ALICANTE. El empresario Enrique Ortiz y el abogado Toni Freixa continuaban este lunes con la negociación para que el segundo asuma la gestión del Hércules de cara a, como poco, la campaña 2021/22.
Es cierto que las posiciones entre ambos están próximas, pero todavía no se puede hablar ni de un principio de acuerdo.
Los contactos entre el propietario 'de facto' del club blanquiazul y el exdirectivo del Barça se remontan a varias semanas atrás y pivotan sobre la figura de Valentín Botella, presidente de la Fundación del Hércules (máxima accionista de la entidad) y amigo de ambos. Ahora bien, como puntualizaba el viernes Freixa, en una breve conversación telefónica con Alicante Plaza, conoce a Ortiz desde septiembre de 2010, concretamente desde el día 11 de ese mes cuando el equipo blanquiazul derrotó al azulgrana (0-2) en el Camp Nou, en el encuentro correspondiente a la jornada 2 del curso liguero 2010/11. No solo ha llovido mucho desde esa tarde mágica para el herculanismo gracias a los tantos del paraguayo Nelson Haedo Valdez, es que el Hércules no parece recuperarse de la resaca de aquella fiesta, toda vez que en los 10 años siguientes ha perdido hasta tres categorías: va a pasar de militar en Primera División en la 2010/11 a hacerlo en la 2021/22 en Segunda RFEF, el equivalente al cuarto escalón del fútbol patrio.
La intención de Ortiz y Freixa es que el segundo asuma el control del día a día de la entidad a todos los niveles, empezando por el económico e institucional. Para empezar, con la búsqueda de inversores que participen del auxilio financiero que el constructor está dispuesto a mantener; eso sí, reduciendo su aportación al entender que no será necesario un desembolso comparable al de las últimas temporadas y, en todo caso, como ocurría con Juan Carlos Ramírez (que se resiste a seguir colaborando económicamente), al 50% con su nuevo socio o socios. El área deportiva tampoco escaparía a ese nuevo 'mando único' que ostentaría Freixa (en primera persona o a través de un tercero designado por él), aunque Carmelo del Pozo (que cuenta con un año más de contrato) entra en la ecuación que el empresario y el abogado dibujan estos días en la pizarra del vestuario local del Rico Pérez (otra cosa es que el técnico segoviano esté por la labor de continuar, pues si algo tiene claro es que no va a calentar la silla).
Venta de la mayoría accionarial
Esta nueva etapa con Freixa arrancaría coincidiendo con el momento más bajo del club en sus casi cien años de historia, buscando tratar de superar cuanto antes la grave crisis que atraviesa, pero también hacer atractivo el Hércules a medio plazo para una venta de la mayoría accionarial. Ahora bien, lo anterior no excluye que Ortiz pudiera vender sus acciones antes. El problema es que, como aseguraba este lunes a Alicante Plaza, no recibe ofertas de gente seria y acreditada solvencia.
En las últimas semanas se ha hablado profusamente en algún medio de una oferta que se presentó a principios de mayo y en la que se ofrecen dos euros por "hasta" el 89% de las acciones, asumiendo el comprador el total de la deuda con las administraciones públicas (que ronda los 4.000.0000 euros con la Agencia Tributaria) y Ortiz y Ramírez la deuda con los acreedores ordinarios (unos 6.000.000 millones) y subordinados (en la práctica renunciar a la misma, pues esta, que asciende a una cifra de ocho dígitos, es fundamentalmente con el constructor).
El problema es que la desconfianza de Ortiz con esa oferta es total, no habiendo contribuido precisamente a rebajarla el intercambio de mensajes de los últimos días: la tarde de este este lunes, por segunda vez en solo cuatro días, el representante de los 'supuestos' inversores no solo declinaba desvelar la identidad de los mismos tal y como le pide el club, es que reiteraba que solo conduciría a lo anterior la aceptación previa y expresa de la oferta (que se formalizó ante notario, se presentó a continuación en las oficinas del Rico Pérez y cuenta con un plazo de vigencia que se ha excedido con creces, aunque eso no sería tampoco un problema hoy).
"Solo estudiaremos ofertas por el Hércules de gente seria y que demuestre su solvencia", decía Ortiz la noche de este lunes, cuando se le preguntaba por la citada oferta y el 'diálogo de besugos' (con perdón) que parece envolverla.
Los interesados, que se autoproclaman "grupo solvente de socios y seguidores del Hércules afincados en la provincia de Alicante", declinan una y otra vez no solo desvelar su identidad, también ofrecer garantías de su capacidad económica para hacerse cargo del club. Para lo anterior no sería necesario presentarse a Ortiz (y Ramírez), bastaría con, por ejemplo, presentar un 'comfort letter' en el que una entidad financiera garantiza en su nombre el cumplimiento de las obligaciones derivadas de la oferta. Sin embargo, esto último, que ayudaría mucho, tampoco se produce.
"Cuánto bien hubiese hecho a esta manifestación conocer sus intenciones", dijo en referencia a esos supuestos inversores uno de los aficionados encargado de leer el primero de los discursos de hace dos semanas en la plaza del Ayuntamiento...