CALLOSA DE SEGURA. El Ayuntamiento de Callosa de Segura proyecta sobre las actuales vías del tren de cercanías la conversión en una vía verde. Para eso, Adif tiene que trasladar la circulación de estos trenes a la vía del AVE, como así hace antes de llegar a Orihuela. Para eso pide a la Diputación de Alicante y la Conselleria de Obras Públicas apoyo para que respalde su proyecto y que finalmente se materialice.
Las vías de cercanías que conectan Alicante con Murcia dividen varios barrios del municipio en dos, mientras los trenes de alta velocidad discurren por otro trazado, atravesando la sierra. Desde hace tiempo vecinos y grupos políticos vienen reclamando ese traslado de la circulación del cercanías para que el trazado que quede se desmantele y se convierta en un corredor verde.
De hecho ya está construida desde hace tiempo la nueva estación del cercanías, a las afueras del municipio, nombrada como Callosa-Cox, y que usa el AVE. El alcalde, Manuel Martínez, viene solicitando una reunión con la Secretaría de Estado de Transportes desde 2019. Finalmente se reunió con la Subdelegada del Gobierno pero el encuentro no resultó fructífero.
El Ayuntamiento quiere proponer a Adif que proceda a la inutilización de las actuales vías de cercanías para crear una vía verde que atraviese todo el municipio con un trazado ciclo peatonal. De este modo se convertiría en una “conexión limpia y verde de los distintos barrios de Callosa y que une también de una manera sostenible la localidad con San Isidro, Redován y el término de Orihuela”. Según señalan fuentes del Ayuntamiento, una vez que Adif materialice el traslado de los trenes de cercanías y media distancia al trazado del AVE será el momento de presupuestar el proyecto.
La actuación proyectada por el Ayuntamiento de Callosa de Segura contempla la conexión de esa vía verde con la del Tren de la Sal. Sobre esta última, el conseller de Obras Públicas, Arcadi España, presentó en julio de 2021 el proyecto de recuperación de la plataforma del antiguo “tren salinero” que transcurría de San Isidro a Torrevieja. La inversión anunciada para este proyecto es de tres millones de euros para transformar en vía verde los casi 33 kilómetros que la componen. La previsión es que en dos o tres años estén finalizadas las obras.
Este proyecto se divide en diferentes tramos al cruzarse diferentes viales. En el extremo norte, en San Isidro, el proyecto contempla un enlace de la vía verde existente del Parque Natural del Hondo y la estación de San Isidro con la CV-913 entre Catral y Callosa de Segura. En la zona central, la propuesta se separa del antiguo trazado ferroviario ante las dificultades que genera la AP-7 y el paso sobre río Segura. Por eso se contempla un subtramo entre el enlace de la AP-7 con la CV-913 de carácter interurbano. De este modo se atravesaría Catral y Dolores.
El siguiente subtramo discurriría desde el final del carril bici CR-9351, al sur del casco urbano de Almoradí, hasta el enlace de la CV-905 con AP-7. Este tramo se apoya en buena parte en la mota derecha del río Segura.
Por el extremo sur, apoyándose de nuevo en el trazado del antiguo "Tren de la Sal", la vía verde discurriría desde el enlace de la AP-7 con la CV-905, atravesando la urbanización Lo Crispín de Algorfa hasta acabar en la CV-945 de acceso a Los Montesinos, donde enlazaría con el tramo de vía verde en servicio que bordea la laguna de Torrevieja. Este tramo cuenta con una longitud de 4.400 m.
Este proyecto cuenta con la opción de interconectarse con otras rutas verdes o ciclo-peatonales, como el tramo de andén ciclo peatonal adosado a la CV-945 que conectará esta vía verde del Tren de la Sal con el núcleo de Los Montesinos, por el oeste, y con el carril ciclo-peatonal de la CV-905, por el este. Al carril ciclo-peatonal de la CV-905, por otro lado, también está previsto que se interconecte el carril- bici de la carretera CV-895 Rojales-Guardamar del Segura.