ELCHE. Lucas Boyé, el futbolista franquicia del Elche, era el protagonista tras la sesión de entrenamiento de este jueves.
El delantero ítalo-argentino, sobre el que venimos escribiendo mucho desde el pasado verano respecto al interés de terceros en hacerse con sus servicios, no cerraba la puerta a cumplir su contrato con el club franjiverde que expira en junio de 2024 y en el que figura una cláusula de rescisión 25 millones de euros. Ahora bien, tampoco excluía la posibilidad de cambiar de aires, no obstante lo cómo que se siente en la ciudad y el club: "En el fútbol nunca se sabe, ya se verá lo que sucede en el mercado de verano", decÍa para, a continuación, puntualizar que está "muy feliz" en Elche y en el Elche, al tiempo que muy agradecido por el cariño de la afición, su reconocimiento.
Boyé era noticia a principios de semana también por su inclusión en la preselección de Argentina para la disputa de las dos últimas jornadas de las Eliminatorias de Clasificación de la Confederación Sudamericana de Fútbol para el Mundial de Catar 2022: "Ha sido una alegría inmensa y aunque está por ver si entro en la lista definitiva o no, para mí la preselección ya es un logro", señalaba el futbolista, que no escondía su satisfacción por el momento dulce que atraviesa el combinado de Lionel Scaloni ("Está atravesando un gran momento, da gusto ver jugar a nuestra Selección", decía) y le dedicaba su preselección a su familia, amigos y novia.
Sobre su crecimiento como futbolista, Boyé apuntaba "a la confianza y los minutos", pero "también a la experiencia" e insistía en que en todo momento se ha mantenido al margen del posible interés de otros clubes: "He estado muy tranquilo. Nadie me llamó, me dijo nada, fue más lo que se habló fuera que lo que sucedió. El mercado de enero lo viví muy tranquilo, con la cabeza donde correspondía, en el Elche", recalcaba.
Boyé, que aseguraba haber dejado ya atrás de manera definitiva ("Estoy ya al cien por cien, me siento ya mejor físicamente", manifestaba) los problemas musculares que le lastraron a principios de febrero y que le llevaron a perderse los compromisos con Sevilla y Rayo Vallecano, le atribuía una "importancia máxima" a la cita ante el Granada del sábado "porque es un rival directo y venimos de dos derrotas".
El delantero abogaba por seguir "compitiendo de la misma manera, como hicimos con el Barça el fin de semana pasado" para regresar a la senda del triunfo. Para Boyé no es tan inusual haber encajado dos derrotas consecutivas pues recordaba que LaLiga Santander es "muy competitiva, todos los equipos tienen buenos jugadores, son grandes porque están en ella". La posibilidad de que el Granada sufra en algún momento ansiedad por su situación clasificatoria y los franjiverdes puedan sacar partido de ello, está sobre la mesa, si bien Lucas Boyé prefería no especular con eso: "Los cambios de entrenador a veces traen cambios de dinámica, pero no siempre. No sé con qué nos encontraremos, pero debemos preocuparnos por hacer un gran partido", decía el delantero ítalo-argentino, que preguntado por la sanción de cuatro partidos de suspensión a su compatriota Javier Pastore la calificaba como "excesiva" y se refería al mediapunta como "un futbolista comprometido, con ganas de sumar".
Para Boyé no existe una mano negra a nivel arbitral que opere en contra de los intereses del equipo, pero sí dice haber identificado diferencias de trato: "Ante la duda siempre van para el otro lado, pero seguro que muchos equipos sienten lo mismo. Da que pensar", señalaba para , a continuación abogar por pasar página.
El delantero, que el pasado 28 de febrero cumplió 26 años, se mostraba esperanzado con la posibilidad de lograr una segunda permanencia, esta más holgada, que sirva para que la entidad del Martínez Valero siga creciendo y se refería a Francisco Rodríguez como "un motivador que nos tiene a todos muy enchufados".
20 encuentros, un total de 1.491 minutos, 3 asistencias de gol y 7 tantos son los principales números de Lucas Boyé en el presente curso liguero.
