ALICANTE. El Intercity Sant Joan va muy en serio con su apuesta por jugar ya en Segunda División B.
Lo anterior es tan cierto como que lo tiene complicado porque al haber concurrencia de ofertas (la suya no es la única) la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) adelantó en su circular que atendería al criterio del "mérito deportivo", pero el club alicantino no solo quiere la plaza del Reus, es que ha ingresado ya los 452.022 euros que se exigen y le ha manifestado a la Junta Directiva de la RFEF que desembolsará otros dos millones de euros para conformar una plantilla que tenga como objetivo pelear el ascenso al fútbol profesional.
"Nos lo exigen nuestros socios y accionistas", apuntaba al respecto Salvador Martí, uno de los fundadores del club que hace apenas dos meses ha captado 1,2 millones de euros en una campaña de 'crowdfunding', cantidad de la que apenas necesita el 10% en su camino para convertirse en Sociedad Anónima Deportiva, y que cuenta además con el respaldo económico de, entre otros, Martí y Javier Mira, copropietarios de la cotizada FacePhi.
La RFEF tiene la última palabra
El Intercity ascendió el pasado mes de junio a Tercera División, tras superar el 'play-off' después de quedar campeón de su grupo de Preferente. Lo hizo un año después de haber dado el paso deportivo previo, pero también haber fracasado a nivel federativo su compra de una plaza en Tercera, concretamente la fusión por absorción con el Novelda. Un ascenso en los despachos que ahora trata de reeditar pero, eso sí, que le obliga a un esfuerzo económico infinitamente superior, algo que el club sanjuanero asegura que no es un problema.
De ser la apuesta ganadora, el grupo III de Segunda B pasaría a tener cuatro equipos alicantinos (la quinta parte): el Intercity se uniría a Hércules, Orihuela y La Nucía.