El director de Estudios de Ineca, Paco Llopis, presenta el estudio del cuatro trimestre. Foto: RAFA MOLINAALICANTE. Desde que comenzó la espiral inflacionista, la provincia de Alicante viene sufriendo el impacto de los incrementos constantes del IPC de una forma más acusada que la media española. Durante todo 2022, salvo en el mes de diciembre, la presión de los precios ha sido mayor en Alicante que la media nacional. Y la provincia suma 24 meses en positivo.
Así lo recoge el informe de coyuntura sobre el cuarto trimestre de 2022 elaborado por el Instituto de Estudios Económicos de Alicante (Ineca) y presentado este martes en Casa Mediterráneo. Tal como destacó durante la presentación el director de Estudios del Instituto, Paco Llopis, el IPC de la provincia alcanzó en julio su máximo anual, con un 11,24%, y desde entonces se redujo progresivamente hasta cerrar diciembre con un aumento anual del 5,67%. El promedio de variación de los 12 meses del año es así del 8,71%.
Sin embargo, si se toma el periodo de los dos últimos años, desde que estalló la guerra de Ucrania y se aceleró un fenómeno que ya venía observándose desde finales de 2021, los precios de los bienes y servicios en la provincia de Alicante han subido más de un 12% en dos años. En el mismo periodo, a partir de los datos de los convenios colectivos aprobados, los salarios han aumentado solo un 4,7%. Es decir, que "los precios han subido 2,5 veces más que los salarios", tal como alertó Llopis: una pérdida de poder adquisitivo de los alicantinos que "ya se empieza a notar en algunos indicadores de actividad".
No es el único dato preocupante que arroja el informe. Uno de los motores económicos de la provincia, la compraventa de vivienda, se ha frenado en el cuarto trimestre del año tras comenzar a flojear en el tercero. Y aunque el acumulado anual es el mejor dato desde 2007, el dato del cuatro trimestre (14.284 operaciones) apenas mejora un 0,2% el del año anterior. Alicante mantiene la tercera posición provincial en el ranking tras Madrid y Barcelona, pero pierde peso en el conjunto nacional.
Al inicio de la cadena, esto es, en los visados de obra nueva para comenzar nuevas promociones de vivienda, la tendencia negativa es aún más acusada. En el cuatro trimestre se solicitaron 210 visados menos que en el mismo periodo de 2021, y en el acumulado del año también se refleja el descenso con 575 visados menos, un 11%. En el mismo ejercicio, en el conjunto de España la solicitud de visados aumenta un 0,5%, lo que provoca que Alicante pierda peso y se quede en el 4% del total nacional (cuando antes de la anterior crisis llegó a representar el 8%).
En cuanto a las exportaciones, el informe también refleja una caída de la actividad. Si bien el valor de las ventas al exterior sigue aumentando, lo hace menos que la media, y sobre todo, menos que los precios. "Vendemos menos unidades más caras", resumió Llopis. Así, en el cuatro trimestre del año el valor de las exportaciones aumentó un 2,3%, y Alicante pasa a representar el 1,7% del total nacional, cuando el año anterior suponía el 2%.
Pese a todo, la mayoría de indicadores del informe de Ineca están en positivo, lo que significa que, poco o mucho, mejoran respecto a 2021. Las cifras de 2022 y lo que se conoce del primer trimestre de 2023, sobre todo en variables como el empleo o la creación de empresas, permiten que Ineca sea "optimista" sobre el ejercicio en curso, aunque el instituto alerta de las debilidades estructurales de la provincia (tamaño empresarial, productividad, salarios, crédito...) que siguen sin resolver y empiezan a ser más notables a medida que avanza la crisis.
Como conclusión, Amirola destacó que "en lo que llevamos de 2023 los datos son algo mejores que en 2022, por lo que podemos ser optimistas". Sin embargo, pidió que "el compromiso de Ineca" con la mejora de la economía alicantina sea asumido por la Administración, "para que la recuperación no se vea comprometida, porque se percibe cierta fragilidad".
