ALICANTE. La empresa alicantina de helicópteros Babcock MCS España, la antigua Inaer, sigue sumando contratos millonarios a su cartera. El último, adjudicado esta misma semana, con el Gobierno de Cantabria, que le ha encomendado el servicio de helicópteros para intervenciones de salvamento y rescate, transporte sanitario, otras de protección civil y de asistencia sanitaria en emergencias durante los próximos tres años.
Según la resolución de adjudicación, Babcock, con sede en Mutxamel, se hará cargo del servicio durante los próximos tres años a cambio de 6,75 millones de euros sin impuestos, después de ser el único licitado admitido a un proceso que comenzó en mayo de este año, en plena pandemia, y que llegó a estar suspendido por el recurso de la principal asociación de empresas del sector.
Tras el anuncio de licitación, Aeca Helicópteros, de la que forman parte la propia Babcock y otras como la murciana Rotorsun o la escuela de pilotos alicantina European Flyers (impulsada por el fundador de Inaer, Luis Miñano), presentó un recurso contra los pliegos. La suspensión del procedimiento, por cierto, se decidió cuando Babcock ya había presentado su oferta, a finales de junio.
Levantada la suspensión, la mesa de contratación se celebró el pasado mes de septiembre de forma telemática a través de Skype, según consta en las actas, y se valoró la única oferta recibida, que no solo se ajustaba al precio de salida sino que ofrecía varias mejoras, como un helicóptero adicional o facilidades para el repostaje. El pasado 11 de octubre, la mesa validó la documentación aportada por Babcock y este mismo miércoles se resolvió la adjudicación a favor de la empresa alicantina.
Este nuevo contrato se suma a los conseguidos por Babcock durante 2020, en los que pese a la pandemia ha engordado su porfolio con nuevos clientes como la Junta de Andalucía (20 millones de euros por tres años) o el Ministerio de Agricultura (29 millones de euros por cuatro lotes del servicio anti incendios hasta 2022), entre otros contratos menores.
La firma anteriormente conocida como Inaer (fue adquirida por Babcock en 2014), que cuenta entre sus principales clientes con la Generalitat valenciana, facturó en el último ejercicio (2019) un 6,3% menos: 133,9 millones de euros. Con todo, la firma logró reducir sus pérdidas hasta 4,77 millones después de impuestos (-5,9 millones en 2018).
Durante el pasado ejercicio, la empresa llevó a cabo una importante reordenación societaria anti Brexit, para 'blindarse' ante un posible cambio regulatorio tras la salida del Reino Unido de la Unión Europea, por la cual la sociedad dominante de la filial española se encuentra ahora en Malta. Mientras, el 51% del capital de la sociedad dominante está fuera del Reino Unido, en previsión de complicaciones legales para operar una vez culmine la desconexión con Europa.