La agrupación de pequeños empresarios que suma 250.000 metros junto al eje de la Avenida de la Universidad se dicen dispuestos a dialogar para encajar la llegada de la tienda. Sus terrenos siguen siendo aptos, al no estar afectados por el catálogo de protecciones que preserva las lagunas y el paraje de Las Lomas. Ayuntamiento y Consell continúan negociando con la multinacional mediante contactos discretos el diseño de su nuevo proyecto
ALICANTE. La agrupación de pequeños propietarios del sector de Rabasa, constituida tras la compra de suelo que linda con la Avenida de la Universidad hace más de 25 años, puede acabar siendo la tabla de salvación para la implantación definitiva de Ikea en Alicante. Sus portavoces aseguraron este viernes a Alicante Plaza que están dispuestos a ofrecer sus parcelas para desbloquear el desarrollo del proyecto, ahora ya completamente desligado del polémico promotor Enrique Ortiz (imputado en Gürtel y Brugal) a traves de varias de sus sociedades (primero Visomed, después Urbanika y por último Alicante Avanza). "No podemos desaprovechar ninguna oportunidad: lo que nos interesa, como empresarios, es poder desarrollar ese suelo, y si además podemos atraer una inversión tan importante para Alicante y para su zona norte, mejor todavía", apuntaron.
En su conjunto, los cerca de veinte pequeños empresarios que componen la agrupación cuentan con una bolsa de cerca de 250.000 metros cuadrados en esa cuadrícula privilegiada -sobre todo por sus facilidades de acceso- que conforma el cuartel militar, el paraje de las lagunas de Rabasa, el trazado de la A-7 y la avenida de la Universidad que conecta con la autopista. Los veinte compraron esos terrenos -todavía rústicos- por un importe global de 220 millones de pesetas en 1989, gracias a dos pólizas de crédito suscritas con Banesto, con el propósito de desarrollar en ellos un recinto industrial y terciario que permitiese la instalación de sus empresas. Esos planes nunca llegaron a desarrollarse.
Sus representantes confirmaron que llegaron a mantener una entrevista "hace cinco o seis años" con responsables de Ikea en Madrid con el propósito de llegar a un entendimiento sobre el uso de sus parcelas. Sin embargo, "no fue posible posible porque nos dijeron que tenían un convenio firmado con Ortiz" . "Desde entonces no hemos vuelto a tener ningún contacto con ellos, pero ahora que están desvinculados, no tenemos ningún inconveniente en dialogar ni con ellos ni con el ayuntamiento", indicaron. Hasta ahora, según las mismas fuentes, sólo Ortiz ha llegado a tenerles en consideración. "Nos transmitió que nos tendría en cuenta", añadieron.
En principio, la agrupación no tiene previsto todavía mantener ningún contacto oficial ni prevé presentar ningún proyecto para desarrollar su suelo como agrupación de interés urbanístico. Sobre todo porque "nadie nos ha tenido en cuenta hasta hace unos quince días", cuando el Consell les comunicó oficialmente el desestimiento de Alicante Avanza a tramitar la Actuación Territorial Estratégica (ATE) en Rabasa. Ahora bien, sí están a disposición de cualquiera que esté interesado en abrir las negociaciones sobre sus terrenos.
El ofrecimiento de la agrupación de propietarios cobra un sentido especial si se tiene en cuenta que, con la incorporación de cerca de tres millones de metros cuadrados del sector en el estudio de paisaje del catálogo de protecciones del futuro Plan General (una superficie que abarca el paraje de las lagunas propiamente dicho y otra gran parcela anexa que conecta con el cuartel militar, conocido como paraje de Las Lomas), su suelo es más premium que nunca. Si ese catálogo (ahora en exposición al público) se aprueba en su redacción actual, los 250.000 metros de ese grupo de propietarios serán los únicos en los que podría tener encaje un proyecto como el de Ikea, ahora ya sin el macrocentro comercial anexo que preveía la ATE de Alicante Avanza.
Como publicó Alicante Plaza, ese catálogo limita, además, el desarrollo de dos de las dotaciones que el Ayuntamiento de Alicante y el Consell habían convenido incluir con Ikea al negociar los planos de su nueva propuesta: el tercer hospital del área metropolitana y hasta ocho campos de fútbol (posible germen de una ciudad deportiva para el Hércules y otros clubes). Por lo pronto, como detalló este diario, la Conselleria de Sanidad no cuenta tampoco con la reserva de ese suelo entre sus prioridades a corto o medio plazo, ya que la tendencia es reforzar los centros de salud con nuevos servicios, en lugar de construir nuevos hospitales, y, además se considera que no existe demanda asistencial que lo justifique.
De hecho, según las fuentes municipales consultadas, esa constatación ha llevado ya a Ayuntamiento y Consell a descartar esa reserva de suelo socio-sanitario ligada al plan de Ikea. La definición del proyecto definitivo para la implantación de la tienda sigue en proceso de negociación, con contactos discretos a tres bandas. Se da por seguro que, al menos, se conservarían otras dos parcelas: una para la instalación de entre dos y cuatro medianas superficies y otra para suelo empresarial no industrial. En paralelo, también continúa en estudio la fórmula urbanística con la que se urbanizaría el suelo.
Entre tanto, las valoraciones políticas continúan sucediéndose. El vicealcalde de Alicante y edil de Urbanismo, Miguel Ángel Pavón (Guanyar), reiteró este viernes la que viene siendo su posición al menos desde la renuncia de Ortiz a la ATE. En declaraciones a Radio Alicante, insistió en que Ikea sí tendría cabida en Rabasa siempre que se encuadre en el eje de la Avenida de la Universidad y al norte del cuartel militar y que se encaje su proyecto a través del Plan General.