuevo integrante a la del Range Rover.

l Range Rover “a secas”, al Range Rover Sport y al Range Rover Evoque ha añadido un cuarto miembro: el Range Rover Velar, que se sitúa, por medidas, entre el Sport y el Evoque.

Mide de largo 4,80 metros, de ancho 2,03 metros, de alto 1,66 metros y su batalla es de 2,87 metros.

Es, por tanto, más largo que el Evoque (4,37 metros) y se queda a siete centímetros del Sport (4,87 metros).

Siguiendo con la comparativa, es más ancho que el Evoque (1,90 metros) y el Sport (1,98 metros); pero menos alto que el segundo (1,80 metros), mientras que la distancia al suelo con su hermano pequeño es la misma (1,66 metros).

La batalla más grande es para el Sport (2,92 metros), seguida de la del Velar (2,87 metros) y la del Evoque (2,66 metros).

Las diferencias con el Evoque también son destacables en precio y en gama de motores. Mientras que el Velar (desde 60.249 euros a 124.750) puede elegirse con motores gasolina y diésel desde 180 a 381 CV, la tarifa para hacerse con un Evoque parte de los 36.250 (puede llegar hasta los 77.650 euros) y los propulsores de ambos combustibles están comprendidos entre los 150 y 290 CV.

Un escalón más arriba en precio y potencia está el Sport: desde 71.100 euros a 151.400, y de 241 a 575 CV.

Por tanto, hay que mirar mucho la calculadora y el espacio del que se dispone en el garaje para acertar con el Range de los sueños de cada uno.

También si se va a utilizar como único coche o como segundo vehículo de la familia, caso éste último, en el que parecería la solución más acertada el Evoque.

Pero como cada familia y cada persona es un mundo, es momento de centrarse en el universo Velar.

El modelo probado por Efe es la edición especial First Edition, que solo estará disponible durante el primer año completo de ventas del nuevo modelo (se comercializa desde verano).

Es la más equipada, ya que está por encima de la lujosa terminación HSE.

Lo primero que llama la atención es que, al ser más bajo y más ancho que un Sport, y más largo que un Evoque, el Velar es el hermano más amplio para viajar con unas medidas más compactadas para circular por la ciudad. Y todo ello sin perder ni un ápice en cuanto a lujo y exclusividad.

A pesar de las similitudes que presenta en diseño exterior (rejilla delantera amplia y horizontal, faros estrechos y alargados, techo con forma de coupé…) hay un rasgo que hace único al Velar: los tiradores de las puertas se ocultan en la carrocería cuando se cierra el coche.

Es un elemento muy original que sorprende a quienes no conocen el modelo, ya que no saben cómo acceder al vehículo hasta que con el mando se libera el cierre centralizado.

Cuando se pone en marcha el vehículo, los tiradores vuelven a ocultarse para mejorar la aerodinámica del vehículo (cx de 0,35) y guardar la esencia de su diseño.

También a semejanza del Evoque se puede elegir la carrocería en bitono (con el techo en negro), como es el caso de la edición First Edition, lo que le da un toque más juvenil al Range, que siempre ha gozado de un porte clásico y señorial.

El coste de la pintura Flux Silver, exclusiva del Velar First Edition, es de 7.896 euros.

Con el Velar, Land Rover parece apostar por un cliente que busca el lujo en un tamaño más racional y con el que llamar algo menos la atención en unos momentos en que los vehículos parecen ser mal vistos por el centro de las ciudades.

En el interior, el lujo y el cuidado de los detalles están a un nivel por encima de las marcas premium. Los acabados clásicos, como el cuero, contrastan con las dos pantallas (de 10 pulgadas cada una) que presiden el centro del salpicadero. El cuadro de relojes también es digital.

La primera, la más alta e inclinable para una mejor visión, es la destinada al sistema de infoentretenimiento de este SUV de alta gama. Es táctil y desde ella debemos emparejar el teléfono y acceder a la conectividad y el sistema de navegación.

La que está inmediatamente debajo, también táctil, es la que nos permite configurar la climatización (también de los asientos delanteros) y acceder a los distintos modos de conducción con los que cuenta esta versión: Eco, Comfort y Dinamic.

Para evitar que el conductor retire más de lo necesario la vista de la carretera, el Velar cuenta con dos ruedas con las que subir y bajar los grados de la climatización o la velocidad de calefacción de los asientos delanteros.

También la segunda pantalla es la apropiada para disfrutar del sistema 4×4 (de serie en todas las versiones) de este verdadero todoterreno.

El Terrain Response 2 permite elegir entre distintos modos de tracción para tierra, nieve, gravilla o roca; así como elevar o bajar la carrocería (en la posición normal está a 251 milímetros respecto al suelo).

Con este sistema, uno de los mejores del mercado y que incluye control de descenso y de inclinación de la carrocería, no hay obstáculo que se le atragante al Velar.

Los cruces de puente no son problema para este lujoso SUV, ni las pendientes pronunciadas o los terrenos con poca adherencia, así como los vadeos.

El principal inconveniente lo ponen las enormes ruedas que monta -y que le dan un impresionante aspecto musculoso y deportivo- en llanta de 22 pulgadas y medidas 265/40.

Pero como la mayoría de sus propietarios lo conducirán por carretera, decirles que es un coche muy cómodo y muy amplio en el que cinco personas viajarán como en una berlina de las grandes.

Es muy confortable por el sistema de suspensión que emplea y que es independiente en ambos ejes. La suspensión neumática es de serie para los seis cilindros (3.0 D y 3.0 P), mientras que la tecnología de amortiguación Adaptive Dynamics se monta en todos.

Las irregularidades del terreno por el que pise no son problema para él y las filtra rápidamente sin que lleguen al interior del vehículo.

No sucede lo mismo en el paso rápido por curva donde transmite ligeramente los balanceos de la carrocería, lo que es lógico en un coche de este tamaño y de este peso (casi dos toneladas) con el que hay que ser prudentes con el acelerador para no superar con creces los límites de velocidad.

Es un SUV bastante rápido en cualquiera de los modos de conducción de los que dispone gracias al motor diésel sobrealimentado que lo propulsa, un 3.0 de 300 CV a 4.000 rpm.

Esta potencia está gestionada por una caja automática (de serie en todas las versiones) de convertidor de par de ocho velocidades que firma ZF y que hace muy agradable la conducción. Tiene levas en el volante.

Cuando se acelera con contundencia, la sensación que transmite es que el morro parece elevarse, por lo que hay que dosificar el gas en un vehículo que puede pasar de 0 a 100 km/h en 6,5 segundos (cifras de compacto vitaminado).

Esta respuesta inmediata, unida a un sonido ronco del motor, oculta su origen diésel e intenta asemejarle a un V8 de gasolina.

Conducir esta versión First Edition por la noche es también un placer, ya que monta de serie las luces Matrix-Laser LED con un alcance de 550 metros. Están compuestas de ledes que se encienden y se apagan individualmente para reducir el deslumbramiento a otros vehículos.

Esto posibilita ir detrás de un coche y que el asistente automático de luces conecte las de carretera sin molestarle. Se apagan los ledes que se proyectan directamente sobre el vehículo que nos precede, mientras que los de los lados siguen iluminando en la larga distancia.

El maletero, con 673 litros y espacio para la rueda de repuesto, también invita a hacer largos recorridos, ya sea de día o de noche.

En definitiva, el Velar es un producto muy exclusivo -se ha creado desde cero con la arquitectura de aluminio ligero de Jaguar Land Rover- cuyas señas de identidad son “una simplicidad elegante y un cuidado milimétrico de cada detalle”.

Acceder a uno de ellos, especialmente con la terminación analizada en esta prueba, es bastante prohibitivo sin una cuenta bancaria saneada.

A cambio lo que se recibe es un vehículo cómodo para carretera con avanzados sistemas de ayuda a la conducción (frenado de emergencia autónomo con detección de peatones, detector de tráfico de marcha atrás o monitor del estado del conductor…) y casi sin contrincantes en conducción off road, como buen Land Rover que es.

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