Por la ejecución de la decisión de recuperación, los siete millones que le reclama la Comisión Europea y el permanecer atascado en Segunda División B
28/05/2018 -
ALICANTE. El lunes transcurrió en las oficinas del Hércules sin que se recibiera comunicación escrita o verbal de la Agencia Tributaria respecto a la propuesta de pago aplazado trasladada el pasado viernes.
Tampoco se citó al club, aunque después de presentar por registro su oferta parece que en Foguerer Romeu Zarandieta eso ya importa menos. Como adelantamos en Alicante Plaza, la propuesta lanzada telemáticamente para el pago de los 4,1 millones de euros (los embargos han tenido más efecto del que se creía, rebajándose la deuda) que tiene naturaleza de crédito privilegiado y que se encuentran en situación irregular desde hace ya más de un año, es sensiblemente inferior a todas las presentadas el curso pasado por estas fechas, pues carece de cuotas de entradas y garantías, si bien plantea el pago aplazado en menos tiempo, concretamente cuatro años y existiendo una última cuota para dejar a cero la deuda en ese cuarto ejercicio si no se ha ascendido antes a Primera, momento en el que el club también se compromete a cancelar automáticamente el crédito.
Se trata de un planteamiento que el mismo viernes este medio pudo constatar que dejó bastante frío al fisco, pero que desde el Hércules se justifica de manera muy directa: "La situación actual no es la de hace un año (...) seguimos en Segunda B y ahora con la ejecución de la decisión de recuperación en marcha y un plazo de pago voluntario que vence el 5 de julio", en esos términos se expresan quienes están en contacto directo con Enrique Ortiz y Juan Carlos Ramírez, que han tenido que desembolsar 800.000 euros para cubrir el presupuesto de esta temporada y a los que precisamente el Tribunal General de la Unión Europea señala como posibles benefactores del club y razón para negarle a suspensión cautelar. Ahora, en el recurso de casación interpuesto contra esa decisión se trata precisamente de desmontar ese argumento e incidir en que la propiedad del club, el máximo accionista, es una Fundación insolvente y más cerca de la liquidación que el propio Hércules.
