ALICANTE. El Chojín, a sus 41 años, es mucho más que un rapero. Es un comunicador. Alguien que motiva, instruye e informa a quien tenga a bien escucharle. Uno de los padres del rap en nuestro país. En 1999 editaba su primer redondo, Mi turno, y desde que comenzó nunca perdió de vista la vertiente social y reivindicativa en sus letras. La esencia de un género musical que lleva tatuado en los genes. Es claro, conciso y habilidoso en el uso centelleante de la lengua. Estrenaba su décimo segundo elepé, Recalculando ruta, con la sorpresa de la inclusión de un poemario. Un regalo para los oídos y para la vista. Negro sobre blanco, algo que conoce muy bien, pues ha sido capaz de llevar su voz a la literatura y también a la televisión y la radio. Estará en Alicante, en Clan Cabaret, los días 14, 15 y 16 de septiembre, para deleitar a sus fans con una dosis íntima y cercana de sus canciones. Algo que otros artistas han olvidado: la importancia del contacto con el público.
El Chojín se encuentra grabando un videoclip en el momento de nuestra entrevista y un rodaje es muy pesado y cansado. Aun así, me atiende con una sonrisa. “El camino es lo más importante, porque no llegamos nunca a la meta. Cuando creemos que hay posibilidades de llegar a la meta, es cuando creo que cometemos los errores”.
Ahondando en el título, que indudablemente tiene varias lecturas, quizás también haya que recalcular los sueños con el paso de los años. “Nuestros sueños cambian con la vida, con la madurez", relata. "El problema es cuando pensamos que eso es algo negativo. Y no es negativo, es positivo: es evolución, es avanzar. No tiene nada de malo cambiar un sueño por otro. Lo que sería malo es cambiar un sueño por algo que no desees”, sentencia.
Todo en la vida es cambio, también en el rap, y nuestro país ha evolucionado y se ha profesionalizado en ese sector, el cual El Chojín radiografía en el libro Rap, 25 años de rimas. Sin embargo, para muchos el estado del rap español es muy desconocido. “El rap en España goza de muy buena salud”, aclara el cantante. “Hay cada vez más jóvenes dedicándose a esto y las nuevas formas de compartir información, a través de Internet, redes sociales y demás, hace que sea más sencillo”. “Estamos en un momento muy bueno para que los jóvenes encuentren en el rap la forma de expresar lo que sienten”, añade.
Como apuntaba es inicio del artículo, El Chojín es un comunicador, un trovador de historias, y uno de sus vehículos es el rap. Pero también maneja la literatura, ya que en 2015 editó con gran éxito su primera novela, En 2084. “La diferencia que hay entre escribir una novela y un tema, es la capacidad que tienes de desarrollar lo que quieres contar”, comenta el torrejonero. “En la música tienes cuatro minutos para contar todo eso que tienes en la cabeza, estás encerrado dentro de una música”, describe. “Es una forma de expresión que a mí me encanta. De hecho, es la mía, pero, la novela te hace ser mucho más libre. No tienes limitación alguna y puedes escribir todo lo que tú quieras cuando quieras. Son dos formas diferentes de contar cosas y las dos me parecen muy interesantes”, sentencia el rapero.
En su música y en su vida, El Chojín se ha caracterizado por un gran compromiso social con ONGs y campañas de igualdad o de derechos humanos. Aun así, puede resultar complicado que las letras de las canciones generen conciencia, aunque a él no se lo parece tanto. “No es difícil, de hecho, es muy sencillo. El rap tiene una característica que creo que le hace especial y esa es la honestidad del tipo que está delante del micrófono diciendo cosas. En ese sentido, para mí es muy sencillo hacer rap, porque lo único que hago es decir lo que pienso. En lugar de tener una conversación con un colega, la estoy teniendo con un bolígrafo y el papel. Entonces no, no es difícil”.
Alicante desde un primer momento aposto por el rap. Lejano e histórico queda aquella jam del 93 en una discoteca de la playa de San Juan, donde llegaron personas de todo el país en busca de la cultura hip hop. Picolo o la crew ZNP marcaron el camino en una ciudad abierta al género musical. “Alicante es uno de los lugares donde me siento más cómodo”, confiesa El Chojín. Y ese es uno de los motivos de Un buen Club. Una sesión íntima que se realizará tres días consecutivos, el 14, 15 y 16 de septiembre en la sala Clan Cabaret, donde la capacidad máxima es de 50 asistentes. “Es un espectáculo que no tengo la intención de hacer en todas partes, solamente donde me he sentido mejor recibido”, sentencia.
“Cuando piensas en Alicante, piensas en Nach. Él ha sido el que ha representado a la ciudad a nivel rap desde los 90 y un poco detrás de él ha venido mucha gente que ha hecho un gran trabajo. El último ahí lo tenemos: Arkano”. Y es verdad que el rap alicantino y, por ende, el de todo el territorio, está en un buen nivel. Prueba de ello es esta gira de El Chojín. “Probablemente es la mejor gira que hemos hecho” confiesa. “No estoy hablando de números, que también, sino de comunión con el público, que al final es lo más importante”. “Hubo una época de mi vida en la que yo plateaba los conciertos como un espectáculo en el que la gente ha pagado y tiene derecho a pasárselo bien. Ahora lo veo igual, pero, también me doy a mí mismo. No solamente soy un personaje sobre el escenario diciendo cosas, sino que intento que la gente que está abajo vea a la persona”.
El Chojín busca la conexión con el público mientras otros miran para otro lado, al igual que en su faceta social. Tras la charla recuperé su disco, y de paso di una vuelta emocional por el old school de Picolo.